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El misterio de la Torre Andrade; el arquitecto murió antes de terminarla

El edificio de 15 pisos tiene una historia que terminó con la muerte de Agliberto Llamas, en los 90’s. La torre ahora es ocupada para eventos culturales

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Escrito en GUANAJUATO el

León-. La Torre Andrade, sí, esa que tiene 15 pisos y 53 metros de altura, tiene una historia que explica el motivo de su construcción inconclusa. ¿Quién la edificó y por qué nunca fue terminada? El edificio viejo y en obra negra ahora alberga a jóvenes que lo reavivaron para hacer eventos culturales, pero antes compartimos que hay detrás de este ingenioso proyecto.

Oscar Pons, exdirector de Desarrollo Urbano, durante el periodo de la alcaldesa Bárbara Botello, explica que la Torre Andrade fue diseñada en 1988 por el arquitecto Agliberto Llamas Jiménez, un profesionista que “revolucionó” la arquitectura en la ciudad, y es el creador de lugares como el Templo de San Judas Tadeo, también en la colonia Andrade.


El motivo por el que la Torre Andrade nunca se terminó de construir, es porque Agliberto Llamas murió en un accidente carretero en 1994, recuerda Oscar Pons. Regresaba de inaugurar una torre similar pero en Aguascalientes, no pudo llegar a su destino, murió de forma trágica sin ver su edificio terminado.

“La torre quedó inconclusa porque él se accidentó y murió en la carretera, tuvo un accidente y ahí murió. Él era el principal promotor y estaba financiando la torre y al morir él, los familiares ya no le siguieron con esa inversión. Eso es prácticamente lo que todos conocemos de la Torre Andrade”.

La construcción no tiene puertas ni ventanas, está a medias, en obra negra. Lo único que le da color son los grafitis pintados en sus altos muros, que se alcanzan a distinguir desde cualquier ángulo a unos metros de distancia. Desde los restaurantes cercanos o las casas contiguas. Ese es su encanto, dicen algunas personas.


El edificio estaba planeado para tener una plaza comercial en la planta baja, y departamentos en la parte de arriba. Agliberto Llamas rompió con los esquemas tradicionales de construcción de los años 90’s, tenía una visión global, asegura Pons.

“El edificio originalmente tenía como efecto departamentos y abajo un área comercial, que también eso fue adaptándose a los tiempos (…) Agliberto con esa visión que tenía global y de futuro, visualizó que abajo se podía hacer comercio como sucede en prácticamente todo Europa, y arriba vivienda”.

Desde la muerte del arquitecto “se detuvo la obra completamente”.

Pons recuerda que la Torre Andrade era la más alta de León hace más de 20 años, cuando empezaron a construirla. Mide 53 metros de altura y tiene 15 pisos.

“Ahorita y con la cantidad de edificios que hay en el norte, que son de 30 o 40 pisos ya superan por mucho esta torre”.

¿QUIÉN ES EL ARQUITECTO DE LA TORRE ANDRADE?

En palabras de Pons, el arquitecto Agliberto Llamas acabó con los modelos tradicionales de ese entonces, y sus obras representaban una arquitectura contemporánea. Construyendo espacios originales como el Templo de San Judas Tadeo y varias casas de la colonia Andrade.  

“Está el Templo de San Judas Tadeo, que yo creo que rompió con los cánones de una ciudad tan tradicional como la nuestra, tiene también el edificio que está en Las Américas, tiene mucha obra ahí en la Andrade”.

El arquitecto Mariano Arreola Calleros estudió la obra de Agliberto Llamas desde hace 10 años como proyecto final de su maestría, incluso escribió un libro en el que repasa su obra, llamado ‘Agliberto Llamas Jiménez, la evolución de la modernidad hacia una identidad arquitectónica'', publicado en diciembre del 2021. En su obra, el profesionista habla de un movimiento moderno y una tendencia en León, y ahora disponible en el Museo de las Identidades Leonesas.

REVIVEN LA TORRE COMO “GUARIDA CULTURAL”

Un colectivo de artistas tomó la Torre Andrade en el enero del 2021, convirtiendo un edificio viejo en un punto de encuentro artístico y cultural. El Centro de Investigación y Laboratorio de Manifestaciones Culturales ofrece una experiencia diferente a los aficionados del arte urbano o a cualquier tipo de expresión.

“Nuestro trabajo es fungir como una guarida cultural para la ciudad”, cuenta Eduardo Cornejo, de 32 años, a La Silla Rota.

Poco a poco han, este colectivo ha hecho ruido, llamando la atención de los millennials, porque son un puente para los talentos emergentes.

En la torre realizan talleres de arte urbano, dibujo, expresión corporal, revelados analógicos, así como la organización de bazares, exposiciones de fotografía, de pintura, conciertos, ciclos de cine, incluso presentaciones, batallas de rap y lucha libre.

Lo que orilló a los creadores a abrir este espacio fue que los artistas de la ciudad a veces no tienen la posibilidad de exponer su trabajo en una galería o en un museo, por los trámites burocráticos de las instituciones culturales, detalla Eduardo. 

“Todos estos agentes culturales, la dolencia que tenían era de un espacio en que pudieran trabajar flexiblemente, tener más posibilidades y una mejor comunicación”

Este colectivo ya lleva tres años habitando la torre, en colaboración con la revista Pravia Magazine, pero formalmente cumplieron un año con la apertura al público.

Sobre este nuevo uso, el exdirector de Desarrollo Urbano opina que es una buena noticia que un colectivo haya tomado este espacio para hablar de temas culturales.

¿ES SEGURO HABITARLA?

Después de 28 años, el viejo edificio tiene ya otro uso. Al preguntar a Oscar Pons si existe algún riesgo de que la construcción cayera por esta inconclusa, dijo que no, que “todo parece indicar que la obra está muy bien cimentada”.



Al comparar con el edificio que estaba frente al Monumento a la Madre, en el fraccionamiento Guadalupe, que fue demolido en abril del 2020, el exfuncionario dijo que a diferencia de esa obra, la Torre Andrade es segura. 

“Todo parece indicar que la obra está muy bien cimentada, pero es una obra inconclusa, habría que ver en qué circunstancias se encuentran las instalaciones eléctricas, es obvio que no hay puertas ni ventanas en los pisos, y que cualquiera puede sufrir un accidente ahí”.

“Yo creo que tiene dos vertientes: la buena y la mala. Es más buena que mala, que bueno que haya un colectivo sobre todo en el tema cultural y estén tomando este espacio para hacer actividades ahí, lo malo puede ser que es una torre inconclusa que a lo mejor no tiene todos los elementos de seguridad si no tuviera los permisos de funcionamiento”.

La misteriosa Torre Andrade tiene una nueva cara. El arquitecto Agliberto Llamas no alcanzó a terminarla, quienes la ocupan ahora guardan el recuerdo a través de los colores y el arte.  

FOTOS: IVONNE ORTIZ / LA SILLA ROTA