Gloria era talla doble J cuando nacieron sus hijos, hace 40 años, los pechos le crecieron en el proceso de lactancia, “eran tan grandes que no podían tomar leche mis hijos, les tapaba la cara”, cuenta en entrevista con La Cadera de Eva. Sin embargo, Erika Tamayo, asesora de lactancia, dice que hay técnicas poder alimentar a los bebés pese al tamaño del pecho.

A sus 11 años, Gloria quien ahora es una mujer mayor de edad, identificó que tenía una mama supernumeraria, es decir, una malformación que es caracterizada por mamás accesorias con sistema ductual completo, aerola y pezón, además de las dos mamás normales. “Yo le pregunté el doctor ‘qué pasaba si no me operaba’, me contestó que iba a dar leche como una perrita, entonces decidí operarme”.

Después de su labor de parto, Gloria se enfrentó con la falta de brasieres que le quedaran, era el año 1981 y aún no se conocía la diversidad de prendas íntimas para las mujeres. “Mi papá tenía que ir a Texas a comprarme ropa, iba a las tiendas donde las negras se compraban porque eran los únicos sostenes que me quedaban”, contó Gloria.

“El tirante del brasier era tan grueso y me sostenía tan bien que se me hundieron los hombros, ahora digo que son mis zurquitos”, dice Gloria de forma irónica.

En este sentido, Tamayo señala que “hay sostenes para la lactancia, ahora hay muchas opciones para las mujeres, además de esto es tener una buena postura, la espalda erguida para que no se lastimen”.

¿Duele amamantar?

Gloria cuenta que le dolía mucho la espalda por el peso de sus pechos, “no sé cómo le hará Sabrina, de verdad la espalda duele”, revela. También, el proceso de dar leche también le dolía, “sientes como te succiona el tirador de leche”. También, siguió las recomendaciones de su abuela y madre sobre comer manzana y tomar un trago de sidra rosada para hacer más leche, aunque, en previas entrevistas Tamayo a sugerido sólo ingerir agua.

Amamantar duele cuando no hay un agarre correcto, cuando la boca del bebé está muy apretada, no está tomando parte de la areola, no hay un agarre profundo, puede doler y salen grietas, eso se corrige, no tiene que ver con las primeras semanas o después, tiene que ver con un mal agarre y se corrige mejorándolo cuando se abre más la boca del bebé y el pecho entra en su boca, de tal manera que el pezón queda atrás”, explicó la experta.

¿Cómo amamantar si tengo los pechos grandes?

Sin embargo, en entrevista con Erika Tamayo, asesora de lactancia, dice: “hay formas en que se puede tomar el pecho para hacerlo lo más delgado y pueda entrar la boca del bebé, la técnica que se utiliza para estos casos es la de hamburguesa”, cuenta la especialista.

La técnica de la hamburguesa para amamantar consiste en hacer un símil del pecho (pezón y areola) con un sándwich de pan de molde (o hamburguesa). Emular cómo si nos comiéramos un sándiwch, según la página Criar con sentido común, es como si lo aplastáramos, hiperextendemos el cuello, abrimos la boca y apoyamos la parte inferior del sándwich en nuestro labio inferior, introducimos el sándwich en la boca y la cerramos. Este movimiento lo realizamos de forma automática, sin pensar. Simplemente lo hacemos y resulta más fácil comer el sándwich, puede funcionar para la lactancia.