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“Tengan piedad y regrésenlos”: suplican familiares de 8 albañiles secuestrados en Tres Valles

Existe un video que comprueba que antes de ser privados de la libertad, al menos 4 de los los albañiles acudieron a convivir a un bar en el bulevar Fernando Gutiérrez Barrios de Tres Valles.

Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER. - “Si alguien los tiene que se compadezca de ellos, porque no creo que hayan sido tan crueles mis hijos para que estén pasando esta situación”, dice Nérida Morales Matías. La mujer se frota las manos con desesperación mientras habla de su hijo, Ever Yair De Los Santos Morales, de 24 años, secuestrado junto con otros 7 albañiles el 26 de agosto en el municipio de Tres Valles.

Sentada en una mecedora, bajo la sombra de un árbol, en la colonia La Pochota, escucha atenta los testimonios de las demás familias, quienes se manifestaron el pasado jueves 7 de septiembre en el Zócalo de la ciudad y bloquearon la carretera federal Veracruz-Xalapa, frente a la Fiscalía Regional de Veracruz, para exigir a las autoridades agilicen la búsqueda de los 8 trabajadores; 5 originarios del puerto, 2 de Lerdo de Tejada y uno de Tres Valles.

Nérida no pudo asistir a esas manifestaciones pues padece ceguera y diabetes, lo que le impide salir de su casa, pero eso no la detiene para pedir justicia por su hijo. Ever tenía planeado comprar un refrigerador para su madre con los 2 mil pesos semanales que ganaba pavimentando guarniciones y banquetas para el ayuntamiento de Tres Valles, gobernado por la morenista, Zulema Aguilar Garcia.

“Yo siempre le decía que se cuidara mucho. Que Dios los bendiga, que lo proteja cada que venga y vaya, porque las carreteras son peligrosas. Nosotros siempre pensábamos en las motos, porque se van en moto los cinco”, cuenta Nérida.

Cinco de los ocho desaparecidos son amigos y crecieron juntos en la colonia La Pochota, al poniente de la ciudad:

Cristóbal Cintura Rufino de 30 años, Francisco Javier Tapia Hernández de 24, Cristian Iván Melchor Anell de 30, Óscar Ramírez Miranda de 18 y Ever Yahir de los Santos Morales de 24. A bordo de 4 motos, salían todos los lunes a primera hora y recorrían 133 kilómetros hasta el municipio de Tres Valles, ubicado en la cuenca del Papaloapan.

Cada semana los trabajadores regresaban a sus casas a convivir con sus familias. Todos dejaron planes inconclusos: una fiesta de cumpleaños, un refrigerador en el aparador de una tienda comercial, un plan de vivir con su pareja; con esos planes quedaron  sus madres, esposas e hijos con la agonía de no saber nada de ellos.

Junto a los cinco del puerto de Veracruz, desaparecieron Cutberto Pérez Andrade de 26 años, José Manuel Martínez Tinoco de 20 y Felipe Cruz Montalvo de 56.

La desaparición de los 8 albañiles se acumula a la cifra de 6 mil 886 personas reportadas como desaparecidas y no localizadas en lo que va de la administración morenista del gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, en el periodo del 2019 a agosto del 2023, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). De esta cantidad 2 mil 457 (35.6 %) siguen sin ser localizadas.

“Había sangre y casquillos en la cuartería de donde se los llevaron"

Los 8 albañiles cumplían 4 meses trabajando para una empresa que obtuvo un contrato municipal para pavimentar la calle Ricardo Flores Magón. Familiares de las víctimas aseguran que el encargado de esa obra, que a la fecha no ha dado la cara, les pidió quedarse hasta sábado para concluir la pavimentación.

Uno de los desaparecidos, Francisco Javier Tapia Hernández, avisó a su esposa que pasaría la noche del sábado en Tres Valles con los demás trabajadores y regresarían al puerto de Veracruz, hasta el domingo 27 de agosto.

“Mi hermano le comentó a mi cuñada que acaban de laborar e iban a tomar un descanso y después iban a cenar a un lugar que estaba cerca de la cuartería donde ellos rentaban de lunes a viernes. Ese fue el único contacto que tuvimos con él”, dice Mónica Tapia, hermana de Francisco Javier.

