León.- A las ocho de la mañana, Luis Alberto ya se encuentra recorriendo establecimientos de la Zona Piel para buscar los primeros objetos que agrega a su triciclo.
No pierde el tiempo y busca abarcar lo que más se pueda, pues tanto en esta zona, como otras que recorre tiene a la competencia esperando.
El oficio como pepenador, le ha alcanzado para sacar a sus hijos adelantes, y actualmente hasta la secundaria abierta estudia gracias a sus ingresos.
En temporada de lluvias, a veces es cuando menos gana, pues los materiales se mojan y los depósitos le pagan menos: un kilo de botellas por el que ganaba 20 pesos, se lo pagan a 15, y el cartón, por el que ganaba cuatro pesos al kilo, se lo pagan a dos.
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No regresa a su casa con menos de 200 pesos en la bolsa, cuando "está tranquilo", pero la cifra puede subir hasta 300 o 400 pesos, cuando mejor le va.
Pero nada como las navidades o los días festivos, cuando Luis Alberto, en lugar de centrarse en las fiestas, lo hace en los residuos que las personas dejan en ellas.
De eso llega a ganarse hasta 800 pesos en un día, por lo que asegura que son los días donde mejor le va.
"Un día bueno, un día bueno, como el Día de las Madres, el Día del Padre, o en la Feria, donde toda la gente se viene a comprar bolsas, tenis, también son buenos".
"Siempre estoy desde las ocho, y a las tres y media me aviento el último viaje. Ya como a las cuatro, ya me ando yendo a pata mi casa. A veces me quedo hasta las seis, que es un poquito más, pero tengo que llevar el dinero a la familia".
Tiene 43 años, y ha sacado adelante a sus hijos: una joven de 25 años, que también le sabe al oficio, además de ser comerciante, pues vende bolsas para dama.
Tiene dos hijos de 13 y 18 años, quienes salieron adelante con el apoyo de lo que su papá gana.
"Yo ya voy saliendo. A mis hijos siempre les he dicho que sean independientes. Yo les he inculcado trabajar, porque no me gusta que se junten en la esquina. La verdad es que no me quejo. Cuando no hay lluvia junto hasta 150 kilos. Cuando es Navidad es otro cantar. A veces me dan cosas que sirven y me saco otra lanita, he juntado hasta 800".
"A veces me voy al centro, a las empresas o fábricas grandes a juntar el cartón. En las bodegas me tienen cajas grandes. Hay dinero, pero necesitas estar movido", dijo.
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Estudia la secundaria abierta, pues como sus ingresos son variables, contempla tener el certificado para trabajar como vigilante cuando no haya ingresos en la venta de deshechos.
JP