AMLO y las claves del mensaje
La intervención del expresidente en horas críticas tras la remoción del otrora fiscal federal Alejandro Gertz supone un respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum. “Apoyémosla todos”, convocó. Pero hay dos interrogantes al respecto: ¿La mandataria le solicitó tal gesto? Si no fue así, la lectura del mensaje del tabasqueño debe ser totalmente diferente. Y si la Presidenta sí pidió ayuda, el enigma se orienta a qué está ocurriendo dentro del obradorismo que se consideró necesario el posicionamiento desde Palenque. La respuesta sólo está parcialmente a la vista: hasta donde han podido conocer las lenguas viperinas que escuchan más de lo que se cree, hubo una adecuada sincronía entre las principales facciones del oficialismo en favor de que Gertz Manero se fuera a su propio rancho, así esté ubicado en Alemania y otro país. ¿Entonces para que AMLO?
¿Llamadas de Gertz? ¿Y Esquer?
¿Cuál habría sido el propósito del entonces todavía fiscal Gertz cuando se acuarteló en sus oficinas y -aseguran diversas fuentes, entre ellas el columnista Salvador García Soto- buscó contactar telefónicamente a López Obrador hasta Chiapas? ¿Ofrecerle que no tocaría sus intereses -por ejemplo, meter a la cárcel a Adán Augusto López, todavía líder senatorial- o amenazarlo con revelar documentos explosivos? ¿Por qué durante los recurrentes recesos en la sesión crítica del Senado el legislador Alejandro Esquer, exjefe de la Oficina de la Presidencia bajo López Obrador, estuvo sumamente activo cabildeando, se nos dijo, en contra de la defenestración de Gertz Manero?
Los Tehuacanes sin gas
Una máxima política que recorre la historia contemporánea del presidencialismo mexicano establece que “un expresidente es como un Tehuacán sin gas”, lo que supone que una vez que el personaje se despoja de la banda presidencial, su peso político entra en deterioro acelerado. Así ocurrió incluso con aquellos que disfrutaron de insólitas cuotas de poder (Calles, Echeverría), si no es que a su salida fueron convertidos en villanos favoritos del momento, como Carlos Salinas. Alguna dosis de ello le tocó ayer a López Obrador, que parecía improvisar una narrativa con más divagaciones de los que ya estábamos acostumbrados. Fue evidente que desde los primeros momentos de su mensaje tuvo en redes sociales un claro coro -espontáneo o concertado- de voces que expresaban su añoranza y adoración, literalmente. Pero según transcurrían los minutos, creció otra avalancha de comentarios -igual, espontánea o pagada- que acabó imponiéndose con descalificaciones e insultos. Una hora después de que se difundió el video se contaban ya de estos últimos ¡cuatro mil! . Qué bueno que el exmandatario descartó que fuera a realizar una gira para promover su nuevo libro (y ya anunció otro), porque sería difícil prever con qué tipo de escenarios se encontraría.
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¿El fin de los fiscales autónomos?
Nos aseguran que el golpe político que derrumbó al exfiscal federal Alejandro Gertz pondrá bajo tierra también al modelo mismo de las fiscalías transexenales imaginadas como contrapesos de los ejecutivos. La presidenta Claudia Sheinbaum ya se ha pronunciado al respecto, en particular en favor de que los fiscales inicien y terminen su gestión al compás de los mandatarios en turno, en el ámbito federal y en los estatales. Y como nunca se ha contado con un verdadero nuevo diseño de fiscalía autónoma (Gertz Manero mismo se opuso a ello), en los hechos volveremos al modelo de las viejas Procuradurías. Lo veremos pronto con la fiscal Ernestina Godoy, que pasará a fungir como la encargada de un despacho más del gobierno, y quizá ni siquiera eso, pues variadas áreas bajo su presunta autoridad han empezado a quedar en las manos del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
