En México, cuando hablamos de pensiones por lo regular pensamos en 3, pensión IMSS, pensión ISSSTE y la Pensión del Bienestar, pero en esta ocasión hablaremos de las 2 primeras, es decir, las pensiones contributivas, que son las que se entregan después de haber cotizado en estas instituciones.
Las pensiones otorgadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) son una prestación fundamental para millones de personas que, tras años de trabajo, acceden a un ingreso regular durante su retiro. Estos sistemas de seguridad social fueron creados con el objetivo de proteger a los trabajadores y sus familias ante contingencias como la vejez, la invalidez o el fallecimiento.
Antes que nada debes recordar que, el IMSS otorga pensiones principalmente a personas que trabajaron en el sector privado y estuvieron registradas ante el instituto por sus patrones. Por su parte, el ISSSTE atiende a quienes laboraron como empleados del gobierno federal, estatal o municipal. Aunque los regímenes tienen diferencias en cuanto a sus reglas y requisitos, ambos garantizan un ingreso periódico para quienes cumplieron con los años de servicio, edad y aportaciones exigidos por la ley.
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Existen diferentes tipos de pensiones dentro de cada institución. Las más comunes son las pensiones por cesantía en edad avanzada y por vejez, que se otorgan al cumplir cierta edad y haber cotizado el número mínimo de semanas requeridas. También existen pensiones por invalidez, por riesgos de trabajo, por viudez, orfandad y ascendencia, las cuales protegen a las personas cuando pierden la capacidad de trabajar o a sus familiares cuando el asegurado fallece.
Recibir una pensión significa, para muchas personas, la posibilidad de vivir con autonomía y dignidad en su etapa de retiro. En la mayoría de los casos, ese ingreso representa la única fuente económica con la que cuentan los adultos mayores para cubrir sus necesidades básicas como alimentación, salud, vivienda y transporte. Por eso, su regularidad y continuidad son esenciales para millones de hogares en todo el país.
IMSS e ISSSTE: ¿por qué es importante recibir una pensión en México?
Contexto: De acuerdo con cifras oficiales, más de 10 millones de personas en México reciben actualmente una pensión por parte del IMSS o del ISSSTE. Esta cifra crece cada año conforme envejece la población y más trabajadores alcanzan los requisitos para jubilarse. El sistema de pensiones no solo impacta a los beneficiarios directos, sino también a sus familias, ya que en muchos casos el dinero recibido se comparte entre varios miembros del hogar.
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A pesar de ser un derecho adquirido, la pensión no es incondicional. Tanto el IMSS como el ISSSTE establecen reglas claras que los beneficiarios deben seguir para conservar su pensión, como evitar reincorporarse a un empleo formal sin autorización, mantener actualizados sus datos o no haber incurrido en fraude al momento del trámite. El desconocimiento de estas normas puede llevar a la suspensión o pérdida del beneficio.
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Comprender cómo funcionan las pensiones, quién tiene derecho a recibirlas y bajo qué condiciones pueden mantenerse es fundamental para garantizar un retiro tranquilo y sin contratiempos. Informarse adecuadamente, consultar con especialistas y mantener comunicación con las instituciones puede marcar la diferencia entre vivir con certeza económica o enfrentar complicaciones en una etapa vulnerable de la vida.
Motivos por los que puedes perder tu pensión del IMSS o del ISSSTE
Aunque la pensión es un derecho garantizado por la ley, existen escenarios en los que el IMSS o el ISSSTE pueden suspender el pago. Esto no ocurre de forma arbitraria, sino por causas específicas previstas en la Ley del Seguro Social, la Ley del ISSSTE y sus respectivos reglamentos.
- Reingreso a un trabajo con aseguramiento ante el IMSS (en caso de pensión por invalidez o cesantía) puede causar la suspensión del pago si no se informa y no está permitido según el tipo de pensión.
- Fraude o falsificación de documentos: si se detecta que la pensión fue otorgada con base en información falsa o información duplicada.
- No acudir a revisiones médicas en caso de pensión por invalidez.
- No actualizar tus datos bancarios, personales o de contacto.
- Fallecimiento del pensionado (cuando se detecta que un familiar sigue cobrando indebidamente).
- Incompatibilidad de pensiones ISSSTE: si cobras dos pensiones que no son compatibles (por ejemplo, una de jubilación y otra de invalidez sin autorización).
- Reingreso al servicio público sin informar al ISSSTE (si estás jubilado).
- Omisión en la comprobación de supervivencia en el extranjero (cuando se requiere).
- Cambio de domicilio o datos sin notificación al instituto.
- Para las pensiones por cesantía en edad avanzada o vejez del IMSS, puedes trabajar después de pensionarte, pero solo si el nuevo empleo no está registrado ante el IMSS como patrón.
- En el ISSSTE, puedes regresar al trabajo si la ley lo permite (por ejemplo, si estás jubilado por años de servicio) y se hace el aviso correspondiente.
¿Cómo cuidar tu pensión?
- Notifica cualquier cambio en tus datos personales, domicilio o estado civil.
- Evita reingresar a un empleo formal sin consultar al IMSS o ISSSTE.
- No proporciones documentos falsos ni participes en trámites dudosos.
- Conserva los comprobantes y notificaciones del instituto.
- Consulta con regularidad tu situación a través de las plataformas oficiales.
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Perder una pensión puede tener consecuencias graves, especialmente si no se cuenta con otro ingreso. Por eso es clave conocer las reglas, actualizar tu información y estar al tanto de tus derechos y obligaciones como pensionado.
GP