ABUSO POLICIAL

Privada de la libertad en su auto: Isabela narra detención arbitraria en Xalapa

La joven asegura que no se siguieron los protocolos de detención cuando, sin explicación clara, la privaron de su libertad para ser trasladada al cuartel de San José

4 mil pesos perdidos; Isabela narra infierno en detención arbitraria en Xalapa.Créditos: LSR Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER.- Se suma otra denuncia contra elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) por abuso de autoridad. Isabela Garrido Sainz acusa a policías estatales de haberla interceptado y detenido en Xalapa, sin explicación y violando todo protocolo; narra haber sido privada de su libertad en su propio auto, con un policía al volante.

Isabela salía de la plaza Xanat, ubicada sobre la carretera Xalapa- Veracruz, a la altura de Las Trancas. Eran alrededor de las 2 de la mañana del domingo 12 de marzo cuando regresaba a casa en compañía de su pareja. Habían acordado que esa noche ella no tomaría alcohol para poder manejar, por lo que no dudó en detenerse cuando la patrulla con número 2996 le pidió el alto a la altura de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).

La joven de 32 años narró para La Silla Rota Veracruz que trabajó con anterioridad en Tránsito del Estado y la SSP, por lo que no se inmutó cuando le pidieron que abriera su cajuela como parte de una revisión de rutina; el terror comenzó cuando los policías sacaron unas esposas para arrestarla, por lo que ingresó inmediatamente a su auto y llamó al 911 por miedo ante la insistencia de los policías a que se bajara de su unidad.

La mujer asegura que los elementos policiacos comenzaron a intimidarla azotando las puertas del carro entre burlas, y la razón ya no era una revisión de rutina, sino una supuesta prueba de alcoholímetro, para la que pidió que fueran los elementos de Tránsito a hacerla al lugar.

Ante la insistencia de los policías para ser trasladada al cuartel de San José, Isabela comenzó a grabar y su pareja bajo del auto para tomar datos de las patrullas, lo que fue aprovechado por los policías para esposarlo, tal como se ve en uno de los videos de la joven.

“Me dijeron que si no me llevaban a mí, a él se lo iban a llevar y lo iban a golpear”, narró Isabela para La Silla Rota Veracruz. Ella, asustada, accedió a acudir a las instalaciones de cuartel de San José, para la supuesta prueba de alcoholímetro, pero en su propio auto. Uno de los policías tomó el lugar tras el volante e Isabela se sentó del lado del copiloto; privada de su libertad en su propio auto, se trasladaron desde las instalaciones de la SEV hasta el cuartel.

Aquí el video grabado por Isabela.

La pareja de la mujer fue liberado, y los siguió para mantenerse al pendiente de lo que sucediera. Isabela sabe cómo se realizan las pruebas de alcoholímetro porque era su trabajo dar pláticas sobre ello; asegura que el instrumento que le hizo soplar la doctora no era el correcto para hacer la prueba.

Tras tomarle sus datos, relata que una policía con actitud prepotente le habría quitado a jalones su teléfono cuando ella intentó hacer la llamada a la que tenía derecho. “Aquí las cosas no se hacen como tú quieras, reina”, dice Isabela que fueron las palabras de la policía antes de que le hicieran firmar un documento, que no le dejaron leer y después ser ingresada a una celda.

Dentro de la celda se encontró con cinco mujeres más, que tenían relatos similares a su denuncia. Una mujer adulta mayor le contó que se dirigía a dejar a unas amigas cuando fue detenida a bordo de una patrulla. Dentro, también conoció a la odontóloga Karen Rodríguez Fitz, cuya denuncia se viralizó. Isabela asegura que esa madrugada la doctora presentaba múltiples heridas en su cuerpo y les narró a las demás mujeres que habían sido provocadas por la golpiza de elementos de la SSP cuando le detuvieron.

"Escuché cuando dijeron, "ya están todas, ya está la cuota"", recuerda Isabela cuando aquella madrugada policías pasaron contando cuántas mujeres había en la celda.

En total, la joven tuvo que pagar casi 4 mil pesos para salir de la celda y por la liberación de su vehículo que se encontraba retenido en el corralón de Grúas Garrido, en la colonia Rafael Lucio. “Me querían cobrar 11 mil 900 pesos”, dice, pero cuando reclamó la persona que le atendía le dijo que tras una supuesta llamada se acordó que ella pagaría 3 mil 500.

Actualmente la joven, dueña de un establecimiento dedicado a la aplicación de keratinas en el cabello, asegura que buscará presentar una denuncia penal contra los elementos de la SSP; por el momento presentó una queja en Asunto Internos de la Secretaría de Seguridad Pública, sin tener notificación hasta ahora de si ya hay investigaciones.

"No puede ser que además de cuidarnos de los violadores, acosadores, también tengamos que cuidarnos de la policia, me queda claro, que me cuidan más mis amistades y no las autoridades.", dice Isabela desde sus redes sociales.