La industria de los videojuegos ha sido históricamente dominada por hombres, lo que ha llevado a que las mujeres que desean participar en ella se enfrenten a múltiples obstáculos, incluyendo la violencia y el acoso en línea. En particular, las mujeres gamers han sido objeto de acoso, discriminación y abuso por parte de hombres gamers

Samahara Fernández, Desarrolladora Front-End y Gamer es una de las mujeres que ha logrado crear una comunidad sana, pero a pesar de esto se ha encontrado con distintas violencias digitales que aparecen cuando su voz se presenta dentro de los juegos en línea. De acuerdo con Samahara, los videojuegos en línea cambiaron su perspectiva desde que tenía 14 años ya que en ellos descubrió un espacio en donde podía enfrentarse a jugadores reales. 

Me encantó esta parte de enfrentarte a otros jugadores, ver que la otra persona que ya no es un bot programado, sino que él está pensando igual que tú en ir y atacar o cubrirse […] Fue una experiencia completamente distinta a lo que estaba acostumbrada, afirma Samahara Fernández.

De ese momento han pasado 12 años y durante ese camino se ha encontrado con experiencias violentas que están sumamente normalizadas entre la comunidad gamer masculina. Desde un racismo muy profundo por ser mexicana, hasta el acoso continúo por reconocer su voz femenina dentro de los juegos, esto llevó a Samahara a familiarizarse con aquellos insultos continuos.

El acoso en línea hacia las mujeres gamers es una realidad alarmante. Según una encuesta realizada por la Asociación de Software de Entretenimiento, el 44% de las mujeres que juegan videojuegos han experimentado acoso en línea; de esas mujeres, el 65% recibió amenazas de violencia y el 35% recibió amenazas de muerte. Además, el 29% de las mujeres encuestadas dijeron haber sido acosadas sexualmente en línea.

En los juegos en línea está muy normalizado este odio. Por ejemplo, cuando detectan que hablas español y que soy mexicana, ahí empieza un problema, pero cuando se dan cuenta que eres mujer, ese hate se duplica […] entonces como que empezaba a familiarizarme con ese tipo de insultos porque los estaba escuchando todo el tiempo, explica Samahara.

Si bien Samahara se ha familiarizado con aquellos comentarios violentos, su lucha dentro del mundo gamer se ha centrado en visibilizar esta violencia y mantenerse firme en su decisión de usar su voz real dentro de los juegos y no cambiar su nombre de usuaria para ser confundida con un hombre, esto a pesar de la gran cantidad de comentarios que recibe en donde los otros jugadores hablan abiertamente de abusar sexualmente de ella e, incluso, asesinarla más allá del plano virtual.

En el video (compartido en sus redes sociales) el tipo dice ‘quiero violarla porque tiene voz de princesa’ y me acordé de cuando tenía 16 años, cuando empecé a usar más mi micrófono porque tenía esta curiosidad de hablar con otras personas y recibía este tipo de ataques y me di cuenta de que nada ha cambiado, o sea, desde mis 16 años a mis 31, no ha cambiado absolutamente nada, afirma Samahara.

Las agresiones online que llegan al mundo real

Aunque la realidad es que este tipo de agresiones suceden en el entorno digital, la sensación de ser violentada por el simple hecho de ser mujer no es diferente ya que a esto se le suma la impotencia de no saber cómo responder ante estos comentarios y la incertidumbre de no saber si algo que dices en el micrófono generará una ola de odio machista. Samahara define esto como un “frío que recorre el cuerpo”.

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Los juegos que Samahara disfruta son de batalla y combate, por lo que es muy normal escuchar expresiones como “te voy a matar”, relacionadas con el entorno del juego, pero cuando estos se encuentran dirigidos a mujeres el tono al decirlo se convierte en algo más agresivo y es donde existe la incertidumbre de saber si ellos son capaces de trasladar esta violencia al mundo físico hasta llegar al feminicidio.

