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"Estamos en la tablita", comercios del Centro Histórico de Veracruz al borde del cierre por obras

Comercios del Centro Histórico de Veracruz sufren por el cierre vial en las avenidas Independencia y 5 de Mayo, en donde se realizan obras de mejoras en la imagen urbana

Debido a las obras que llevan varios meses.
Avenida Independencia y 5 de Mayo, son poco transitadas.Debido a las obras que llevan varios meses.Créditos: MARA LOPEZ
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- Las avenidas 5 de Mayo e Independencia permanecen desiertas, mientras los comerciantes y sus empleados enfrentan la preocupación por la falta de clientes. Desde abril de 2025, los negocios del Centro Histórico de Veracruz reportan pérdidas de hasta el 90% en sus ventas, y los trabajadores que dependen de comisiones reciben pagos incompletos.

En el Centro Histórico de Veracruz, la afluencia es mínima sin importar el día o la hora. Desde que comenzaron las obras de rehabilitación simultáneas en las dos principales avenidas comerciales del puerto, los propietarios y trabajadores de tiendas de ropa, telas, calzado y accesorios han sufrido las consecuencias.

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En la zapatería 3 Hermanos, ubicada en Independencia entre Esteban Morales y Mariano Arista, dos empleadas expresan con nerviosismo su temor a perder su empleo. “Estamos en una situación muy precaria”, admiten. Aunque la plantilla laboral se mantiene intacta, el gerente les advirtió hace mes y medio: “Podríamos tener que despedir a alguien”. La empleada más joven, con menos de un año en la tienda, teme ser la primera en irse, pues su salario ha disminuido entre un 10% y un 20% por la falta de clientes.

Por su parte, propietarios como Hugo, con un negocio en la avenida 5 de Mayo, donde no hay banquetas ni tránsito vehicular, estiman que podrán cubrir la renta y los pagos a proveedores hasta diciembre. Si las obras se prolongan, advierten, podrían cerrar definitivamente.

Obras para revitalizar el Centro Histórico

Desde abril de 2025, el corazón de la ciudad es escenario de obras que, según la alcaldesa Patricia Lobeira, buscan “revitalizar el Centro Histórico de Veracruz”. Estas forman parte de la segunda etapa de un Proyecto Integral iniciado en su administración, que incluye la rehabilitación de redes hidráulicas y sanitarias, alumbrado público, guarniciones de granito, concreto estampado, banquetas y rampas para personas con discapacidad.

El proyecto, que abarca desde las calles Rayón hasta Montesinos en ambas avenidas, no tiene una fecha de finalización confirmada. El 16 de junio, la alcaldesa afirmó que las obras han avanzado un 40%, un progreso que calificó como “significativo”.

“Siempre genera incomodidades, pero vamos en tiempo y forma, incluso adelantados”, aseguró. Sin embargo, los trabajadores de Independencia, desde Canal hasta Mariano Arista, solo ven tablas, maquinaria pesada y operarios que, según dicen, “trabajan por intervalos en la mañana y la tarde”.

“A mí es a la que más me urge terminar la obra. Salgo en diciembre y debo dejar todo listo, así que estamos trabajando arduamente”, explicó Lobeira el 16 de junio. Sin embargo, el 12 de junio, comerciantes y gerentes de Independencia convocaron una rueda de prensa para solicitar diálogo con las autoridades municipales, tras no recibir apoyo de la Canaco-Servytur. La Silla Rota intentó contactar a esta confederación por teléfono para conocer su postura, pero no obtuvo respuesta.

El 18 de junio, las autoridades se reunieron con dueños y gerentes en el Palacio Municipal, acordando únicamente reforzar la seguridad en las calles del centro. Lobeira mencionó la posibilidad de otorgar estímulos fiscales, similares a los implementados durante las obras en Los Portales, que duraron entre tres y cuatro meses.

Inseguridad, despidos y reubicaciones

Las ventas en las tiendas de Independencia han caído entre un 50% y un 70%, según reportan empleados y gerentes. Aunque algunos propietarios han suspendido las metas de ventas, los primeros despidos ya ocurrieron. Luz del Carmen Ruiz, gerente de Modatelas en el Centro Histórico, explicó que hace tres semanas se despidió a dos empleados: “No nos avisaron; están basando los recortes en las ventas”. Para mitigar las pérdidas, la tienda extendió media hora su horario de atención.

Otras zapaterías de Independencia han prolongado su jornada dominical hasta dos o tres horas, esperando clientes que no llegan por la falta de estacionamientos y la restricción del paso peatonal. María Gisela, gerente de La Ola, señaló que las tablas colocadas para las obras han incrementado la inseguridad: “Hace un mes, una de mis empleadas fue seguida por una persona a las 9 de la noche. Corrió asustada. La zona está oscura, y las tablas reducen la visibilidad”. También destacó la falta de vigilancia policial.

Avenida 5 de Mayo, la más afectada

“El 80% de nuestras ventas dependen de los clientes que llegan en auto”, explica el dueño de Fergido Jeans, quien estima soportar solo seis meses más de bajas ventas antes de considerar cerrar. Su hermana Ana María, única empleada de la tienda, describe: “Abrimos a las 10, y a las 4 de la tarde solo tuvimos una clienta a las 11”. Con 23 años en la avenida 5 de Mayo, es la primera vez que enfrentan una crisis similar. Para reducir pérdidas, el dueño negoció una disminución en la renta con el arrendador.

Ana María reporta pérdidas de hasta el 90% y desconoce la fecha de conclusión de las obras. “Algunos ingenieros nos han dicho que esto va para largo, quizás hasta octubre”, lamenta. A pocos metros, Mayoreo Coatepec, una importadora con dos bodegas, cerró su local el 16 de junio y colocó una lona con su nueva ubicación, argumentando: “¿A quién le vamos a vender?”.

Los comerciantes denuncian la falta de vigilancia de tránsito, ya que algunos vehículos circulan en sentido contrario por el cierre de vialidades. También señalan riesgos para los transeúntes, quienes caminan entre cables expuestos y alcantarillas abiertas. Caídas en hoyos donde deberían estar las banquetas son frecuentes, y los adultos mayores evitan la zona por temor a accidentes. Adolescentes bromean al pasar: “¡Cuidado, no te electrocutes!”, mientras los empleados observan con preocupación el impacto de las obras en sus medios de vida.

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