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“Me quiero ir de aquí”: carencias y abandono en fraccionamiento Oasis

Vecinos de esta zona habitacional se sienten decepcionados y traicionados por la constructora que prometió un buen lugar para vivir

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Escrito en VERACRUZ el

“Ya me dan ganas de irme de aquí”, dice Guadalupe Rodríguez mientras acomoda una mesa y sillas de la fonda de antojitos en la que trabaja, a una cuadra de su casa.

Tiene su domicilio en la calle Arábigos, en el fraccionamiento Oasis, en la zona norte de la ciudad de Veracruz, donde más de dos mil 200 familias enfrentan las consecuencias de un presunto fraude inmobiliario de la constructora Casas Intra.

A más de 15 años de su construcción en una de las zonas más alejadas de la ciudad, el fraccionamiento es una decepción para Guadalupe Rodríguez, quien desde su lugar de trabajo señala las calles desmoronadas en grava y la maleza en las banquetas.

Los habitantes del fraccionamiento Oasis se enfrentan además a la inseguridad, la falta de vigilancia e iluminación en las calles, pero el peor de sus problemas actualmente es una deuda millonaria heredada por Casas Intra ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Nos sentimos arrepentidos de haber comprado una casa aquí en Oasis con eso del agua, a veces hay, a veces no”, afirma Guadalupe.

De acuerdo con los vecinos del fraccionamiento Oasis, la constructora Casas Intra heredó una deuda millonaria ante la CFE, que suministra energía eléctrica a las bombas que abastecen de agua potable a los más de 15 mil habitantes de la colonia.

Luis Gutiérrez, quien vive con su suegra, esposa e hijos en un domicilio de la calle Neger, en el mismo fraccionamiento, explica que Oasis se abastece de agua potable gracias a un pozo de agua debido a que Casas Intra nunca inició los trámites para municipalizarlo.

Debido a la falta de municipalización del lugar, el fraccionamiento Oasis no puede recibir el servicio de agua potable y saneamiento del Grupo MAS, empresa que en 2016 obtuvo una concesión para asistir a los usuarios de la zona conurbada Veracruz-Medellín de Bravo.

“Dicen que ellos no deben nada, de hecho, hoy venimos de una junta que tuvimos ahí en las instalaciones de CFE, en las oficinas que están ahí en Díaz Mirón”, señala Luis.

Según el afectado, hace tres años la constructora despidió a la persona que se encargaba del encendido y apagado de la bomba del fraccionamiento, por lo que asegura que el servicio del suministro del agua potable quedó en el olvido.

A partir de entonces los vecinos organizaron un comité que se encargaba de cobrarles 50 pesos semanales para la compra de diésel con el que se echaba a andar un generador que impulsaba la bomba de agua, sin embargo, se cansaron de pagar la cuota debido a presuntos malos manejos del dinero, indica.

Fue hasta hace un par de semanas que los vecinos dejaron de dar el pago de la cuota, justo antes de que se manifestaran el pasado 22 de abril en la carretera federal Veracruz-Cardel, a la altura de Puerto Seco, en la ciudad de Veracruz.

Llevaban ya casi siete días sin agua debido al rompimiento de la bomba, por lo que, según Luis, un gran número de vecinos recurrieron a la compra de garrafones y de pipas, mientras que otros iban a fraccionamientos cercanos, como Costa Dorada o Herradura, también sin municipalización, pero que sí tienen abasto de agua.

Una de ellas fue Guadalupe Rodríguez, quien pese a que gana poco como ayudante en la fonda donde trabaja pagó pipas para que hubiera agua en su casa. Su hijo menor, de 17 años, quien abandonó la escuela para trabajar la ayudaba a pagarlas.

En cambio, la familia de Luis Gutiérrez tuvo la opción de acudir a su otro domicilio ubicado en el fraccionamiento Costa Dorada para acarrear agua y hasta bañarse durante los siete días en que Oasis estuvo completamente sin el servicio.

Los habitantes del fraccionamiento Oasis desconocen el monto de la deuda que Casas Intra les heredó ante CFE; sólo saben que es una cantidad millonaria que la constructora no reconoce y por la cual existe una disputa jurídica entre ambas partes.

