OPINIÓN

La censura voluntaria

#LiviaInforma

Créditos: Livia Díaz
Escrito en VERACRUZ el

Nosotros tuvimos a escondidas historietas, estaba prohibido en mi casa, así como escuchar música comercial y ver El Chavo.

Me consta que algo así paso cuando mis hijos estaban chiquitos, un día llegué antes de tiempo y estaban escuchando mi cassette de Molotov que según yo lo tenía a escondidas y ellos no lo entendían... una cosa que supuestamente uno podía controlar era la pantalla, siempre me pasó con ciertos programas que no podía ver en mi casa.

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Pero bajamos las escaleras para ver por la ventana la tele, y la música prohibida se fue acabando en la secundaria, un pretendiente me regaló un LP de Emmanuel y una amiga un álbum Richard Claiderman, a los que nos conocen les parecerá increíble pero pues siendo mi padre un gran programador musical, no dejaba entrar lo comercial a su casa, siempre tenía con orgullo lo mejor de la música, tenía LP de piso a techo de lo más granado de la música en el mundo, Pero no podíamos escuchar ni a Juan Gabriel.

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Cuando en el 96 viví cerca de él, estaba yo escuchando Perfume de Gardenias en voz de Alejandro Fernández a todo volumen y salió rápidamente a preguntarme y pedirme mi cassette, en ese tiempo los compraba en el tianguis de Sullivan a un señor que grababa lo mejor del momento y hacia sus ensaladas, no era cualquier cosa en esa época comprar discos era carisimo y no había como ahora manera de piratear nada, así que le conté de mi proveedor pirata, también del de películas en VHS que compraba en el tianguis de Colegio Salesiano los viernes y que íbamos y luego pasábamos a los tacos de guisados que te daban con nopales y papitas, creo que volví a mi papá al mercado pirata porque de allí empezó a recorrer ese mundo que no frecuentaba. Aunque era un apasionado de ir a Tepito y La Lagunilla entre otros lugares, pero no en el plan de ese otro mundo que se vive a diario en el que le andas buscando tener lo que te gusta aunque la forma de conseguirlo no es la que nos enorgullece. 

Lo último, cabe contar, porque fue un gran defensor del disco incluso enojado cuando salieron los CD porque decía que era como tener un máster en casa, bien grabado con sonido Dolbi y listo para grabar en cassettes y piratearse la música. Si hubiera visto lo que hay ahora, ya me imagino lo que diría. Estaría emocionado, como loco, o todo lo contrario.

Volviendo a la tele... Otra cosa que hacíamos era esperar a que todos se durmieran para ver La Ley y el Orden, telenovelas y películas que pasaban en la madrugada. Habló de los 80. Muchísimo antes de que se les ocurriera poner canales de ventas. Un día descubrí que mis hijos hacían eso conmigo para poder ver Dexter, que sin dudas yo no quería que vieran pues era y es para adultos, al menos en los 90 apagando la tele se acababa el tema, ahora ya todo es de todos y tan explícito que es al revés, ellos me cuidan de que yo no vea ciertas cosas, incluso cuando estoy preguntando que es esto o aquéllo me previenen y hacen bien, no soy capaz de soportar muchas violencias, he visto cosas que vieron, por saber que veían y que me arrepiento, que me provocaron pesadillas y todavía son malos recuerdos y es que, la verdad, no quería eso en mi cabeza, y con el tiempo entiendes por qué, muchas cosas no las vimos, en mi casa mi papá las controlaba y en la calle gobernación.

No me van a querer creer los chavos de hoy, pero la única manera en que pude ver el Exorcista fue acompañada con un adulto y haciéndome pasar por adulta en el cine ya que no dejaban pasar y no existía otra manera de verlo, y no deberían estar a la mano de nadie de ninguna edad sin sus seres queridos de verdad los quieren.

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lm