JUSTICIA

Henry, víctima de secuelas e impunidad tras 7 meses de volcadura de Saeta en Boca del Río

Después de 7 meses de la volcadura del camión de transporte público Saeta en Boca del Río, Henry lucha contra las secuelas que sufrió en el accidente y contra la impunidad, porque ni la aseguradora o el concesionario del autobús se hizo responsable de atender su salud

En siete meses su familia ha corrido con la cobertura de gastos médicos porque nadie se hace responsable.
Henry lucha contra secuelas del accidente en Saeta..En siete meses su familia ha corrido con la cobertura de gastos médicos porque nadie se hace responsable.Créditos: ESPECIAL LA SILLA ROTA VERACRUZ
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BOCA DEL RÍO, VER.- En el cuarto que Henry comparte con su hermana, ya no hay sólo figuras de acción y cuadros de los personajes de Sanrio en las repisas. Desde hace siete meses, sus padres hicieron espacio para almacenar los paquetes de toallitas húmedas y los pañales para adulto que necesita tras la volcadura del camión del transporte público Saeta en el que viajaba el 17 de junio del 2024. 

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Con 18 años, Henry de Jesús enfrenta las secuelas del accidente en el que fue una de las dos víctimas con lesiones de gravedad. Ese día abordó el autobús Saeta como su opción más segura y rápida para encontrarse con su novia y a un par de amigos en Plaza Américas, en la ciudad de Boca del Río.

El joven y su familia no imaginaban que el camión se volcaría sobre el bulevar Manuel Ávila Camacho alrededor de las 6:00 de la mañana, que sería lesionado de gravedad y que cambiaría para siempre su calidad de vida, además de que enfrentaría la impunidad porque hasta ahora no hay quien se haga responsable por los gastos médicos que sigue afrontando para sobrellevar las secuelas.

Su primera cirugía, que duró 5 horas, fue para salvarle la vida. La fractura de pelvis y un sangrado interno en el bazo, hígado, riñones y vejiga ocasionado por las lesiones de la volcadura, fueron las primeras consecuencias. Después de 7 meses las secuelas continúan acumulándose. La vejiga reventada, el desprendimiento de uretra, el sangrado en el corazón y un infarto cerebral en diciembre, son parte del resultado del accidente

El cansancio físico y mental ha drenado emocionalmente y financieramente a la familia de cinco integrantes. Con indignación y enojo, señalan a la Fiscalía de Veracruz como omisa en la búsqueda de justicia, y a la aseguradora Banorte, contratada para cubrir cualquier percance que sufran los pasajeros que viajen en camión, como irresponsable ante la reparación del daño ocasionado a Henry

Hoy, sus padres que se dedican al comercio, están en medio de una colecta apoyada por la fundación Mechones de Esperanza para la próxima cirugía de Henry, que será para extirparle el riñón derecho que ya no funciona, como otro resultado del accidente y la tardía atención que recibió por la negativa de la aseguradora para brindar la atención oportuna.

La familia de Henry organiza colecta para costear los gastos médicos, que sin apoyo han sido de al menos 100 mil pesos en los últomos 7 meses.

En busca de justicia y de la reparación del daño 

Aquel lunes 17 de junio del 2024, entre el miedo y la desorientación provocada por el accidente, los padres de Henry fueron a la Dirección de Tránsito y a la Fiscalía de Boca del Río para iniciar con el trámite legal. Sin embargo, allí Mayra fue acusada de tener un mal asesoramiento jurídico. Le dijeron que como el conductor de la unidad accidentada, identificado como Fidel “N”, ya había sido detenido, la línea de transporte Saeta Verde ya no tenía responsabilidad del incidente. 

Confundidos y preocupados por Henry, volvieron al hospital de Boca del Río para estar con su hijo. “Nunca se acercó ninguna aseguradora, nunca. No, nada. De hecho, creo, la checadora de la línea Saeta se quería llevar al chofer, y pues no dejamos”, explica Mayra Cobos, madre de Henry

Más tarde, llegó el abogado Francisco Rojas, a quien Mayra identifica como el representante legal del dueño de la línea de autobuses Saeta Verde, quien les ofreció “ayuda humanitaria” representada en mil pesos que le servirían “para unos tacos”, pero Mayra se negó. 

Tras la manifestación que hicieron en el hospital a cuatro días del accidente, Francisco Rojas apareció con una nueva cantidad en la bolsa: 50 mil pesos. “Le dijimos que no queríamos nada, que lo que queríamos nosotros (era) que se hicieran responsables conforme a la ley, conforme a lo que la ley dictara, ni más ni menos”, dice Mayra, quien afirma que sólo buscaban la intervención de la aseguradora en el tratamiento médico de Henry. 

“Desde que empezó el tema del accidente, la verdad, pura corrupción. Tanto Fiscalía, Transporte Público, Tránsito, todo. Nosotros acercamos, tocamos puertas y puertas y sentimos que se nos cierran”, explica el padre de Henry

Más de 100 mil pesos en tratamientos médicos 

Mayra no recuerda con exactitud el número de cirugías que ha tenido su hijo ni el nombre exacto de los medicamentos que le han cobrado, pero sí recuerda su viaje a la ciudad de Xalapa en busca de justicia y su viaje a la ciudad de Córdoba en busca de especialistas para Henry

También, Mayra recuerda que han ido al hospital Star Médica, donde señala que han tratado a su hijo como huésped de hotel y no como enfermo, lo que se tradujo en el infarto cerebral por no atender la fiebre de su hijo. 

Además, entre los gastos están consultas médicas con especialistas, recetas que rondan entre los 3 mil y 5 mil pesos, estudios que alcanzan hasta los 15 mil y la manutención de sus otros dos hijos. En total, asegura el padre de Henry, han gastado más de 100 mil pesos que han reunido a través de colectas, de eventos, de la venta de comida y del apoyo de familiares. 

La nueva normalidad de Henry y su familia 

Antes, Henry estudiaba la preparatoria cada sábado. Después del accidente, continuó con sus estudios desde casa algún tiempo gracias al maestro Francisco Pozos, quien lo visitaba cada miércoles hasta que su salud empeoró. Los sangrados y las complicaciones que tenía en la uretra y en la vejiga eran ocasionadas por infecciones en sus sondas, las cuales estaban conectadas a su pene y a su abdomen. Las terapias de recuperación, a su vez, tampoco eran posibles debido a estas.

Sin poder caminar, Henry tuvo que dejar las actividades físicas como jugar basquetbol con sus amigos.

Por el momento, Henry se ha tenido que despedir del basquetbol, deporte que disfrutaba realizar en compañía de amigos en el parque de la Tampiquera de Boca del Río, ciudad de la que es originario. El dibujo que practicaba, por otro lado, evolucionó al oficio de tatuador, actividad que comenzó a practicar desde la cama y en su escritorio cuando se encontraba estable. 

Henry vendió su motocicleta para comprar una máquina para tatuar y ayudar con sus gastos médicos.

Su motivación, explica Mayra, fue apoyarlos económicamente para sus tratamientos médicos. Para eso, vendió la moto que prefirió no manejar aquel lunes y, con el dinero, se compró los primeros insumos, los cuales llegó a utilizar para tatuarla a ella. 

Henry ha estado rodeado del amor de su novia y de su familia, quienes han apoyado a sus padres económica y moralmente para que no decaigan y enfermen de cansancio y tristeza. “No nos podemos dar el lujo ahorita de enfermarnos, porque si nos enfermamos, se enferma él (su esposo), me enfermo yo, ¿entonces quién cuida a Henry?”, dice Mayra

El accidente, dice, no solo le cambió la vida a Henry, sino a toda su familia. El accidente afectó a sus dos hermanos, a quienes Mayra admite haber descuidado por los trámites legales y por la recuperación de su hijo. El cansancio físico, ahora, es parte de ello, mientras luchan para atender las secuelas del joven y contra la impunidad.

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