LEÓN ABANDONADO

San Miguel, Venecia y la Gran Plaza: los centros comerciales que se hunden en el olvido

Los pasillos que antes se llenaban de vida hoy son territorio del silencio

Plazas Fantasma en León
Plazas Fantasma en León.Plazas Fantasma en LeónCréditos: Gustavo Carreón
Escrito en GUANAJUATO el

León, Guanajuato.- Ahora ya "se usa" comprar en línea. Las tiendas se fueron, los cines cerraron, las rentas subieron y el e-commerce empujó lo que ya estaba debilitado. El resultado está a la vista: plazas que fueron punto de encuentro lucen cortinas abajo, pasillos apagados y locales en renta eterna. Este es un recorrido por los centros comerciales que cayeron —o están en la cuerda floja— y lo que cuentan sobre la ciudad.

 

Plaza San Miguel: del experimento urbano al abandono

Plaza San Miguel Foto: Gustavo Carreón

Inaugurada el 6 de diciembre de 1983 como apuesta para “revitalizar” una zona problemática, Plaza San Miguel fue pensada como un nodo comercial y social. Cuatro décadas después, es símbolo de decadencia: pasillos vacíos, muros grafiteados, servicios colapsados. Crónicas locales y reportajes recientes documentan su deterioro año con año. 

 

Más allá de la nostalgia, San Miguel revela una lección: su ubicación fuera de los nuevos corredores de consumo y la falta de renovación del mix comercial la dejaron sin defensa frente a la expansión de formatos más grandes y experienciales. Como Centro Max o Altacia.

 

La Gran Plaza: el ícono noventero que se desangra

La Gran Plaza abrió el 15 de noviembre de 1991; durante años fue sinónimo de estatus. La salida de Fábricas de Francia en 2019 la dejó herida. Después, llegó el golpe de los cines: en octubre de 2024 cerró Cinépolis y el efecto dominó se hizo evidente. Hoy, los recuentos periodísticos hablan de decenas de locales vacíos y de una agonía a cámara lenta, pese a intentos de reactivación.  

La Gran Plaza Foto: Gustavo Carreón

El dato histórico importa: el cierre de Fábricas de Francia no fue aislado; la marca desapareció a nivel nacional entre 2018 y 2019, y la sucursal de La Gran Plaza bajó la cortina definitivamente el 30 de julio de 2019. Ese retiro debilitó el flujo y rompió el equilibrio de anclas que sostenía al complejo.  

 

Plaza Venecia: del sueño temático al “reboot” asiático

Plaza Venecia nació en 2003 con una promesa lúdica: arquitectura inspirada en la ciudad italiana y un paseo distinto sobre López Mateos. Tenía lanchas para transportarte como en Venecia, Italia. Con los años perdió brillo y quedó semivacía. En 2025 comenzó una reconversión atípica: el inmueble renació como una gran tienda de artículos importados, una señal clara de hacia dónde se mueve el consumo low-cost y de conveniencia. La cobertura local ubica la reapertura paulatina y su nueva vocación comercial.  

Esta “segunda vida” no es una resurrección del centro comercial clásico; es más bien un cambio de formato que aprovecha la ubicación, reduce costos operativos (un solo operador en lugar de decenas de locatarios) y apuesta por rotación y precio.

 

Plaza Insurgentes: nostalgia que resiste

Plaza Insurgentes Foto: Gustavo Carreón

Entre Jardines del Moral y Paseo de los Insurgentes subsiste una plaza atrapada en los setenta-noventa: locales pequeños, pasillos estrechos, oferta fragmentada. La prensa local la describe como “plaza fantasma” y, a la vez, como un sitio que se resiste a desaparecer, con islas de restaurantes y comercios que aún le dan pulso. Es el eslabón que muestra cómo la microespecialización puede alargar la vida, pero no garantiza futuro.  

Plaza Insurgentes Foto: Gustavo Carreón

 

Becu, la olvidada del Centro

A unos pasos de la Plaza Principal, la plaza comercial Becu es otra cápsula del tiempo: hoy alberga apenas un par de negocios en planta baja. Su caso desnuda la pérdida de centralidad comercial del primer cuadro frente a los nuevos polos de consumo periférico.  

 

Qué nos dicen estas ruinas (y semiruinas)

Las anclas mandan. Donde se fueron cines y departamentales, se fue el flujo. La Gran Plaza es el ejemplo más claro: el cierre de Fábricas de Francia y luego de Cinépolis fracturó el ecosistema interno.  

La periferia ganó la batalla. Altacia, Plaza Mayor y corredores como Aeropuerto y eje norte-poniente concentraron la nueva inversión; las plazas medianas y viejas, sin remodelaciones profundas, quedaron expuestas. (Contexto derivado de la cronología de cierres y aperturas citadas arriba.)  

La reconversión es posible, pero no siempre “en plaza”. El caso Venecia muestra que a veces el inmueble sobrevive, no el modelo de mini-locales. Cambiar a un solo operador reduce fricción y capta tendencias de precio.  

 

¿Qué sigue?

 

Hay tres salidas, vistas en otras ciudades del Bajío y de México:

— Uso mixto (oficinas, consultorios, educación, cowork, vivienda en niveles superiores). En León ya asoman intentos de reconvertir espacios internos a oficinas en inmuebles con ubicación estratégica, aunque la escala varía. (Inferencia apoyada en coberturas locales de reactivación y nota de riesgo por salida de cines).  

— Reanclaje cultural/deportivo (bibliotecas, makerspaces, gimnasios de cadena) para reactivar flujos no solo de compra.

— Operadores únicos tipo “bazar permanente” o tiendas mayoristas, como la reconversión en Venecia.  

 

Epílogo: memoria urbana

 

Cada plaza cuenta una versión de León: San Miguel, la ciudad que quiso modernizarse temprano y falló en el mantenimiento; La Gran Plaza, el esplendor noventero que no se actualizó a tiempo; Venecia, la fantasía temática que hoy se rinde al descuento; Insurgentes y Becu, la persistencia de los formatos pequeños en barrios con historia. El mapa no está cerrado —ni la discusión—, pero las señales son claras: sin inversión, sin nuevo relato y sin anclas, las plazas se quedan en pausa.

 

SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA GUANAJUATO: EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO