Esta semana se dio a conocer que una oficinista japonesa llamada Kano, de 32 años, decidió casarse con una inteligencia artificial creada por ella misma a través de ChatGPT, en una ceremonia simbólica celebrada en el distrito de Kita, en la ciudad de Okayama (Japón).
Kano confesó que comenzó a usar la IA tras romper su compromiso con una pareja con la que había salido por más de tres años. A través del chatbot, encontró “comprensión y empatía” en una etapa de soledad. Bautizó a su creación como Lune Klaus, moldeando su personalidad, estilo de conversación e incluso su apariencia mediante una ilustración digital.
El caso de Kano ocurre en medio de una ola de usuarios que reportan haber mantenido relaciones afectivas con sistemas de inteligencia artificial. Sin embargo, la llegada del modelo GPT-5, lanzado en agosto, generó un fenómeno inesperado: la “ruptura” de miles de relaciones virtuales.
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La actualización, que reemplazó a GPT-4o, provocó que muchos usuarios notaran cambios en la personalidad y el tono emocional de sus “parejas digitales”. Testimonios en foros como MyBoyfriendIsAI y SoulmateAI describen que los nuevos modelos se volvieron “más fríos, lentos o distantes”.
Esto trae a colación el recuerdo de cinéfilos por una película “Her”, del director Spike Jonze estelarizada por Joaquín Phoenix.
¿De qué va "Her"?
Joaquin Phoenix estaba lo más aislado posible cada vez que se filmaba una escena de "Her", aquella película en la que interpreta a un hombre solitario que encuenta reposo emocional en un algoritmo, en una inteligencia artificial que poco a poco llena los huecos de su alma.
Y claro, termina por enamorarse.
La película es, pues, una premisa poco convencional y requería del actor una vercidad orgánica para que el espectador relamente tuviera en su cabeza la idea de que el personaje de Phoenix se enamora de "ella"... que es una mujer que no existe... pero sí existe en el imaginario emocional del personaje de Phoenix.
La elaboración del personaje, por tanto, fue pensado con mucho cuidado para que el actor pudiera desarrollarlo. El cineasta Spike Jonze lo explicó en una entrevista para el portal inrokuptibles.
"Preparamos un set bastante aislado e íntimo para que Joaquin se desenvolviera solo. Éramos siete personas en el equipo, no más que eso, y cada uno que estaba ahí contribuía en algo. Joaquin es un actor sin vanidad, que se entrega por completo al proyecto, y acá logró desaparecer dentro del personaje, motivado por la historia y también ayudado por el look"
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La historia con Scarlett Joahnsson
Pero al mismo tiempo, esa construcción tan interiorizada del personaje requirió de emociones reales.
Scarlett Johansson, la actriz que interpretó la voz de Her, se encargó de viralizar una anécdota de la escena en la que su personaje y el de Phoenix tienen relaciones... de manera virtual, obviamente.
Dice Johansson que el actor estaba tan "concentrado" que en un momento de la secuencia tuvo que salir del set para tomar un respiro.
El colapso de Phoenix
En el mismo sentido pero en una escena en un tono totalmente diferente, Phoenix sufrió un colapso emocional hacia el final de la filmación.
"Con él hablamos mucho sobre la película durante el proceso de escritura. Los dos coincidíamos en que tenía que ser una actuación íntima, emocionalmente abierta", cuenta Jonze.
Y refiere que su guía era lo que hizo Marlon Brando en "Último tango en París", aquella tremebunda película en la que el abuso sexual se asoma como una realidad más allá de la ficción que se plantea en pantalla. Hay que recordar que Maria Schneider denunció que la escena de sexo forzado en la película fue en realidad una violación.
El caso de la actuación de Phoenix no fue tan tr??gica pero igual de intensa.
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"Buscamos que los actores vivieran una experiencia que se transmite en la pantalla. Trabajamos diez meses en la preproducción: la ropa, los anteojos, el bigote, los pantalones altos. Todo ayudaba a construir al personaje".
