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Miguel Ángel, 12 años dibujando a turistas en el malecón de Veracruz

Hace 12 años Miguel Ángel llegó al puerto de Veracruz buscando turistas que se interesaran por sus retratos. Antes realizaba dibujos a personas de la Ciudad de México, de donde es originario

Miguel, dibujante del malecón de Veracruz.Créditos: Inés Tabal
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER. - La mano de Miguel Ángel Mont Pérez mueve un lápiz de carbón con el que hace trazos sobre una cartulina blanca. Lo que inicia como unos rayones, en pocos segundos se convierte en un ojo, después una nariz y en 15 minutos en un retrato perfectamente elaborado del rostro de un turista que decidió pasar su tarde en el malecón del puerto de Veracruz.

El hombre de pelo canoso, posición encorvada y trato educado, carga una mochila con sus lápices y bocetos con los que recorre todos los días la Macroplaza del Malecón, el zócalo y el Centro Histórico de la ciudad en búsqueda de personas que quieren un dibujo de su rostro.

“Tengo 20 años haciendo dibujos, yo estudié Diseño Gráfico y luego una carrera de artes plásticas, con ese conocimiento me nació mucho la inquietud de especializarme en un área del dibujo, sobre todo en la anatomía, para luego enfocarme en el retrato”, cuenta el hombre de 58 años.

Originario de la Ciudad de México, en el 2011 llegó al puerto de Veracruz en búsqueda de trabajo. Cautivado por el trato cálido de los jarochos, la tranquilidad del mar y la gran demanda de turistas que pasan sus vacaciones en la ciudad, en 2015 decidió mudarse por completo, pues durante 4 años intercaló su estancia en ambas ciudades.

Por más de 10 años se dedicó a trabajar en compañías y empresas internacionales, donde realizó logos, personajes, varios diseños y talleres de dibujo, hasta que decidió dedicarse a retratar a los turistas; primero en la Ciudad de México y después en el puerto de Veracruz.

“Desde México venía buscando oportunidades de trabajo y vi más campo aquí. Yo empiezo a trabajar desde las 11de la mañana y según cómo vea la cantidad de turistas es como paro, pero hay veces que he terminado a las 12 de la noche”, comparte.

Además de realizar retratos, Miguel Ángel también hace esculturas de fibra de vidrio. En su página de Facebook “Caricaturas y Retratos Artísticos” se encuentran las fotos de los trabajos que ha hecho a lo largo de los 20 años durante su trayectoria.  Hace también dibujos de paisajes, caricaturas, logotipos, mini esculturas hechas de arcilla y caricaturizadas.

Su recorrido

Sin importar el calor sofocante de 30 grados de temperatura este mes de abril en el puerto de Veracruz, Miguel Ángel comienza su recorrido por el Centro Histórico. A las 11:00 de la mañana se adentra a caminar con pasos lentos por la Macroplaza del Malecón. 

Para abordar a los turistas tiene una técnica; primero observa las personas que se encuentran sentadas en las jardineras, después verifica que estén desocupadas, ya que no le gusta molestarlas en su hora de comida o cuando están con otros vendedores.

También, observa si hay niños o no, porque ellos son sus clientes preferidos, los que suelen quedarse cautivados por sus dibujos e insistir a sus padres para que compren alguno. Miguel expresa que no le gusta hostigar a los turistas, si a la primera le dicen que no y nota su rostro con apatía, prefiere no insistir; si le dan señales de interés trata de animarlos hasta que acepten.

Si no encuentra ningún prospecto en la Macroplaza, decide ir al zócalo, es ahí donde asegura hay más personas que acceden a ser retratados. De 5 turistas que abordó durante la noche de este lunes 3 de abril, una aceptó que le hicieran un retrato

Esa turista es Osvelia, que está de vacaciones en el puerto de Veracruz; con un poco de desconfianza accedió a que la dibujaran, con la promesa de que el resultado le fascinara.

A Miguel Ángel le tomó 5 minutos convencer a Osvelia, señala que no es muy fan de tomarse fotos, por lo que desde hace años ya no lo hace. Esta vez accedido a que le realizaran el dibujo para tener un recuerdo de su visita por el puerto. 

Sus dibujos los vende en un promedio de 150 pesos. En temporada alta, como lo es vacaciones, puede realizar hasta 15 bocetos, recuerda que lo máximo que hizo en una ocasión fueron 20.

“He tenido la fortuna de que nunca me voy del malecón en ceros, por muy pocos dibujos que hago son 8 o 7. A veces por las condiciones de la luz es muy desgastante trabajar el dibujo, principalmente de la vista es lo que más te cansas”. 

En estas vacaciones de Semana Santa 2023 espera tener más trabajo, dice que el fin de semana del 1 y 2 de abril estuvo abarrotado de gente, por lo que consiguió hacer muchos dibujos, espera que los días posteriores sean a un mejor.

La técnica

El primer trazo que Miguel Ángel realiza, es plasmar el ojo izquierdo. Con su mirada fija en el rostro de su cliente desliza el lápiz por el lienzo con movimiento preciso y sin perder de vista el ángulo de la persona. De pronto se asoma en la cartulina blanca el destello del contorno de lo que va a ser una ceja, el ojo y la nariz.

“Yo siempre empiezo por el ojo izquierdo y de ahí voy trazando todo. El ojo es como mi punto de referencia, de ahí determino la escala, la posición de todo lo demás en referencia de ese ojo. Una vez que lo dibujé, todo me va a ir dando la referencia. Ese es mi secreto de trabajo”. 

El tiempo máximo que tarda en terminar los retratos es de 15 minutos, afirma que no puede perder tanto tiempo o si no los turistas se aburrirían y no puede darse el lujo de que se le vayan sus clientes. Su técnica aún no se encuentra perfeccionada, dice que quizás nunca la perfeccione, pues cree que eso hace más valioso su trabajo, tener nuevos retos que superar.

“Hacer un retrato no es nada fácil, es muy complejo. Yo creo que esto es lo que he logrado desarrollar, ese ha sido mi mayor sacrificio: alcanzar un buen retrato en tan poco tiempo. Lo que caracteriza un buen retrato es la naturalidad, obviamente el parecido, que no se vea forzado, yo creo que eso sería la clave”, indica.

Al terminar su trabajo, además de recibir la gratificación económica, los turistas suelen aplaudir sus obras, ya que quedan asombrados por el talento del dibujante, quien no solo plasma su esfuerzo, si no su corazón y esfuerzo.

mb