Los requisitos son muy claros. El nuevo Fiscal General de Guanajuato debe ser abogado, tener “buena reputación” y ser guanajuatense. Debe ser mexicano por nacimiento y haber vivido aquí los últimos 5 años, según la Ley estatal.
Eso significa que no pueden contratar a alguien de afuera.
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La gobernadora electa, Libia Dennise García, tiene su primera gran decisión en seleccionar al nuevo Fiscal General del Estado, una posición clave. El nuevo Fiscal debe hacer la gran estrategia para recuperar la paz en Guanajuato y poner orden.
Por lo mismo se requiere a hombre o una mujer capaz, con conocimiento de la problemática y de la institución y con un perfil de honestidad a toda prueba. No puede llegar a ese cargo un corrupto o una corrupta. Se necesita a una persona a toda prueba, con un interés grande por recuperar la seguridad de Guanajuato y por frenar a los narcotraficantes, criminales y huachicoleros.
Guanajuato está a tiempo de actuar.
De lo contrario, el crimen organizado tomará el control de todo, como en Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Baja California Norte, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Jalisco Tamaulipas, Durango o Zacatecaas, territorios perdidos en México.
Guanajuato todavía puede frenarlos.
En aquellos estados el crimen organizado ya controla las corporaciones policiacas, a los jueces y a los alcaldes. Aquí todavía no logran asentarse y controlar todo.
Guanajuato tiene su última oportunidad de salvarse.
Para eso se requiere a una gran gobernadora, Libia García, que le entre al tema, y que asigne a las personas correctas para salvar al Estado. Por lo mismo se necesita un gran Fiscal General, una persona que le entre al combate al crimen organizado, que tenga experiencia y que tenga un gran amor por Guanajuato.