León.- “Actuó solo”, fue la teoría que sostuvo, hasta el final de sus días, el abogado Miguel Montes García, el primer fiscal que tuvo a su cargo la investigación por el asesinato de Luis Donaldo Colosio en marzo de 1994. Sin embargo, no había sido esa su postura cuando comenzó a averiguar el caso, con cuyas primeras evidencias había afirmado que el crimen era producto de una conspiración para eliminar al candidato presidencial por el PRI.
Están por cumplirse 30 años de aquel magnicidio, cuando en plena campaña Colosio fue víctima del atentado durante un mitin en Tijuana, y al asesino convicto Mario Aburto le quedan menos de 2 meses en la cárcel, purgando sentencia en el penal federal de Ocampo, Guanajuato. Por estas fechas se ha reavivado la polémica sobre las circunstancias en que fue cometido el crimen, reverdecen las dudas y la polémica por la versión oficial de que se trató de un asesino solitario.
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Trayectoria guanajuatense
Aunque nació en Degollado, Jalisco, Miguel Montes García forjó su brillante trayectoria profesional y personal en Guanajuato. Egresado de la carrera de Derecho en la Universidad de Guanajuato, ocupó destacados cargos a nivel federal y estatal. Fue procurador de la Defensa del Trabajo, director de Educación del estado y secretario de Gobierno bajo el mandato de Luis H. Ducoing, entre 1973 y 1976.
Fue profesor de la Facultad de Derecho en su alma mater y un destacado priista, diputado local, diputado federal (presidente de la Cámara de Diputados) y ministro de la Suprema Corte.
Primer fiscal
De esta última encomienda en el Poder Judicial, donde lo había propuesto Carlos Salinas de Gortari, el jurista Montes García fue designado el 25 de marzo de 1994 como fiscal para investigar el asesinato del candidato del PRI a la Presidencia de la República, cometido tan solo 2 días antes.
Se convertiría así en uno de los protagonistas de ese episodio oscuro en la historia del país, en un tema que estaba en el foco de la atención de prácticamente todos los mexicanos.
¿Quién mató a Colosio? La detención de Mario Aburto sería, de acuerdo con la primera versión brindada por el fiscal especial Montes García, era solamente la del autor material, que era parte de una conspiración. Los también detenidos incialmente Jorge Antonio Sánchez Ortega (ahor señalado como “segundo tirador”) y Vicente Mayoral, también serían parte, de acuerdo con las investigaciones preliminares.
Sánchez Ortega fue detenido mientas huía y llevaba un arma, según dijo en su momento el entonces gobernador Ernesto Ruffo.
El libro “¡¡Complot!!”, de Dora Elena Cortés y Manuel Cordero, reveló detalles de una complicada maquinaria logística para llevar a cabo el atentado. El trabajo de investigación de estos periodistas tijuanenses tomó en cuenta datos que también conoció la fiscalía especial.
A pesar de todas las evidencias, tan solo 3 meses después de las pesquisas, Miguel Montes García cambió radicalmente su postura y sostuvo, invariablemente, que Mario Aburto había ejecutado solo el plan de matar al candidato, pues el asesino estaba obsesionado con el PRI y tenía en mente también atentar contra el presidente Salinas de Gortari.
Miguel Montes murió el 11 de septiembre de 2020 en León, sin cambiar su postura: “Aburto actuó solo”.