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Yamilli busca ayuda para pagar segundo trasplante de riñón en Veracruz

Yamilli busca reunir 500 mil pesos para realizar un segundo trasplante de riñón y sus terapias de plasmaféresis para que su cuerpo no rechace el nuevo órgano

El riñón que había recibido cumplió la vida útil de 10 años
Yami busca fondos para segundo trasplante.El riñón que había recibido cumplió la vida útil de 10 añosCréditos: Yamilli Rivera
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER. - Hace 10 años, Yamilli Rivera Sánchez recibió una segunda oportunidad de vida luego de que le trasplantaran un riñón. Ahora enfrenta un nuevo reto, ya que la vida útil del órgano terminó, por lo que pide ayuda a la población para realizarse un segundo trasplante.

En redes sociales los amigos y familiares de Yam se unieron para impartir clases de Yoga en beneficio de su caso, donaron aparatos electrodomésticos y sus servicios para que organice rifas y así obtenga recursos para pagar el tratamiento que necesita y, posteriormente, un trasplante. También compartió su historia mediante la plataforma GoFundMe, utilizada para recaudar donativos.

Si deseas realizar una donación a Yamilli lo puedes hacer en el siguiente en enlace:

https://www.gofundme.com/f/tvypua-ayudame-a-conseguir-mi-trasplante-de-rinon?attribution_id=sl:66e7e5dc-9f3b-4c47-a0d3-6b8dde748f03&utm_campaign=man_sharesheet_ft&utm_medium=customer&utm_source=copy_link  

La travesía no es fácil, reconoce que le falta mucho para llegar a la meta de 500 mil pesos que en promedio requiere para todo el tratamiento, pero al mismo tiempo, la mujer de 32 años que radica en la ciudad de Veracruz señala que no podía quedarse con las manos cruzadas y ver como su salud se complica.

“La cirugía de nefrectomía que me acaban de hacer (retiro del riñón) se hizo por medio particular, la verdad es que salió en mucho dinero y como era algo de vida o muerte, porque realmente fue muy complicado, mi familia decidió hacerlo, gastar lo que se tenía que gastar, sin embargo, eran recursos que tenía destinado para una cirugía de trasplante, el detalle fue que por todo lo que tuvimos que hacer por mi nefrectomía, el recurso mermó de manera importante”, cuenta Yam.

Busca una tercera oportunidad

Los trasplantes renales de donante fallecido duran de 10 a 15 años en promedio, mientras que los de donante vivo duran de 15 a 20, pero los resultados son variables dependiendo los factores como la edad del órgano o complicaciones que se presenten si el cuerpo lo rechaza, según indican especialistas.

Yamilli fue trasplantada en el 2014, luego de haber permanecido 5 años en tratamiento y en búsqueda de un donante, hasta que una persona cercana a ella decidió ser su donante, debido a que no eran compatibles, su doctor le ofreció un “Trasplante Dominó” que consiste en buscar a otras dos personas que necesiten el procedimiento para cambiar de donadores y hacer la cirugía simultánea.

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Fue así que después de varios años, Yam, logró recuperar su salud y su vida, cuando inició el tratamiento de diálisis suspendió su carrera de medicina. Durante esos 10 años la volvió a retomar, se graduó, se independizó de su familia y logró hacer sus actividades como las hacía antes de enfermar, tuvo una segunda oportunidad de vivir, afirma.

“Digamos que volví a mi vida normal, obviamente me tenía que cuidar. Me enfermaba de las cosas de las que todo el mundo se enferma, pero la calidad de vida con el trasplante es lo máximo que puedes aspirar cuando tienes esta enfermedad”. 

La vida de Yam trascurrió de manera normal, hasta que en junio del 2023 notó las primeras complicaciones, pero con alimentación y supervisión médica sobrellevó las afectaciones hasta que en diciembre el riñón dejó de funcionar, ya que comenzó a tener intoxicaciones, por lo que la intervinieron para que le realizaran la diálisis.

En abril de este año, su salud volvió a empeorar con dolores, para el 10 de mayo acudió al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) donde le comentaron que tenía una reacción aguda por problemas de su riñón y le dieron medicamentos. 

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Unos días después, Yam decidió ir con su médico particular porque los dolores no paraban. Mediante una tomografía se dieron cuenta de que tenía un infarto del injerto, por lo que los médicos le retiraron el órgano.

“Al principio fue un golpe muy duro. Durante todos los años que estuve trasplantada siempre tuve miedo de que eso volviera a suceder, pero de cierta manera siempre estuve hecha a la idea de que iba a pasar. Tuve un poco de problemas emocionales complicados, pero cómo yo soy médico, empecé luego a recibir terapia. Yo sigo haciendo mi vida normal, sigo trabajando, porque cuando inicié por primera vez la enfermedad, perdí mi autonomía e independencia y eso era lo que más me agobiaba”, dice.

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Necesita terapias para que pueda recibir otra donación

Lo que su familia y ella tenían ahorrado para pagar su tratamiento y así conseguir un nuevo donante, lo utilizaron para cubrir los costos de la cirugía y retirarle el riñón, por lo que el presupuesto se redujo. También vendió su auto, algunos artículos electrodomésticos y tendrá que mudarse de departamento a otro más barato para reunir los casi 500 mil pesos que requiere.

Yam cuenta que ella necesita terapias de plasmaféresis, que consisten en extraer de la sangre el exceso de anticuerpos, ya que cuando a una persona le colocan el órgano de otra, el receptor comienza a generar estos anticuerpos, por esta razón cuando es una segunda intervención, los médicos tienen que revistar que no ataquen al nuevo riñón

“Estas terapias lo que hacen es que barren los anticuerpos, a lo mejor no en su totalidad, pero sí se llevan gran parte de los anticuerpos para tratar de que el riesgo de que esos ataquen al nuevo órgano, sean menores. Eso se hace en todos los trasplantes de segunda ocasión”, dice Yam.

Debido a que es un tratamiento caro, en los hospitales públicos no pueden realizarle, por esta razón preguntó en otros particulares donde cada una de las terapias sale en 20 mil pesos, hasta el momento desconoce cuántas necesitaría, porque le deben realizar estudios previos para saber qué cantidad de anticuerpos tiene y dependiendo del resultado es el número de procedimientos que va a requerir.

“Me puse a pensar y pues dije bueno, si me voy a morir, me voy a morir en la línea y se me ocurrió hacer esta página”, explica.

Yamilli se encuentra contra reloj, mientras más pase el tiempo en conseguir el dinero para su tratamiento y cirugía, su estado de salud se complica y por consecuencia su cuerpo se desgasta, lo que hace que el procedimiento sea más riesgoso y con posibilidad de que rechace el segundo trasplante.

Hasta el momento solo se han sumado sus amigos para ayudarla y en la página don se solicitó las donaciones lleva alrededor de 16 mil pesos, de los 500 mil que requiere.

MB