Con él (el hombre del video) se sentía la rabia cuando me decía que me iba a matar y sí hay un punto en el que se mete en tu cabeza y dices ‘él no lo está tomando como un juego’ y lo malo es que la gente lo ve muy normal porque hay hombres comentando ‘eso lo vivimos nosotros’ y es como ‘¿por qué lo normalizas?’ y por que tú lo aguantaste, no quiere decir que los demás lo tengan que aguantarlo, reacciona Samahara.

La violencia y el acoso hacia las mujeres gamers son un problema serio en la industria de los videojuegos que afecta su bienestar y su capacidad para participar plenamente en el mundo de los videojuegos. Es necesario que se tomen medidas para abordar este problema y promover una cultura de inclusión y respeto dentro de este mundo.

De acuerdo con Helena López, investigadora en el Centro de Investigaciones de Estudios de Género en la UNAM, el entorno digital no se diferencia mucho del entorno físico en cuanto a la cultura machista que impera en la sociedad; así mismo la investigadora afirma que, culturalmente, todos los entornos tecnológicos están asociados a los hombres, entonces las mujeres son percibidas como una “amenaza” para los hombres quienes las auto perciben como “sujetos como poco autorizados para este tipo de prácticas”.

Así mismo, la investigadora afirma que las violencias sucedidas dentro del mundo online no son tomadas con la suficiente seriedad porque los autores se escudan en el “humor” y tachan a las víctimas de ser muy sensibles ante estos comentarios, cuando la realidad es que las agresiones impactan de manera directa en la vida de las mujeres gamers.

Algunas personas lo toman como una broma y como una falta de sentido del humor de parte de las mujeres, dicen que somos demasiado susceptibles, cuando realmente las están violentando, explica la investigadora Helena López.

Esta violencia y el acoso hacia las mujeres gamers tienen un impacto significativo en su bienestar mental y emocional. Muchas mujeres han abandonado los videojuegos por completo debido al acoso y la discriminación que enfrentan en línea. En algunos casos extremos, el acoso ha llevado a mujeres gamers a sufrir trastornos de ansiedad y depresión.

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Debido a ello es importante que se tomen medidas para abordar el acoso y la violencia hacia las mujeres gamers. La Asociación de Software de Entretenimiento ha lanzado una campaña llamada "Jugar para Todos", que busca promover la inclusión y la diversidad en la industria de los videojuegos y reducir el acoso en línea, por su parte, los jugadores también pueden hacer su parte denunciando el acoso y apoyando a las mujeres gamers en línea.

Las mujeres gamers que no son reconocidas

El acoso también se extiende a los espacios de juego en línea. Las mujeres gamers a menudo son excluidas de los equipos y torneos en línea, y las que logran participar a menudo son víctimas de abuso verbal y acoso sexual. La falta de diversidad en la industria de los videojuegos también ha llevado a la creación de personajes femeninos hipersexualizados y estereotipados que refuerzan los estereotipos de género y fomentan la discriminación y el acoso hacia las mujeres gamers.

De acuerdo con la experiencia de Samahara, las mujeres gamers son poco reconocidas dentro de esta comunidad ya que son consideradas “possers” al no cumplir con las expectativas de los hombres. Así mismo, Samahara reconoce que el machismo dentro de los juegos en línea, además de violentar directamente a las jugadoras, también les ha quitado el derecho de ser malas cuando inician o el poder reconocer su talento cuando se han convertido en expertas.

Nos han quitado hasta el derecho de ser malas […] para para disfrutar el juego no tienes que ser la mejor o la peor, simplemente el hecho de jugar videojuegos y que tengas esa experiencia, pues ya lo disfrutaste, explica Samahara.

Es así como Samahara insiste en la importancia de que las mujeres gamers se nombren y reconozcan sus habilidades y logros, esto como una forma de resistencia ante un espacio virtual que se encuentra dominado por el machismo y la misoginia, pero que poco a poco está siendo conquistado por mujeres que ya no están dispuestas a continuar escondiéndose, una vez más, detrás de pseudónimos masculinos.