XALAPA, VER. – Xalapa, la capital del estado también conocida como la “Ciudad de las Flores”, ha presentado problemas de inundación que causan la molestia de los habitantes, tal como sucedió el pasado 28 de agosto.
Hace dos semanas, autos quedaron bajo el agua en las calles de algunas colonias, así como en el estacionamiento de Plaza Ánimas, en donde al menos 80 carros sufrieron afectaciones por la fuerte tormenta.
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Pero, ¿será que Xalapa tiene alguna “maldición”? De acuerdo con la leyenda, la capital del estado fue condenada por un espíritu maligno a “morir bajo el agua” en algún momento, razón por la que las tormentas y lluvias no deberían dejarse pasar desapercibidas.
La historia comienza cuando Juan Tepach, un campesino de Xalapa, acudió a visitar al sacerdote de una iglesia para pedirle ayuda, pues temía que en su milpa habitaran las fuerzas del mal, ya que de un cúmulo de piedras se escuchaban quejidos aterradores.
Pobladores que pasaban por ahí también contaban que veían sombras tenebrosas y lamentos que les erizaban la piel, además de sentir que los perseguían mientras caminaban por la vereda, lo que los aterrorizaba. Cuando el sacerdote llegó a la casa de Juan, roció con agua bendita cada una de las esquinas de la casa, pero no vio manifestación alguna, a lo que empezó a dudar de que hubiera fuerzas del mal en ese lugar.
Juan, al ver la duda del sacerdote, lo llevó al cúmulo de piedras en donde se escuchaban los quejidos. En seguida, el cura roció con agua bendita la zona y rezó, pero en seguida de un estruendo, un rayo cayó sobre las piedras, las piedras se abrieron y salió un ser maligno.
Con apariencia diabólica, tenía ojos de fuego y cabello largo que cubrían su cuerpo. Asustado, el cura tomó un cordón bendito que colgaba de su túnica y golpeó al ser que gritó de forma aterradora y dijo que Xalapa moriría por agua. Acto seguido, el ser maligno no volvió a ser visto.
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