De acuerdo con autoridades consultadas por LA SILLA ROTA, al menos cuatro de los albañiles estuvieron en un bar, ubicado a 200 metros de la cuartería donde rentaban, en la avenida Cuauhtémoc. Allí se les vio bailar y convivir a Cristóbal Cintura Rufino,  Francisco Javier Tapia Hernández, Ever Yahir De los Santos Morales y a otro de ellos.

Hasta el momento, testigos afirman que los albañiles pudieron haber tenido una discusión en el antro y que después fueron perseguidos hasta la cuartería. De ese lugar se llevaron a todos con violencia, dejando casquillos percutidos y manchas de sangre.

“Había un pantalón lleno de sangre, color café. Dicen los familiares que ninguno de sus hijos tiene un pantalón así, más que Cristian (Melchor Anell ) y pues es lo único que sabemos. Había un casquillo, es lo que sabemos. Nadie quiere decir nada, todos tienen miedo, narra Estela Alonso, novia del trabajador de 30 años de edad.

Desde esa desaparición masiva, ocho familias viven en constante incertidumbre y con dolor por no saber qué pasó con ellos. Exigen a las autoridades recabar cualquier indicio, pruebas y videos de cámaras de seguridad que ayuden a identificar a los responsables.

“Lo que quiero es justicia y que (las autoridades) nos ayuden a buscar a nuestros hijos. Nosotros estamos sufriendo mucho y nos duele no saber donde están nuestros hijos. No nada más soy yo, son varias madres que sufren. Yo aquí lo espero y te sigo esperando”, dice Cristina Rufino, madre de Cristóbal Cintura Rufino.

El 8 de septiembre, 13 días después de que reportaron la desaparición, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, dijo que hay avances significativos y que la Fiscalía General del Estado (FGE) sigue una línea de investigación; sin embargo, no dio detalles sobre el proceso.

Violencia en Tres Valles

La avenida Flores Magón, ubicada en el centro de la cabecera municipal de Tres Valle, donde los 8 albañiles trabajaban, ya casi está terminada. El cemento fresco aún se respira en el aire y los escombros todavía bloquean la calle.

En el lugar de la obra se encuentran otras cuadrillas de albañiles quienes terminan lo que sus compañeros desaparecidos no pudieron. Las familias reclaman a la constructora y al ayuntamiento de Tres Valles que no han dado una postura sobre lo ocurrido.

Los habitantes del lugar se mantienen herméticos. Unos dicen desconocer sobre el caso, mientras que otros prefieren no opinar de la situación. Muchos son testigos de la violencia que se vive en aquel lugar.

Un comerciante del municipio, que prefiere omitir su nombre, señala que la violencia abunda en el municipio del sur, donde ya se acostumbraron a perder a personas de un día para el otro y no saber más de su paradero.

El municipio de Tres Valles contabiliza 27 homicidios dolosos en todas sus modalidades desde enero del 2019 a julio del 2023. De esta cantidad el año donde hubo más delitos de este tipo fue en el 2022 con 11 casos, de acuerdo con Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

La violencia también ha cobrado la vida de policías. El 5 de junio de 2022 se reportó el asesinato de un policía municipal. El elemento se disponía a salir de su casa cuando fue baleado y murió al llegar al hospital.

En junio de ese mismo año ocurrió otro enfrentamiento entre policías estatales y sujetos armados sobre el bulevar Fernando Gutiérrez Barrios, cerca de la cuartería de los albañiles. El saldo fue cuatro heridos; dos civiles y dos elementos policiacos.

Para febrero del 2023 se reportó la privación de la libertad de un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) por un comando armado. Aunque horas después fue liberado, murió al interior del Hospital de Cosamaloapan.

Los familiares de los 8 albañiles desaparecidos aseguran que ya habían sido advertidos por los lugareños sobre el clima de inseguridad en este municipio, por lo que viajaban de día a bordo de sus motos.

El cuarto de donde fueron sustraídos los trabajadores permanece cerrado. La dueña de esa propiedad, ni nadie en la avenida Cuauhtémoc, quiere hablar, los únicos que levantan la voz por Cristobal, Francisco, Ever, Cristian, Óscar, José, Cutberto y Felipe son sus familias, quienes al unísono emiten un grito de ayuda: “¡Queremos justicia! ¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”.

mb