León.- Miguel Hidalgo y Costilla fue párroco del entonces Pueblo Nuevo de los Dolores, de 1803 hasta 1810, 8 años que fueron suficientes para ganarse el cariño de los dolorenses y las simpatías de la gente de las cercanías que visitó, como San Miguel el Grande (Hoy San Miguel de Allende) y la Villa de Santa María de los Lagos (Hoy Lagos de Moreno, Jalisco). Indígenas, meztizos y criollos formaron parte del ejército con el que inició la Guerra de Indepenencia de México.
De acuerdo con historiadores que han escrito sobre el tema, antes del inicio de la guerra, Hidalgo, además de su labor religiosa, se desempeñó como promotor social y económico en la región.
Instaló una alfarería, una carpintería y un telar para emplear a los habitantes indígenas, mestizos y criollos, a quienes les enseñó también sobre la apicultura (Cría de abejas) y el cultivo de vides y moreras para producir uvas, y además, a leer, escribir y hacer cuentas.
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Era además un gran aficionado a la lectura, al teatro y a la música, viajaba frecuentemente a otras ciudades y tenía una buena ilustración, y un carácter ambicioso y rebelde.
Estas acciones de Hidalgo explican la gran influencia que tuvo en la gente que lo siguió en el movimiento de independencia.
Aquel 16 de septiembre de 1810, al iniciarse el movimiento independentista en Dolores, Miguel Hidalgo reunió a unos 600 hombres, principalmente gente del pueblo como alfareros, carpinteros, herreros y campesinos, quienes acudieron a su llamado armados con sus herramientas de trabajo, como machetes, cuchillos y azadones, al no contar con armas de guerra convencionales.
No hay una cifra exacta del número de seguidores que tuvo Hidalgo durante la guerra, sólo se sabe que su ejército creció rápidamente a medida que avanzaba en su ruta hacia la independencia, llegando a congregar miles de personas.
Algo de historia
Cabe recordar que, en 1810, el Pueblo de Dolores formaba parte de la Nueva España y de Intendencia de Guanajuato. Los dolorenses disfrutaban de juegos como la malilla o el tresillo, se aficionaban a los encuentros de toros y gallos, aficiones que también disfrutaba un cura que fue distinto a todos los de curas de la Parroquia de Nuestra Señora de Dolores, Don Miguel Hidalgo.
De acuerdo a la monografía Dolores Hidalgo “Cuna de la independencia”, por José García Juárez, el pueblo de Dolores se conformaba por una Plaza Mayor; dos barrios: el de San Cristóbal y el de La Otra Banda; veintidós calles: la de San Roque, la de La Tercera Orden, la de Los Peligros, la del Mirador, la del Mesón, la del Truco, la de la Alhóndiga, la del Calvario, la de La Palma, la 2ª de San Roque, la de Las Malfajadas, la de La Cárcel, la de La Quinta, la de Cantarranas, la de Buenavista, la del Mirador, la de La Zanja, la de La Barranca, la 2ª de La Palma, la 2ª de San Cristóbal, la de los Dolores, y, por último, la de Los Méndez. También existía el Callejón del Campo.
El relato de Pedro José Sotelo está en el libro Apuntes Históricos de la Ciudad de Dolores Hidalgo (Pedro González, ediciones La Rana). El cura Hidalgo y Costilla oficiaba misa, diariamente, en El Llanito, después pasaba visita a la sedería y la alfarería qué él mismo instaló para beneficio de los pobladores, por lo que era muy querido por sus feligreses.
“Tenía por costumbre el Sr. Cura dar Misa en el Llanito diariamente y al volver visitaba sus dos oficinas, primero la sedería y luego la alfarería que era donde por lo regular se detenía más tiempo, tanto en ver sus operaciones como en estudiar, para lo cual tenía destinado un sitio en el costado de la alfarería hacia al poniente, en cuyo punto tenía una silla y allí colocado leia silenciosamente y nadie se atrevía á interrumpirlo” relata Pedro José Sotelo.
Sotelo narró cómo el iniciador de la independencia, llamó uno a uno a sus hombres de confianza y ahí le dio sus razones para buscar separarse de la Nueva España:
“Hombre, si yo te comunicara un negocio muy importante y al mismo tiempo de mucho secreto ¿Me descubrirías? y yo le contesté: No señor. Pues bien, dijo, guarda el secreto y oye: No conviene que siendo mexicanos dueños de un país tan hermoso y rico continuemos por más tiempo bajo el gobierno de los Gachupines, estos nos estorcionan (Sic), nos tienen bajo un yugo que ya no es posible soportar su peso por más tiempo; nos tratan como si fuéramos sus esclavos; no somos dueños de hablar aún con libertad; no disfrutamos de los frutos de nuestro suelo, porque ellos son los dueños de todo; pagamos tributo por vivir en lo que es de nosotros y porque ustedes los casados vivan con sus esposas; por último: estamos bajo la más tiránica opresión. ¿No te parece que esto es una injusticia?...”.
Hidalgo ya tenía en mente la independencia en sus reflexiones y lecturas de todos los días, en sus observaciones del acontecer en el Pueblo de Dolores, en sus paseos por el campo, mirando hacia las llanuras de un dulce pueblo con la sierra de camino a Guanajuato en el horizonte, en las fiestas y tertulias que organizaba, en donde se daban las juntas, y, finalmente, la conspiración, ahí, en un pequeño poblado, nació la Independencia de México.
Para saber
Durante el inicio de la independencia, la actual Dolores Hidalgo se llamaba Pueblo Nuevo de los Dolores. Antes de 1810, el lugar era conocido simplemente como "Dolores", hasta que en 1947 su nombre se oficializó como Dolores Hidalgo, Cuna de la Independencia Nacional, en honor a Miguel Hidalgo y Costilla.
Durante el inicio de la Independencia de México, San Miguel de Allende se llamaba San Miguel el Grande. El cambio de nombre a su actual denominación ocurrió en 1826 para honrar al héroe de la Independencia, Ignacio Allende, quien nació en esta ciudad.
Villa de Santa María de los Lagos. El nombre cambió a su denominación actual, como Lagos de Moreno, en honor a Pedro Moreno, héroe insurgente nacido en esa misma villa, mediante un decreto del 9 de abril de 1829, mucho después de la Guerra de Independencia.
Con fotos de: Gobierno de México
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