DÍA DE MUERTOS

Leyendas de León: La historia de la Piedra Parada

Es un relato que se ha transmitido de generación en generación desde 1854, sobre una mujer convertida en piedra tras ser asesinada por su esposo; inexplicablemente la roca sigue todavía en el lugar

Cuentan que esta piedra parada es una mujer convertida en roca.
Cuentan que esta piedra parada es una mujer convertida en roca.Créditos: La Silla Rota
Escrito en GUANAJUATO el

León.- Desde hace más de un siglo se encuentra una piedra parada en donde en la actualidad hacen esquina las calles Comonfort y Constitución, la cual ha sobrevivido en León por tantos años debido posiblemente a que forma parte de una de las leyendas más famosas de León, la cual señala que se trata de una mujer convertida en roca.

La leyenda se ha transmitido de generación en generación, la cual conservan en la actualidad de boca en boca los vecinos y comerciantes de la zona, quienes señalan que se trata de una trágica historia.

Los relatos actuales coinciden en que a principios del año de 1854 llegaron a León los primeros organilleros y dada la novedad, los contrataban para tocar, no más de 4 piezas musicales en casas donde cerraban puertas y ventanas que dieran a la calle, como una especie de presentación muy privada.

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Cuentan que en la Calle de los Zapotes (Hoy Constitución) , esquina con Tránsito (Hoy Comonfort) vivía una pareja de recién casados, una hermosa mujer llamada Juana María y un joven muy celoso llamado Juan Manuel.

De vecina tenían una mujer solterona que miraba con buenos ojos a Juan Manuel y lo invitaba de vez en cuando a escuchar al cilindrero que ella contrataba.

La mujer vio un día a Juana María en el balcón deleitándose con un vals que a ella le gustaba y le tocaba un cilindrero y se lo contó muy a su manera a Juan Manuel, quien días después llegó temprano del trabajo y vio a Juana María con la mesa puesta para una cena y el organillero sentado en la sala de la casa.

Loco por los celos, fue a la cocina de donde tomó un cuchillo y empezó a perseguir a su esposa y en la esquina de las calles mencionadas la apuñaló en repetidas ocasiones.

Lo anterior, pese a que el organillero le había dicho a Juan Manuel que su esposa le estaba preparando su fiesta de cumpleaños. El organillero al ver el trágico desenlace fue en busca de un policía, quien al llegar al lugar señalado sólo encontró la piedra vertical medio enterrada y un cuchillo a un lado.

El cadáver de Juan María nunca fue encontrado, y nunca detuvieron al celoso esposo que la asesinó.

Desde entonces se le conoció a esa zona como el Barrio de la Piedra Parada, el cual desparecería posteriormente durante la inundación del 24 de junio de 1926 que causó mayores daños en la Zona Centro y el barrio del Coecillo, aunque lo inexplicable es que la piedra siguió y sigue en su sitio.

Cabe señalar que los vecinos cuentan también que la piedra medía en sus inicios como 1.50 metros de alto, aunque con las modificaciones que se han hecho sobre las calles que conforman esa esquina, la roca ha quedado en parte sepultada.

Relatan además que todavía hay muchas personas que actualmente conocen este relato, por lo que al pasar frente a la piedra se persignan o hacen alguna reverencia, como recordando y saludando a alguien.

Y lo que es más, muchos leoneses siguen nombrando a este lugar como: La esquina de la Piedra Parada.

 

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