MOMIAS DE GUANAJUATO

Guanajuato: La mujer que enterraron viva hoy es una momia

El Museo de las Momias de Guanajuato alberga a 119 cuerpos de entre los que destacan algunos como el de la mujer que se presume fue enterrada viva por la forma en que fue hallada

La mujer se llamaba Ignacia Aguilar de Chirilo, su cuerpo se exhibe en el Museo de las Momias de Guanajuato.
La mujer se llamaba Ignacia Aguilar de Chirilo, su cuerpo se exhibe en el Museo de las Momias de Guanajuato.Créditos: Especial
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Guanajuato.- La ciudad de Guanajuato además de estar llena de leyendas tiene uno de los lugares que llaman la atención no solamente en el estado sino en México y es el Museo de las Momias de Guanajuato.

Este museo exhibe la mayor cantidad de cuerpos momificados del mundo, alberga 119 momias que llaman la atención de los visitantes.

En el museo se encuentra una sala llamada de muertes trágicas en donde se exhiben los cuerpos momificados que tienen una leyenda que al conocerla causa escalofríos como el el caso de la momia enterrada viva.

Esta momia llama la atención porque de acuerdo a la historia que se narra de ella, se presume fue enterrada viva.

"La posición de sus brazos y las lesiones que presenta en la piel de su frente nos hace suponer que fue enterrada viva, quizá por un ataque de catalepsia que en 1922 confundió a los médicos, quienes habían dictaminado su fallecimiento”, indica la información que tiene el cuerpo en la sala de exhibición.

¿Quién era la momia enterrada viva?

Debido a la manera en que fue encontrada la momia se presume que la mujer fue enterrada viva, se llamaba Ignacia Aguilar de Chirilo, en su certificado de defunción se indica que la causa del deceso fue una infección intestinal, pero la leyenda que se cuenta es que tenía catalepsia y, en medio de uno de esos ataques, fue sepultada viva y murió de asfixia.

De acuerdo a lo que comenta sobre Ignacia Aguilar de Chirilo vivía alrededor del año de 1830, en ese año azotó una pandemia de cólera a México y en especial a las regiones de Guanajuato y Veracruz.

Debido a esta pandemia se registraron muchos decesos y los cuerpos de los los fallecidos eran enterrados rápidamente sin preparativos previos para evitar que éstos propagaran la enfermedad. 

Se cree que ante la angustia por la pandemia que golpeaba al país y provocaba la muerte de muchas personas, Ignacia desarrollo una enfermedad nerviosa llamada catalepsia, este padecimiento hace entrar al cuerpo en un estado inmóvil y rígido, que hace parecer que la persona está muerta.

"El dato de mayor importancia para nuestra población es la circunstancia de la gran mortandad que hubo y porque varios de los cuerpos, por temor a que se propagara más la peste eran inhumados casi enseguida que se declaraban muertos. Así sucedía que en algunos casos se les sepultaba cuando en realidad todavía no expiraban, de modo que al volver de aquel estado cataléptico, ya en la tumba, morían finalmente por desesperación, por angustia y por asfixia. De ahí esa mueca de dolor que hay en algunas momias", señala el Ayuntamiento de Guanajuato.

Al parecer, durante la noche, Ignacia entró en una crisis que le duró más de 72 horas y su familia luego de un tiempo y con temor de contraer el cólera tomaron la decisión de enterrarla y fue llevada al cementerio ubicado en el Templo de San Sebastián en la primera mitad del siglo XIX.

Puede ser posible que la familia de Ignacia y sus conocidos hayan sido víctimas de la pandemia pues la tumba de Ignacia fue dejada en el abandono y luego en 1922 expiró el título de propiedad del lugar en el panteón y nadie lo renovó ni reclamó sus restos, por lo que las autoridades municipales decidieron hacerse cargo de los mismos y trasladarlos a un nuevo cementerio.

Angustia y desesperación

Los sepultureros al sacar el féretro se llevaron una gran sorpresa, pues al abrir el ataúd encontraron una momia, pero estaba boca abajo y cubierta de rasguños y al parecer por el horror y angustia que debió haber sufrido en sus últimos instantes de vida se estaba mordiendo un brazo.

Y el ataúd de madera tenía muestras ella quería abrirlo sin poder lograrlo.

Se desconoce el tiempo que pasó desde que Ignacia fue enterrada hasta que recuperó la conciencia y se encontró encerrada en un oscuro y pequeño espacio de madera y estaba imposibilitada para salir de éste y aunque lo más seguro es que llegó a gritar, nadie la escuchó.

Actualmente el cuerpo momificado de Ignacia se puede contemplar en la sala de muertes trágicas del Museo de las Momias de Guanajuato.

Ignacia Aguilar de Chirilo pasó a la historia pues la manera como fue encontrada indica que fue enterrada viva y eso se muestra en la mueca de agonía que tiene la momia ante la asfixia y los visitantes solamente pueden imaginar lo que sufrió la mujer sufrió en sus últimos instantes de vida.

Al parecer, de acuerdo a lo que se dice, la enfermedad de la catalepsia le dio a Ignacia ante la angustia provocada por el encierro durante una pandemia.

CM