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“Termino cansado pero amo mi trabajo”: Güicho, 38 años siendo mesero en Veracruz

Este 6 de diciembre se celebra el Día Nacional del Mesero, una fecha para reconocer a los trabajadores como Luis por contribuir al impacto en el desarrollo económico y social de México

Ha sacado adelante a su familia trabajando como mesero en Veracruz y CDMX
Luis ama su trabajo como mesero.Ha sacado adelante a su familia trabajando como mesero en Veracruz y CDMXCréditos: LSR Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER. - Luis Hernández Reina termina su turno con dolor de pies y piernas. Ocho horas de caminar de un lado a otro, atender mesas, recomendar comidas y bebidas lo dejan agotado. A pesar de ello, asegura que no dejaría su trabajo de mesero por otro oficio.

“Guicho”, como le dicen sus amigos y compañeros, tiene casi cuatro décadas de trabajar como mesero en distintos restaurantes de Boca del Río y de la Ciudad de México. A sus 56 años es un oficio que desempeña con gusto y que le ha dado muchas satisfacciones y aprendizajes.

Este 6 de diciembre se celebra el Día Nacional del Mesero, una fecha que acordaron empresarios de México como un reconocimiento a la labor que desempeñan estos profesionales en todo el país y a su impacto en el desarrollo económico y social.

Mi trabajo me encanta. Doy la vida por mi trabajo, no hay uno que me haya satisfecho como este. He estado trabajando en otros empleos, le he buscado, pero este es el que me llena. Todo me gusta. Yo me meto a la cocina a aprender a ver cómo va el platillo para aprender, porque yo al cliente le explico y eso es un plus para nosotros”, comenta entusiasmado Luis.

Luis forma parte de las 618 mil personas en México que están ocupadas en este empleo hasta el segundo trimestre del 2023, según datos de la plataforma digital Data México. Estos trabajadores todos los días y noches salen de sus casas para atender a los comensales.

Su historia

A los 18 años comenzó a trabajar como mesero. En el primer restaurante donde inició fue en el Distrito Federal, ahora Ciudad de México. Recuerda que acudía cada temporada de vacaciones para ganar dinero extra, como la mayoría de los jóvenes de esa edad.

“Yo estudiaba la secundaria. En ese tiempo mi hermano mayor se había casado con la hija de un restaurantero en la Ciudad de México y yo le pedí el favor que en vacaciones me diera trabajo, porque en esa época quería comprar mis cosas y nuestros padres no nos podían dar todo. Entonces decidí irme en las vacaciones de Semana Santa”, cuenta.

Desde aquella ocasión le tomó cariño al oficio; tras acabar sus estudios vivió en la Ciudad de México, hasta que a finales de los años 80 regresó a Boca del Río para trabajar en el área de Limpia Pública del Municipio.

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Durante dos años dejó de trabajar como mesero, hasta que en 1993 retomó el empleo y desde entonces no lo ha dejado. Con su sueldo mantuvo a su familia, esposa, hijo y apoyó a sus papás.

“Gracias a este trabajo pude conocer también a muchos artistas. El restaurante en México estaba cerca de una radio, entonces nos visitaban diferentes artistas. Conocí a Vicente Fernández, Los Cadetes de Linares, Lucia Méndez, Verónica Castro, me tocó atenderlos y convivir con ellos”, dice.

Vivir de las propinas

Por ocho horas de trabajo gana el sueldo mínimo, aunque de lo que más sale beneficiado es de las propinas, por lo que no se queja de sus ganancias.

“Como en todos los trabajos hay días buenos, malos y regulares, pero yo siempre salgo con la mentalidad de que hoy me va a ir bien. Uno como mesero decides lo que quieras ganar, con tu esfuerzo. Uno como se pone sus metas”, agrega.

La plataforma Data México indica que el sueldo promedio mensual de un mesero es de 5 mil pesos, por lo que obtienen más ingresos de las propinas. Uno de los problemas del que Luis es consciente es de la falta de formalidad que algunos empresarios tienen con sus empleados.

Aunque no es su caso, se ha topado con personas que aún trabajan en la informalidad, donde sus patrones no les dan las prestaciones de ley, en especial la seguridad social. En el país, durante el segundo trimestre de 2023, la informalidad laboral en este trabajo alcanzó 69.4 por ciento, lo que implicó un aumento de 0.4 puntos porcentuales respecto al primer trimestre de 2023 (69%).

Los estados que presentan una mayor informalidad laboral en este oficio es Tlaxcala (98.1 por ciento), Hidalgo (95.4%) y Chiapas (87.3%). Mientras que, en Veracruz, de las 37.7 mil personas que están ocupadas como meseros y meseras, 31.6 mil se encuentran en la informalidad, lo que representa una tasa de 83.8 por ciento.

“Clientes se fueron sin pagar la cuenta”

El trabajo de los meseros es brindar un buen servicio a los clientes, saber qué tipo de platillos recomendarles y siempre tratarlos con amabilidad, comenta Luis, pero existen ocasiones en que los comensales abusan de esa atención.

En los 38 años de trabajar en el servicio al cliente también tuvo malas experiencias. En dos ocasiones sus comensales se fueron sin pagar la cuenta; en la primera sus jefes lo ayudaron y no le cobraron, pero en la segunda ocasión le descontaron de su sueldo.

“Me tocaron como 15 clientes, todos querían cuentas separadas y eso es un relajo. En el momento que me piden las cuentas se cae el sistema. Se empezaron a desesperar y como tres o cuatro se me fueron sin pagar. Ahí sí tuve que pagar la cuenta”, recuerda mientras se ríe de aquella ocasión.

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Actualmente recuerda esa anécdota con risas y como dice son “gajes del oficio”, por lo que hay que aprender a sobrellevar a algunos clientes, pues no muchos entienden que tienen otras personas.

Un oficio que es una plataforma para estudiantes

En el segundo trimestre de 2023, los hombres ocupados de meseros representaron 49.4 por ciento de la población ocupada y las mujeres el 50.6 por ciento. Tanto la población ocupada de hombres como de mujeres fue mayor en el tramo etario 15 a 24 años, de acuerdo con Data México.

Luis sabe que este oficio es el empleo que los jóvenes eligen como trabajo para pagar sus estudios. En todos los años que tiene como mesero vio pasar a cientos de estudiantes que después lograron sus metas de terminar la carrera.

“Muchos chamacos han estado ahí con nosotros y han llegado a ser profesionistas y les está yendo bien en la vida. Buscaron la forma de salir adelante y que bueno que les esté yendo bien”, dice.

Luis planea continuar en este trabajo, ya que recalca le gusta y no hay otro que le apasione como el servicio al cliente.

mb