VERACRUZ, VER. - Cada mañana Jenny llega a su trabajo, saluda a sus compañeros y como todos los empleados comienza su rutina laboral: se sienta en su silla en el área de atención al cliente, saca copias, acomoda sobres y muestra una sonrisa a cada persona que entra. Lo que para muchas personas podría ser algo común, para ella es un sueño que hace dos años y medio vio realizado.
Antes de llegar a este punto ella y su familia vencieron varios obstáculos, desde el miedo de cómo las demás personas la tratarían, hasta conseguir en Veracruz una empresa donde contrataran a personas con síndrome de Down.
Jennyfer Casals Pérez tiene 36 años y trabaja en el área de atención a clientes de la empresa Grupo MAS, la dueña de la concesión del agua en Veracruz, este es el segundo trabajo formal que a lo largo de su vida ha ejercido, el primero fue en una cafetería donde contrataban a personas con síndrome de Down.
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El sueldo que gana Jennyfer lo ocupa para mantener a su familia, ya que hace 8 meses su abuela se enfermó y su madre dejó de trabajar para cuidarla, por lo que ahora el único sustento que tienen es su sueldo.
“Ahorita que está en Grupo MAS ella me ayuda económicamente, porque yo tuve que dejar de trabajar por la enfermedad de mi mamá. Entonces su dinero de ella más bien es para mantener a la familia”, dice Constanza Pérez, mamá de Jenny.
El síndrome de Down no es una enfermedad, es una alteración genética donde la persona tiene 47 cromosomas, en vez de los 46 usuales, de acuerdo con la Secretaría de Salud. La mayoría de los casos tienen una copia extra del cromosoma 21. El síndrome de Down es la causa genética más común de discapacidad intelectual en todo el mundo, según la dependencia federal.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del total de población en el país (126 millones 014 mil 024 personas), 5.7 por ciento (7 millones 168 mil 178) tiene discapacidad y/o algún problema o condición mental. De esa cantidad, 2.4 millones son parte de la población con participación económicamente activa, en esta cifra está Jenny.
El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Personas con Síndrome de Down, con el objetivo de generar una mayor conciencia en la sociedad y recordar las contribuciones de las personas con discapacidad intelectual.
Un camino largo para conseguir empleo
En el estado de Veracruz, en 2020 había un millón 542 mil 272 personas con discapacidad, limitación en actividades cotidianas o con algún problema o condición mental. De este número 105 mil 332 tenía una condición mental, según el Inegi.
“Me siento feliz, contenta, alegre. Sacó copias, hago sobres, cuento monedas, paso listas”, así es como describe Jennyfer lo que hace y lo que su trabajo representa.
Antes de tener su primer empleo su rutina era ayudar a su mamá a los quehaceres domésticos de la casa, pero admite que desde siempre quiso tener un trabajo y ahora que lo tiene es feliz.
Constanza Pérez cuenta que desde que Jenny era una niña le enseñó a ser independiente, a que realizara sus cosas como cualquier niño de su edad, pero siempre tuvo miedo de cómo la tratarían fuera del núcleo familiar. Esta fue una de las razones que limitaban a la familia y a Jennyfer a que consiguiera un empleo.
“Yo tenía miedo de que ella trabajara. Yo nunca lo había intentado, cuando lo de la cafetería ella fue la última en apuntarse, porque yo no quería que fuera a trabajar. Me daba miedo. Como ella nunca había trabajado, no sabía cómo se iba a desempeñar o el rechazó de las otras personas”, cuenta su madre.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022 indica que 33.8 por ciento de la población con discapacidad de 12 años y más manifestó haber sido discriminada en los últimos 12 meses.
El primer empleo que Jenny consiguió fue en una cafetería donde empleaban a niños con síndrome de Down, en el 2018. Ahí realizaba desayunos y aprendió a atender a los clientes y convivía más con sus compañeros. El trabajo lo consiguió gracias a la Asociación Síndrome de Down A.C, un organismo sin fines de lucro que se preocupa por la educación e inclusión de las personas con esta alteración genética.
La familia conoció a la asociación hace 6 años, primero Jenny iba para practicar fútbol, pero poco a poco aprendió a desenvolverse más con las personas y después en un ambiente laboral.
“Cuando vi que ella estaba contenta, eso fue una satisfacción para mí; que ella esté contenta, que ella se desarrolle bien, que vaya feliz y que todos los días me diga que hizo”, dice Constanza.
Empresas deben de incluir a más personas con discapacidad
A mediados del 2021, la empresa Grupo MAS abrió una vacante para las personas con síndrome de Down y Jenny fue la primera mujer que ingresó a trabajar a este lugar. De nueva cuenta Constanza sintió miedo de que su hija se enfrentara a otro ambiente laboral distinto, pero al mismo tiempo la emoción que Jenny le transmitió hizo que poco a poco el temor se convirtiera en felicidad.
“No sabía cómo la iban a aceptar, pero se ha encontrado con personas maravillosas que la han aceptado muy bien, ella está contenta. Hubiera sido fabuloso que ella desde más chica se hubiera desarrollado (en un ambiente laboral)”, comenta su mamá.
Miguel Hernández Briseño, gerente de comunicación y sostenibilidad de Grupo MAS, menciona que la empresa comenzó a contratar a personas con discapacidad como parte de un programa, pero ahora ya lo emplean como una política, donde la gente que tenga el perfil, los conocimientos y las ganas de trabajar pueden aplicar para un puesto laboral.
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Dentro de la compañía trabajan en diferentes áreas 6 personas que tienen algún tipo de discapacidad. Para lograr esto el primer paso fue acercarse con asociaciones y así conocer la problemática y poder emprender esta iniciativa.
“Tenemos gente que nunca habían tenido la posibilidad de emplearse en su rama, por las condiciones era muy difícil que alguien los pudiera emplear, nosotros llevamos cerca de 3 años ofreciendo empleos de lo que estudian”, agrega.
En todo este tiempo la empresa también realizó adecuaciones a sus instalaciones para que sus empleados con alguna discapacidad estén en mejores condiciones y así puedan realizar su trabajo con más facilidad.
Hernández Briseño menciona que las empresas tienen poca apertura para ofrecer empleo a las personas con alguna discapacidad; no obstante, es fundamental que la iniciativa privada pueda dar este salto y así ofrecer espacios a más trabajadores como Jenny.
mb