TURISMO EN GUANAJUATO

El extraño faro sobre una montaña en Guanajuato capital

Aunque no tiene ningún mar cercano, a las orillas de Guanajuato capital se eleva un misterioso faro en medio de sus cerros

En medio de los cerros de Guanajuato, se alza un faro que vigila la ciudad.
En medio de los cerros de Guanajuato, se alza un faro que vigila la ciudad.Créditos: X de @TiinValentin
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Guanajuato.- En medio de las montañas y alejado del mar, un faro se alza en Guanajuato. Entre los cerros y barrancos que rodean la capital, la figura blanca del faro, ahora ya sin luz, sorprende a todos los que se dan cuenta de su presencia.

Aunque no esté cerca del mar, ni siquiera de algún lago grande, el faro de Guanajuato capital se ha convertido en uno de los destinos turísticos de la zona, en especial por que se puede visitar sin costo.

El faro se puede ver desde la Presa de la Olla, ya que se alza en una montaña cercana que se alza como una cortina, por encima del Parque Florencio Antillón y el Palacio de Gobierno del Estado de Guanajuato.

Existen registros de que el faro de Guanajuato fue construido a principios del siglo XX, pero su verdadero origen se encuentra rodeado de leyendas.

Una de las historias más difundidas, incluso popular en redes sociales, es que el faro fue construido para guiar a los mineros y arrieros de la zona, como hacen la mayoría de los faros con los marineros en altamar.

“(Fue construido) como un centinela que emitiría su luz nocturna para guías a los arrieros, que con sus recuas transitaban los antiguos caminos de herradura pudiesen llegar sin contratiempos a la muy noble y leal ciudad de Santa Fe Real de Minas de Guanajuato, y a los minerales de Peregrina y El Cubo”, rememora Eduardo Vidaurri Aréchiga, cronista de la capital.

Desde el siglo XIX, los arrieros solían prender fogatas o antorchas a lo largo del camino para marcar las rutas, por lo que sería de extrañar que este fuera su objetivo.

Sin embargo, existe una leyenda de su origen más romántica, que habla sobre un enorme amor.

De acuerdo con esta leyenda, un marino nacido en Guanajuato dejó el mar para volver a su tierra natal en sus últimos años.

Al pasar sus tardes de retiro en su casa en Guanajuato, el marino comparó los cerros de la capital con las olas que solía ver en altamar.

Enamorado como estaba de la vida marina, terminó por construir un faro en medio de estos cerros, precisamente para recordar sus vivencias en el mar.

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Más allá de la leyenda, en 1936 se realizó un plan de renovación en Guanajuato capital, enfatizando su estilo colonial que la ha convertido en Patrimonio de la Humanidad.

Dentro de este plan, autoridades de la ciudad y representantes de la sociedad civil decidieron construir un faro ornamental en homenaje al faro original, con algunos murales pintados en su base. Fue inaugurado el 25 de junio de 1938.

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