León-. Es una mañana del 10 de junio, en los puestos de revistas, en uno de los principales periódicos de la ciudad apareció la noticia: “Asesinan a dos bebés”. Un hecho violento volvió a marcar la vida de los leoneses cuando la noche anterior, poco después de las 9:21 p.m., un grupo de hombres armados entraron a una vecindad en la calle Pénjamo y dispararon a 4 mujeres y 2 bebés. Todos fallecieron.
Un vecino de la Industrial estaba recargado sobre el muro de una de las esquinas de la calle Pénjamo, dirigía su mirada hacia la casa con el número 405, lo mismo hizo una mujer a un lado de él, señalaba el mismo edificio en donde ocurrió la masacre en el que perdieron la vida una bebé de 3 meses y un niño de 2 años, y cuatro mujeres, una de ellas, era la abuela, según versión de los vecinos.
“Como 3 o 4 meses llegaron las familias ahí, remodelaron todo. Son departamentos” dijo un taquero que tiene su puesto cerca de la vecindad. Elementos de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGE) patrullaban por la manzana de la calle Pénjamo abordo de camionetas con los vidrios polarizados, los agentes, de saco y corbata, a medida que pasaba el medio día volvieron a asegurar la zona, algunos ingresaron al interior de la vecindad, otros se situaron al frente, dos más en la esquina en un fábrica abandonada en la calle Celaya, solo una patrulla con elementos de Guardia Nacional (GN) circulaban abordo de una "Dodge ram".
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Era una colonia tranquila
La colonia Industrial era un barrio tranquilo, expresó uno de los vecinos que señaló la calle con el dedo índice: “Después de las 8 de la noche pasa gente no muy buena”. Otro de los vecinos que le acompañaba, añadió: “Aquí es pura pasada de malandros, pasan mucho para Chapalita”.
En la casa que se convirtió en elemento de un crimen tiene 2 locales: un establecimiento de diseño de lonas publicitarias, antes era una tienda de abarrotes, el segundo, una fonda de almuerzos, en medio se encuentra la entrada a la vecindad, una puerta de metal ya con la cinta precautoria de color amarillo rota, a un costado, medidores de luz enumerados del 1 al 7, las cortinas de los locales estaban cerradas, las puertas de las casas contiguas también, como si nadie quisiera salir por lo ocurrido, por el miedo de la noche de ayer.
Estaba descansando cuando escuchó los tiros, toda su vida vivió en la Industrial, y no había pasado nada hasta antes de las 9: 21 p.m. del pasado 9 de junio en el que un grupo de 4 hombres le arrebataron la vida a toda una familia.
Él, que vivía cerca de esa casa con fachada anaranjada, ya solo escuchó las detonaciones: “Los balazotes, como 8 por hay, pues yo no salí”.
La colonia Industrial era tranquila
“Toda la vida, tranquilo… Tranquilo… Aquí no pasaba nada, andaba uno en la calle, no es que se cambia cada gente” expresó uno de los residentes de la colonia Industrial. Le preguntaron sobre los menores que fallecieron en el interior de una de las viviendas: “Yo creo que eran mariguanos, porque alcoholizados no lo hacen, solo que anden mafufos, aquí era muy seguro, aquí no había broncas de nada. Era una zona segura, muy tranquila”.
“Yo creo que eran mariguanos, porque alcoholizados no lo hacen, solo que anden mafufos, aquí era muy seguro, aquí no había broncas de nada. Era una zona segura, muy tranquila” expresó uno de los vecinos de la colonia Industrial
Una vecina, que vive cerca de ahí, comúnmente va a la tienda y pasa por la casa en donde pasó todo: “Yo tengo viviendo aquí 10 años esta zona era bien tranquila, más tranquila que Chapalita. Me asusté, me dio mucho miedo, esa hora yo vengo a la tienda en la noche y dije hay no que bueno que no fui a la tienda”.