“La constructora dice que ellos no deben nada, pero tienen que probar. De la deuda sacaron una parte ahí, son como 900 mil pesos, casi un millón, pero no era todo, faltó sacar otras partes”, menciona.

De acuerdo con un grupo de vecinos que sostuvo una reunión de trabajo con personal de Casas Intra, CFE y la dirección de Gobernación del ayuntamiento de Veracruz este martes 3 de junio, se acordó que el fraccionamiento tendrá suministro de energía eléctrica para la bomba de agua en tanto se aclara el asunto.

Casas Intra deberá probar ante CFE que no tiene una deuda, mientras que los vecinos se tendrán que hacer cargo del gasto corriente por el uso de la energía eléctrica para el funcionamiento de la bomba de agua del fraccionamiento a partir de este martes.

“Ahorita lo que nos pidieron es que nosotros teníamos que hacernos cargos del costo del consumo de la energía de la bomba a partir de hoy. Todavía no sabemos cuánto, va a venir personal de Comisión”, asegura Luis Gutiérrez.

Oasis no fue cómo se los pintaron

Poco después de que el fraccionamiento fue construido en la zona norte del puerto de Veracruz, en 2007, Miguel Ángel Gómez, difunto suegro de Luis Gutiérrez, compró una vivienda a Casas Intra en Oasis a través de un crédito Infonavit.

“Todo te lo pintan bonito, te muestran la maqueta y todo se ve muy bien, pero mira aquí está la situación”, comenta.

Lo que comenzó como una ilusión para los familiares de Miguel Ángel Gómez y otras dos mil familias que pronto habitaron el fraccionamiento Oasis terminó por convertirse en una decepción para la mayoría de los vecinos, que prefirieron irse del lugar y rentar sus viviendas, aseguran algunos colonos.

Oasis, como la mayoría de los fraccionamientos de la zona norte del puerto de Veracruz, es un conjunto de viviendas casi amontonadas a ambos lados de sus calles, en los que no existe ni siquiera un metro de separación entre las casas.

Apenas hay espacio entre ellas; lo que sucede en una vivienda puede escucharse desde la otra. Pero eso no es lo peor para Guadalupe Gutiérrez, quien asevera que 11 años después de que su esposo compró la casa donde vive, las paredes están cuarteadas y el agua se filtra a través del techo.

“Intra nos prometió que iba a haber de todo, que iba a estar bien el fraccionamiento, pero ahora la casa se llueve, hay que impermeabilizarla”, dice la mujer, de 47 años.

A Guadalupe no le alcanza para reparar los daños que su casa tiene pues gana poco en la fonda de antojitos donde trabajar. Con ella está su hijo mayor de 22 años, pero quien más la ayuda es el menor. Su esposo se fue de casa y ni siquiera paga las cuotas mensuales de la vivienda al Infonavit, expresa.

El fraccionamiento está lleno de baches y calles que se desmoronaron para convertirse de nuevo en la misma arena y grava con las que fueron pavimentadas. A eso se suma la falta de iluminación y los apagones constantes donde hay luminarias, indica Guadalupe.

Los vecinos comentan que, en 15 años, desde la construcción del fraccionamiento Oasis, las calles nunca fueron repavimentadas por el ayuntamiento de Veracruz debido a que Casas Intra no municipalizó el conjunto habitacional.

En julio de 2017, el fraccionamiento Oasis y otros circundantes, como Campanario, Costa Dorada y La Herradura ya presentaban problemas debido al abandono por la falta de municipalización que las constructoras no tramitaron.

La caída de más de 140 milímetros de lluvia en aquel entonces sobre el puerto de Veracruz generó un socavón que se tragó un camión del transporte urbano y puso en riesgo a los habitantes de más de 25 casas debido a la tierra mal compactada.

De acuerdo con declaraciones que la alcaldesa Paty Lobeira Rodríguez, del Partido Acción Nacional (PAN), realizó el 1 de febrero de 2022, una meta de su gobierno es que se municipalicen al menos ocho fraccionamientos irregulares de la ciudad.

Sin embargo, para que los colonos del fraccionamiento Oasis puedan acceder a la municipalización deberán primero regularizar su situación con CFE y la constructora Casas Intra, aseguran sus propios habitantes.

mb