TURISMO

La Piedra del Gigante: el misterioso atractivo arqueológico en Orizaba

Este es uno de los atractivos turísticos principales del Pueblo Mágico de Orizaba. Su historia llama a cientos a visitarla

La Piedra del Gigante: el misterioso atractivo arqueológico en Orizaba.Créditos: Facebook: Panteón Municipal de Orizaba
Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER. – El pueblo mágico de Orizaba, ubicado en la zona de las Altas Montañas de Veracruz, es un lugar rodeado de mitos y leyendas, incluyendo la de la Piedra del Gigante, una pieza arqueológica que puede ser visitada y se encuentra resguardada en el cementerio municipal.

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La Piedra del Gigante mide 8 metros de largo por 6 metros de ancho, con una altura de metro y medio y un peso aproximado de 60 toneladas, razón por la que se hizo un barandal elevado alrededor de ella para que pueda ser apreciada de mejor forma por las personas que acuden al cementerio municipal “Juan de la Liz Enríquez”.

Facebook: Panteón Municipal de Orizaba

Entre los misterios que rodean a la Piedra del Gigante, está el grabado que tiene en la superficie, que es el de un hombre con una aparente estatura inusual, que rondaría en los 5 metros de altura, de ahí que se le dio el nombre a la piedra. También, a los lados, lo acompañan el grabado de un conejo y un pez junto a varios círculos que representan el año 10 y el día 2.

Facebook: Panteón Municipal de Orizaba

De acuerdo con información mostrada en el lugar, la piedra dataría de entre los años 1300 y 1400 después de Cristo, lo que indicaría que la piedra fue producto de la última erupción que hizo el Pico de Orizaba.

Una de las leyendas más conocidas por los habitantes en cuanto a la Piedra del Gigante, es la de un grupo de jóvenes que se adentraron en el cementerio municipal de Orizaba con la intención de mover la piedra, pues creían que debajo de ella se escondía un gran tesoro. 

Facebook: Panteón Municipal de Orizaba

Así, durante una noche, llegaron con linternas, lazos y herramientas pesadas para hacer las maniobras, pero al intentar moverla, escucharon una voz que decidieron ignorar y continuar. Cuando retomaron las maniobras, comenzaron a sentir como si la piedra tuviera latidos propios, pero entre ellos se dijeron que se trataba de un temblor.

Por último, al haber ignorado las “señales”, escucharon que los llamaron por sus nombres y, que quienes les habían hablado eran sus familiares ya fallecidos, por lo que salieron corriendo asustados y dejaron su herramienta, misma que al día siguiente encontraron totalmente destrozada.

fm