Temis se quita la venda una vez más. Y esta vez, no para observar una injusticia, sino para ver el inicio de una nueva etapa.
Porque sí: algo se está moviendo en el Poder Judicial. Una corriente distinta. Una fuerza nueva. Una esperanza que no viene de discursos, sino de rostros concretos, de trayectorias limpias, de convicciones firmes.
El relevo generacional en el Poder Judicial ha comenzado.
Y con él, la oportunidad histórica de transformar desde dentro un sistema que durante años ha lastimado más de lo que ha sanado. Un sistema que, aunque diseñado para proteger, muchas veces ha sido inaccesible, lento, insensible y elitista.
Quienes llegamos en esta nueva etapa no venimos a simular cambio. Venimos a encarnarlo.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
No llegamos con ambiciones personales, sino con la certeza de que la justicia necesita, urgentemente, otra forma de ser impartida.
Una nueva forma de juzgar
Somos una nueva generación que no se conforma con memorizar códigos. Una generación que ha estudiado, sí, pero también ha caminado comunidades, ha acompañado causas, ha sentido en carne propia la desigualdad del sistema. Jóvenes, pero no improvisados. Con experiencia, pero sin vicios. Con energía, pero también con ética.
Estamos aquí para que nunca más una mujer llegue a un tribunal y sea cuestionada por denunciar.
Para que un indígena no tenga que defenderse en un idioma que no habla.
Para que una madre trabajadora no espere años una pensión que debió ser garantizada.
Para que el expediente deje de ser solo un papel, y vuelva a ser una historia con nombre y rostro.
Cerrar una campaña… abriendo el camino
Esta columna es la última que escribo como candidata. Pero no como ciudadana, ni como abogada, ni como mujer comprometida con un México más justo.
Te podría interesar
Cierro esta campaña con la firmeza de quien no ha hecho promesas vacías, sino compromisos con raíz.
Compromisos con la gente que me abrió la puerta de su casa para contarme que lleva años esperando una resolución.
Compromisos con quienes han sido ignorados por vestir diferente, por hablar diferente, por no “parecer” importantes.
Compromisos con la idea de que el Poder Judicial no tiene sentido si no le sirve al pueblo.
Temis, con los ojos abiertos, ve lo que está por venir.
Ve una judicatura más humana, más cercana, más transparente.
Ve que el relevo generacional no es una amenaza para la justicia: es su salvación.
No llegamos para reemplazar nombres.
Llegamos para reemplazar inercias.
Para romper la indiferencia.
Para devolverle dignidad al acto de juzgar.
Y si el pueblo me da su confianza, no la usaré para subir un peldaño, sino para abrir la puerta a otros y otras como yo: honestos, formados, con vocación de servicio y con la memoria viva de lo que nos trajo hasta aquí.
Hoy, Temis no solo mira hacia el presente.
Mira hacia el futuro.
Y esta vez, lo que ve… al fin nos llena de esperanza.
