León-. El 28 de septiembre se celebra en Guanajuato la toma de la Alhóndiga de Granaditas, una de las batallas más feroces de la Guerra de Independencia, que marcó la primera victoria para los insurgentes y en la que participó el legendario personaje de El Pípila, sin embargo, no actuó solo, pues otros mineros como él, también formaron parte de la acción bélica para ingresar al edificio virreinal.
Era el año de 1810 ya se había dado el grito de independencia, las huestes de Don Miguel Hidalgo y Costilla se acercaban al centro minero más importante de la Nueva España: Guanajuato. En ese tiempo había decenas de minas y haciendas de beneficio, pese a la bonanza económica, hubo marcadas desigualdades y diferencias en la sociedad novohispana.
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El 28 de septiembre las fuerzas insurgentes y los dragones realistas leales a la corona de España se enfrentaron, el Intendente Juan Antonio Riaño y Bárcena, militar con experiencia en campaña contra los ingleses, se refugió en la Alhóndiga de Granaditas junto con las familias a fines a la monarquía, edificio que fue construido por su instrucción y que hoy es el Museo Regional de Guanajuato.
Mineros insurgentes
El Cronista de la ciudad y profesor de la Universidad de Guanajuato, José Eduardo Vidaurri Aréchiga comentó para la Silla Rota que la primera victoria del Ejercito Insurgente es una hazaña que fue posible por los trabajadores de las minas, que como el Pípila incendiaron una de las puertas de entrada a la Alhóndiga. Los mineros de una de las ciudades más industriales del virreinato hicieron posible la entrada al edificio, y con ello su toma.
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Alhóndiga de Granaditas emblemático y moderno para la época
El historiador de la UG comentó que la construcción que todavía está hoy en pie era de las más modernas de su época “Estaba prácticamente recién concluido, es una obra que impulsó el intendente Juan Antonio Riaño y Bárcena, un hombre que hizo mucho bien a la población de toda la intendencia que correspondería al actual estado de Guanajuato” dijo Vidaurri.
“El edificio se construyó por iniciativa suya: emblemático, el más resistente, el más propicio para defenderse, determinó, a partir del 26 de septiembre, refugiarse y abandonar toda la estrategia de seguridad de la ciudad” relató para La Silla Rota el Cronista de Guanajuato, José Eduardo Vidaurri Aréchiga.
Cartas desde el interior de la Alhóndiga de Granaditas
Vidaurri compartió para este medio que la Guerra de Independencia contiene bastantes anécdotas de lo que duró el conflicto civil una de esas historias es la de unas cartas que se escribieron en el interior de la Alhóndiga de Granaditas, justo el 28 de septiembre cuando la batalla se estaba dando.
“Un personaje se despide su esposa y le cuenta historias, sobre en dónde tiene el dinero escondido, de la mina que había descubierto y que no le había dicho todavía a nadie, de las recomendaciones que hace, para que tome el dinero y se vaya de la Nueva España a la Península hasta que las cosas estén calmadas” contó el historiador José Eduardo Vidaurri Aréchiga.