Celaya.- Ante la necedad de varias personas en no respetar los espacios destinados para personas con discapacidad, como los cajones de estacionamientos o rampas de acceso en lugares públicos, el Instituto Municipal para la Inclusión y Atención a Personas con Discapacidad propondrá al Ayuntamiento multas más fuertes a quienes las ocupen sin necesitarlo.
Eduardo Vargas, titular del instituto en Celaya, explicó que una medida de esta naturaleza ya aplica en otras partes del mundo, la cual podría servir para que la gente que ocupa los lugares reservados para personas con discapacidad sin en verdad necesitarlo, tomen un poco más de conciencia al tener que pagar elevadas cantidades de dinero, pues de otra manera es difícil que lo entiendan y tengan empatía.
“Eso es algo que crea mucha polémica, pero en lo personal creo que sí es necesario. He tenido la oportunidad de viajar a otros lados, como Estados Unidos, en donde están los discos de no estacionarse y señala la multa de 2 a 3 mil dólares, entonces la gente se espanta y no los estacionan. Son estrategias y es algo que se tiene que trabajar en conjunto para meter una cuota grande a manera de multa y también ejercerla, porque de otra manera no se aprende. Siento que sería importante".
“Eso sería para que las personas respeten esos lugares a ver si así les entra la conciencia para darle ese valor a las personas con discapacidad”.
En la actualidad, muchas personas no respetan los lugares reservados para gente con capacidades diferentes y estacionan sus automóviles en cajones para gente que ocupa sillas de ruedas o bloquean el acceso a rampas en las calles.
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Por ello, el titular del INCLUDIS dijo que dialogará con integrantes del Ayuntamiento para ver la posibilidad de modificar el reglamento de multas en este rubro, y establecer sanciones mucho más fuertes que haga a las personas pensar dos o tres veces el querer ocupar este tipo de lugares.
“Vamos a platicarlo con las comisiones del Ayuntamiento, de hecho lo he comentado con Frías y con Trini en donde incluso hemos hecho campañas en las que hemos pedido a la gente que se ponga en nuestros zapatos, es complicado meterse en los zapatos de una persona con discapacidad, pero las personas tienen dos maneras de aprender: en cabeza ajena que es más complicado o en cabeza propia. Entonces ya lo hemos platicado y hay esa opción, lo cual será una medida interesante”.
JP