León.- Es poco antes del mediodía de un día cualquiera en el parque Hidalgo, de León. El tránsito en el bulevar López Mateos está ligero, y se presta para que los choferes del transporte público no anden a las carreras.
Te puede interesar: Skate León de luto; Él es Alejandro, asesinado al resistirse a asalto
Así, el momento es aprovechado por un joven parkurista que, sin pagar pasaje, aborda la “oruga” de un modo muy peculiar: salta desde puente peatonal que pasa sobre el bulevar, calculando con precisión el momento en que pasará el autobús articulado, en sentido oriente-poniente.
Momentos antes observa al transporte acercarse, desde la calle Apolo, y se prepara a tomar vuelo; corre e, impulsándose con las manos en el pretil, ejecuta un arriesgado salto. Cae sobre el toldo de la “oruga”, que está detenida en la parada.
Inimaginable el susto, o por lo menos desconcierto, de los pasajeros de la unidad al escuchar el pesado golpe en el techo. Y más, cuando vieron por las ventanillas a un muchacho que saltaba al suelo, por el lado de los carriles vehiculares.
La hazaña es apoyada por un equipo de al menos tres amigos del osado parkurista, pues son tres perspectivas las que se muestran en los 32 segundos que dura el video. Uno de ellos lo acompaña, corriendo detrás de él, en su escape hacia la calle Chapultepec.
Parque para todos, parkour para pocos
El antiguo parque es usado, poco después del amanecer, por deportistas que corren en sus amplias aceras. Por la mañana, en horas pico, por trabajadores que van en bicicleta a sus trabajos; en la tarde por todos los que acuden a comerse una guacamaya o tomar un helado mientras descansan a la sombra de las jacarandas, palmeras y laureles a la vez que escuchan el parlotear de los cientos de loros que invaden la plaza. En la noche, ni acercarse: es cuando la zona se vuelve peligrosa por la presencia de asaltantes.
Pero ahora, jóvenes que practican parkour han tomado el lugar como escenario para sus entrenamientos y piruetas. Ya antes lo habían hecho los “skaters”, bandas urbanas que luego se retiraron.
El parkour es un deporte de origen francés caracterizado por la superación de todos los obstáculos presentes en un recorrido, dando lugar a que la capacidad motriz sea una de las claves de esta disciplina. La dificultad depende de cada practicante, ya que el deportista es el que elige los obstáculos a los que enfrentarse, pudiendo escoger de mayor o menor dificultad.
Las bancas, jardineras, fuentes y postes les son útiles para casi volar valiéndose solo de su agilidad y la fuerza de sus músculos. Las personas que se topan con ellos deben tener cuidado para no atravesarse en una de sus piruetas, y eso es suficiente para llevar la fiesta en paz. Porque, aunque a uno no le interese hacer parkour, no se puede dejar de admirar la destreza de quienes lo practican.
CV