Se dice que no hay mejor forma de celebrar a alguien que visitarlo y apapacharlo. Lo mismo se puede decir del café: no hay mejor forma de celebrarlo que visitarlo... y tomarlo.
Hoy se celebrar el Día del Café y te presentamos algunas de las mejores opciones para festejarlo en el Centro Histórico de la Ciudad de México, que no solamente es un emblema de arquitectura y cultura, sino que también se ha convertido en un lugar donde la tradición y la historia se sirven en cada taza de café.
Entre callejones, plazas, palacios y calles, sobreviven cafeterías centenarias que han sido testigos de los innumerables sucesos que han ocurrido en la capital mexicana, desde levantamientos armados hasta desastres naturales, pero lo que hace especial a estos locales es que en sus cuatro paredes guardan las experiencias y anécdotas de artistas, intelectuales y visitantes que buscan combinar la historia y una taza de café recién hecho.
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Las cafeterías más antigua de la Ciudad de México
CAFÉ DE TACUBA
El Café de Tacuba es uno de los establecimientos más emblemáticos del Centro Histórico de la Ciudad de México. Fundado en 1912 por Dionisio Mollinedo, se convirtió en un espacio donde estudiantes, artistas, intelectuales y políticos se reunían, ganando fama como un sitio de tradición y convivencia capitalina.
Además de su deliciosa gastronomía, el lugar ha sido escenario de momentos históricos y culturales inolvidables. Ahí se celebró la boda de Diego Rivera y Guadalupe Marín, se filmó la película "Los hijos de Sánchez" y fue donde Agustín Lara encontró inspiración para componer una de sus más recordadas canciones.
El Café de Tacuba también guarda un aire místico. Se dice que entre sus mesas ronda el fantasma de la monja Clarissa, antigua enfermera del convento de Santa Clara. Empleados y clientes aseguran haberla visto sentada, esperando ser atendida, antes de desaparecer sin dejar rastro, alimentando así su leyenda.
CAFÉ LA BLANCA
La cafetería La Blanca es uno de los lugares más tradicionales del Centro Histórico de la Ciudad de México. Fundada en 1915 por Higinio Gutiérrez Peláez como un expendio de leche, rápidamente se transformó en una cafetería que conquistó a locales y visitantes por su sabor y ambiente familiar.
En 1943, Marciano Diez y Diez impulsó su crecimiento al trasladarla al número 40 de la calle 5 de Mayo, en un edificio histórico que antes fue el Hotel Comonfort. Desde entonces, La Blanca se consolidó como un referente capitalino, visitado por políticos, artistas e intelectuales a lo largo de las décadas.
Su menú conserva la tradición con platillos como chilaquiles, cochinita pibil, enchiladas y su famoso café “lechero”, acompañado de panes y postres. Tras más de un siglo de historia, La Blanca sigue siendo un espacio emblemático donde se mezclan gastronomía, memoria e identidad cultural de la Ciudad de México.
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CAFÉ EL POPULAR
El Café El Popular es uno de los grandes referentes del Centro Histórico de la Ciudad de México. Fundado en 1948 por Luis Eng Fui, un inmigrante chino, este lugar comenzó ofreciendo comida oriental, pero pronto se fusionó con la gastronomía mexicana, creando un menú diverso que lo catapultó al éxito.
Ubicado en la calle 5 de Mayo, a pocas cuadras del Zócalo, el café mantiene un ambiente tradicional que evoca las décadas de 1940 y 1950. Sus enchiladas, desayunos completos, chiles en nogada y su pan recién horneado acompañan la experiencia única de un café con leche servido en vaso de vidrio.
Con más de 60 años de historia, El Popular no solo es un sitio gastronómico, sino también cultural. Abierto las 24 horas del día, ha sido visitado por figuras como Gabriel García Márquez y Fidel Castro, convirtiéndose en un espacio emblemático para chilangos, turistas y noctámbulos que buscan tradición y sabor.
CAFÉ LA HABANA
El Café La Habana es un ícono del Centro Histórico de la Ciudad de México y un testigo de la historia cultural y política del país. Fundado por un español llegado de Cuba, se convirtió en un espacio de reunión para políticos, escritores, periodistas y revolucionarios, incluyendo a figuras vinculadas a la revolución cubana.
A lo largo de los años, este café ha sido fuente de inspiración literaria, siendo ligado a la creación de "Cien Años de Soledad" de Gabriel García Márquez, y punto de encuentro de poetas infrarrealistas como Roberto Bolaño y Mario Santiago Papasquiaro. Su atmósfera bohemia y la tradición de fumar dentro del local lo hicieron único.
Actualmente, El Café La Habana sigue siendo un lugar emblemático para intelectuales y turistas. Su menú combina platillos tradicionales mexicanos con una amplia oferta de cafés, desde espresso hasta café gourmet, manteniendo viva la historia y la tradición de uno de los espacios más legendarios de la Ciudad de México.
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