León, Guanajuato. Hoy se cumplen cinco años desde que Club León escribió una de las páginas más brillantes de su historia reciente al coronarse campeón de la Liga MX en el torneo Guardianes 2020. Aquella noche del 13 de diciembre de 2020, las “Fieras” vivieron uno de los momentos más memorables bajo el mando del director técnico Ignacio Ambriz, consolidando a León como una potencia del fútbol mexicano.
En el Estadio León, frente a miles de aficionados que vivieron el regreso de los seguidores a las gradas tras las restricciones por la pandemia, los Esmeraldas completaron una campaña dominante. Tras superar la fase regular con contundencia y dejar atrás a rivales como Puebla y Chivas en la liguilla, León se plantó en la final del torneo para enfrentarse a Pumas UNAM. El marcador global de 3-1 favoreció a los guanajuatenses, que cerraron la serie con una victoria que desató la euforia en toda la ciudad.
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Ese título marcó la octava liga en la historia del Club León, sumándose a los campeonatos obtenidos en 1947-48, 1948-49, 1951-52, 1955-56, 1991-92, Apertura 2013 y Clausura 2014.
Aquel campeonato también tuvo un significado especial por el contexto en el que se consiguió. El torneo Guardianes 2020 se disputó en medio de la pandemia de Covid-19, con estadios semivacíos, protocolos sanitarios estrictos y una incertidumbre constante dentro y fuera de la cancha. En ese escenario atípico, León mostró regularidad, carácter y un estilo de juego sólido que lo convirtió en el equipo más consistente del certamen, liderando la tabla general y confirmando su favoritismo en la liguilla.
Cinco años después, aquella final ante Pumas sigue siendo un punto de referencia para la afición esmeralda, no solo por la obtención del título, sino por lo que representó a nivel institucional y deportivo. Fue el cierre de una etapa dorada bajo el mando de Ignacio Ambriz y una noche que reafirmó la identidad competitiva del club, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva del fútbol leonés.
Para la afición y la institución, aquel campeonato significó no solo una estrella más en su vitrina, sino la consolidación de un proyecto deportivo que mantenía al León como uno de los clubes más laureados del fútbol mexicano. Hoy, cinco años después, la memoria de ese logro sigue viva entre hinchas y en las calles de la Perla del Bajío, recordando una noche de diciembre que quedó inscrita en la historia del balompié nacional.
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