SISMO EN LEÓN

Pensé que me estaba mareando: la primera impresión del sismo

El candil se movía de un lado a otro. Nunca habían visto nada así, excpeto los trabajadores mayores que en 1985 sintieron en León el más mortifero y devastador temblor que ha vivido el país, el sismo de 19 de septiembre del '85

Créditos: La Silla Rota
Escrito en GUANAJUATO el

León.- "Como que me mareé", dijo una joven mientras se distanciaba un poco de su computadora. Todos trabajaban en silencio en aquella oficina ubicada en un viejo edificio del centro de León. Solo se escuchaba el sonido de multiples dedos golpeteando las teclas hasta que sus palabras llamaron la atención. Su compañero dirigió la mirada hacia la lampara solo para confirmar lo que ya intuía: "Está temblando".

Los oficinistas lo voltearon a ver. Estaba observando una lámpara en el techo. Siguieron su mirada y se dieron cuenta: el candil se movía de un lado a otro. Nunca habían visto nada así, excpeto los trabajadores mayores que en 1985 sintieron en León el más mortifero y devastador temblor que ha vivido el país, el sismo de 19 de septiembre del '85.

Ellos dos, que ya lo habían vivido hace 37 años, fueron los primeros en levantarse. "No corras", le dijo uno de ellos a sus compañeros más jóvenes mientras caminaba con calma hacia las escaleras viejas.

"Déjame grabo, nomás", respondió ella, ambiciosa por documentar la evidencia. "No ¿qué grabas? ya vente", "camina con calma", le dijo Enrique. Y a ella le "cayó el veinte", no podía confiar en la estabilidad de un edificio de más de 50 años de antiguedad. Pero faltaba alguien.

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Su jefe salió de pronto. "Está tamblando", avisó. Para ese momento ya solo quedaban ellos dos en el edificio y una vez que se aseguraron de que no faltara nadie se salieron. Antes echó un vistaso a su libreta de anotaciones, la más importante de sus pertenencias. "Ni modo".

Crédito: La Silla Rota

"Pensé que me estaba mareando", le dio la oficinista sus compañeros cuando se reunió con ellos. Todos miraban los edificios de alrededor. De pronto la calle Hermanos Aldama en el centro de León se llenó de murmullos.

Algunos se buscaban la mirada para entablar un dialogo no verbal. "¿Tú también sentiste eso, verdad?" se preguntaban sin palabras y solo con sus expresiones faciales. "Dije: me mareé", "Sí, yo igual", escuchó decir a otras personas. Nadie lo podía creer, nunca habían sentido algo así, al menos los más jóvenes.

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Mientras buscaban información en sus celulares alguién confirmó: "Tembló en Michoacán. 7.8 grados".

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