Guanajuato.- La noticia corrió a la velocidad del sonido y tronido de las balas: Se desató una balacera adentro del Italian Coffe de Irapuato. Todos al suelo: Un hombre enfurecido se levantó de la silla, en el café de Paseo de Solidaridad, y disparó directo a la cabeza de su compañero de mesa que no había terminado su taza de café.
Una reunión secreta, entre capos, pactada para repartir territorios y firmar la paz, había terminado en una traición.
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El pistolero del café era José Antonio Yepez Ortiz, más temido como El Marro, un hombre rudo y cruel que había perdido el control en la mesa. Escuchó a su interlocutor por unos minutos. Interrumpió la conversación abruptamente y se levantó irritado. Sacó su pistola, disparó cuatro o cinco veces, y mató a su acompañante: el enviado especial del narcotraficante Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, el conocido jefe del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
El acuerdo entre capos se había roto antes de iniciar en Guanajuato.
El Marro y El Mencho tenían la intención de hacer un pacto de caballeros para repartirse el territorio, como lo hacían los viejos narcos, como Caro Quintero o Amado Carrillo. El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima y El Mencho, jefe del Cártel de Jalisco, pretendían llegar a un acuerdo para trabajar de manera coordinada y respetuosa -como lo hacen las empresas del transporte o las grandes compañías transnacionales-, sin necesidad de derramar sangre en la calle.
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Pero algo salió mal en la conversación de ese día: el 17 de enero del 2017. De entrada, El Marro quería ver al Mencho y no a un enviado de menor grado, por lo que se sentía menospreciado. Total que el enviado de El Mencho dijo algo que no le agradó a El Marro, y el huachicolero guanajuatense decidió terminar el acuerdo como lo que son, como criminales y matones, y no como los caballeros que pretendían ser.
El tiroteo se extendió por varios minutos sobre el bulevar y el estacionamiento del hotel Holiday Inn Express. Los pistoleros de El Marro mantenían un doble cinturón de seguridad: Una camioneta Lobo color negra estaba en la primera línea de protección. Otra camioneta Tacoma negra estaba en un segundo cinturón. Y un auto Mazda color rojo protegía la huida.
Los sicarios de un bando y otro, dispararon ráfagas en el bulevar. Los pistoleros de El Marro hirieron a uno de Jalisco y levantaron a otro hombre, según las crónicas periodísticas. El saldo del enfrentamiento: un hombre muerto y un herido.
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Los peritos de la Fiscalía de Guanajuato encontraron 17 casquillos quemados. Los primeros cuatro o cinco cartuchos estaban dispersos entre las patas de las sillas. Había un casquillo sobre la mesa. Y tres o cuatro cartuchos más junto al cadáver.
El Marro salió corriendo, apresurado, subió a un vehículo de seguridad y escapó por el bulevar. En la terraza del café Italian quedó tendido, boca arriba, un cadáver. Un hombre robusto, como de 30 años, vestido con una playera de Batman y un pantalón negro, lucía sin movimiento sobre un charco de sangre, con la piernas recargadas en la silla de madera. No alcanzó a reaccionar.
El Servicio Médico Forense hizo el levantamiento del cuerpo que presentaba 8 balazos (3 en la cabeza y 5 en el cuerpo) y registró el nombre del muerto: Paulo Orozco Velázquez, originario de Santa María Tequetexpan, Jalisco, identificado como sobrino político de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
El Marro mató al sobrino de El Mencho.
La Guerra del Huachicol, había comenzado.