PRESA YURIBIA

Presa Yuribia: Conflicto político en Veracruz obliga a Guadalupe a acarrear agua de un pozo

A 72 horas del cierre de la presa Yuribia, pobladores de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque buscan abastecerse de agua potable en manantiales y pozos, tal como Guadalupe, quien vive con seis integrantes de su familia

Conflicto por cierre de Presa Yuribia
Presa Yuribia.Conflicto por cierre de Presa YuribiaCréditos: Fluvio Martínez
Escrito en VERACRUZ el

COATZACOALCOS, VER. – Después de recorrer varias colonias en Coatzacoalcos, Guadalupe Ruiz, llegó al parque La noria, donde se encuentra un pozo profundo. La sonrisa le volvió a su rostro y exhaló el aire que tenía guardado en su pecho por la preocupación de no encontrar este líquido que, desde 72 hace horas, no tiene en su hogar. El motivo no es la falta de lluvias como en Nuevo León, sino el cierre de la presa Yuribia por parte de ejidatarios que piden obras y, en tanto, dejan sin agua a 300 mil personas en el sur de Veracruz. 

Por enésima ocasión fue cerrada la presa, encallada en la Sierra del Tatahuicapan, dejando sin servicio de agua potable a los pobladores de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.

“La verdad muy difícil porque el agua es indispensable para lavar trastes, ropa y para lavar el baño, y no nos queda de otra más que venir a buscar agua aquí; yo llevo media hora buscando agua en mi automóvil y no sabía de este lugar, pero preguntando entre los vecinos logré dar con el pozo”, señala.

Y aunque no fue fácil llegar al pozo, sí fue fácil de ubicarlo porque alrededor de la cavidad hay otras 20 personas con cubetas, garrafones y tambos que los llenan a tope para llevar agua a sus hogares. En Coatzacoalcos más del 60 por ciento de la población se abastece de agua potable de la Presa Yuribia.

Se han cumplido 72 del cierre y los habitantes de Minatitlán, Coatzacoalcos y Cosoleacaque ya comienzan a padecer este problema, por lo que se las ingenian para buscar agua en manantiales y pozos cercanos a sus viviendas. Para esta labor ocupan triciclos, carretillas y diablitos para llevar más de una cubeta que les permita cubrir sus necesidades básicas.

Guadalupe vive con seis integrantes de su familia en la colonia Adolfo López Mateos, una zona considerada alta, donde el estiaje ha hecho de las suyas y en varias ocasiones los deja sin agua potable. Esta ocasión son los ejidatarios que no permiten que salga una sola gota de sus llaves.

“Es horrible porque todos necesitamos el vital líquido, entiendo la otra parte que son los de Tatahuicapan que están pidiendo obras, pero también que se pongan en nuestro lugar porque nosotros pagamos por el servicio y mírame aquí, peregrinando por agua”, lamenta la mujer de 48 años.

Este miércoles se cumplirán 72 horas del cierre de la presa y el problema de desabasto se agudiza sin que exista una solución, conflicto en el que el gobierno del estado ha decidió no intervenir.

 

Con pipas tratan de cubrir desabasto, pero reportes exceden

Para apoyar a la población sin agua, los organismos operadores del sistema del Ayuntamiento de Coatzacoalcos implementaron operativos de contingencia, llevando el líquido a las colonias a través de pipas, además de contar con pozos en puntos estratégicos.

“Iniciamos con un operativo de diez pipas en diferentes puntos de la ciudad, específicamente en las colonias que son más afectadas en primera instancia, principalmente la zona Centro y las colonias Benito Juárez norte, sur y Ávila Camacho”, explica durante un recorrido Hildeliza Díaz Calafell, titular de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), de ese municipio. 

Son decenas de reportes los que recibe la CMAS, cuya titular pide paciencia a la población, principalmente a las familias que habitan las zonas altas y del centro de la ciudad.

“Pues en mi colonia paso una vez la pipa, pero no alcanzó, solo como para unas 15 familias de la cuadra, imagínese todos queremos agua y hay que esperar, porque son muchas colonias afectadas”, dice Guadalupe.

La mujer es consiente de que mañana tendrá que acarrear agua y hacer fila en el pozo del parque La Noria que, hasta que el conflicto en la Presa Yuribia se resuelva.

 

Ejidatarios piden obras al cien por ciento y no aceptan propuestas de alcaldes

Los ejidatarios de la zona serrana del Tatahuicapan aseguran que los alcaldes de los tres municipios no han cumplido con los pagos para las obras que “deben otorgarles por usar su agua”.

“Aquí queremos hacerle la invitación a Coatzacoalcos que ya se comprometió y dio su palabra para las obras de Tatahuicapan, solicitamos que de manera inmediata realice el depósito correspondiente del recurso que ya prometió. Asimismo, invitamos a la alcaldesa de Minatitlán a que se comprometa debido a que su municipio está recibiendo el agua”, dice de forma tajante Margarita Lorenzo Gómez, regidora de aquel municipio serrano.

Así es como los inconformes exigen obras que beneficien a la zona y aportaciones económicas pactadas para este año por surtir a los tres municipios de agua. El pasado domingo 30 de abril por la tarde sacaron al personal que opera la presa y la mantienen bajo custodia, obligando así a los alcaldes a negociar.

Esta no es la primera vez que los ejidatarios cierran la presa, por lo que algunos afectados califican la acción como un capricho, pues cada vez que requieren de un proyecto no contemplado por las autoridades estatales o federales, cierran la presa Yuribia.

En esta ocasión, los manifestantes piden recurso económico para las obras de rehabilitación del puente Pillopillo, la pavimentación del tramo carretero Benigno Mendoza a Zapotitlán, así como del camino turístico a Peña Hermosa en la zona serrana.

La alcaldesa de Minatitlán, Carmen Medel Palma, ofreció pagar el 30 por ciento de lo que le toca; el alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica dijo que pagará completa su parte, y el de Cosoleacaque, Cirilo Vázquez Parissi, ya pagó lo que le corresponde.

Mientras el conflicto se arregla, la presa permanecerá tomada. En tanto, el gobierno estatal de Cuitláhuac García Jiménez advirtió que no le toca resolverlo, sino a los tres alcaldes, lo mismo ocurrió en julio del 2022, cuando fue la última vez que la presa fue secuestrada.

“No vamos a abrir hasta que nos resuelvan, no queremos afectar a las ciudades que se abastecen de agua de este lugar, pero el gobierno debe responder, ya es hora”, reiteró un ejidatario.

 

 

ch