1.- La realidad en Veracruz es confusa, ilegible; aquí los dichos y los hechos van dando tumbos por las cinco regiones del estado, entre lo trágico y lo cómico. La tragedia y la risa se entremezclan todos los días.
Es difícil entender los mensajes en esta tragicomedia del poder.
El carismático, dicharachero y bailarín de música chunchaca, Juan Javier Gómez Cazarín tiene miedo.
Se consiguió unos guarros, el presidente de la Junta de Coordinación Política de las sesenta y seis legislatura.
Declara que se siente perseguido, stalkeado, objeto del hate (odio) en las redes sociales, donde alguien con billete pagó más de cien mil pesos para que se hiciera viral en Facebook una fotografía donde aparece junto al indefinible Javier Duarte de Ochoa cuando una inundación en Hueyapan de Ocampo -según Cazarín- obligó al entonces gobernador a embarrarse los Ferragamo con el barro rojizo de ese pueblo cañero.
Ante cámaras y micrófonos de los reporteros Samantha Ortega y Ángel Hernández, el diputado sureño se quejó que sus enemigos y críticos se fijan “hasta en mis camisas, en mis zapatos, en mi vida personal”.
Qué más da que se compre un par de zapatillas deportivas Panam cada día en compensación de carencias materiales de la niñez.
Que importa que maneje sus propios vehículos escuchando a todo volumen en karaoke con ventanas abajo del éxito de los Super Lamas “yo quiero chupar y con la banda ir a tomar/yo quiero cerveza hasta que explote la cabeza/no me importaría vivir de fiesta todo el día/toda la semana hasta las 6 de la mañana” (no lea la estrofilla tamborileando los dedos sobre la mesa, por favor).
La vida personal del diputado Cazarín es sagrada. Ahí el periodismo no tiene cabida, ni siquiera en la sátira ni en la chanza. Es terreno vedado para los auténticos periodistas que en el aula universitaria escucharon la cantaleta del liviano y beodo maestro de redacción: todos tenemos una vida pública, una vida privada… y una vida oculta.
Lo que sí llama la atención reporteril es donde cobrarán los guardaespaldas del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Veracruzano.
También habrá que hacer un ejercicio hermenéutico o de plano, hacer una consulta al Brujo Mayor de Catemaco, para interpretar sin que suene a campaña a favor o en contra de alguien en específico, que quiso dar a entender Juan Javier Gómez Cazarín al decir que no es amigo del secretario general de gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, de quien dijo en contradicción gramatical que “tampoco somos enemigos”,
Como dirían en el pueblo, no es lo mismo que lo mesmo.
Habría que esperar las reacciones del número dos para develar esta incógnita respecto al estatus de la relación entre el líder del Congreso veracruzano con el encargado de la política interna de Veracruz.
Por lo pronto, la trilogía investigadora de la abogada Verónica Hernández Giadáns tendrá que recurrir a todo su conocimiento en pesquisas en la web profunda o pedir ayuda a Anonymous para determinar el origen de los ataques al diputado Cazarín.
Qué nervios.
Desesperaremos en esta espera.
La atención mediática estará pendientísima respecto a las acciones, omisiones, dichos y hechos del presidente de la JUCOPO.
No vaya a ser que le dé un severo ataque de caspa y la trilogía investigadora no sepa como encuadrar una carpeta de investigación.
2.- Se lee en el Excelsior la reunión de la crème de la crème de las fuerzas armadas en un desayuno preparado y degustado en la Fortaleza de Perote, con motivo de la celebración del Bicentenario del Heroico Colegio Militar.
Este miércoles se reunieron los tres últimos extitulares vivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en un desayuno encabezado por el actual secretario, general Luis Cresencio Sandoval González, se escribe en la entrada de la nota del reportero David Vicenteño.
El encuentro se realizó en la Fortaleza de San Carlos, en este municipio veracruzano, que fuera la primera sede del Heroico Colegio Militar, fundado el 13 de octubre de 1823, sigue la reseña informativa.
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