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Médicos veracruzanos entre empleos mal pagados y poca seguridad

Bernardo es médico cirujano, admite que el campo laboral para los profesionales de la salud en Veracruz es complicado y poco redituable, aun con una especialidad

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Bernardo Castro Pierce sabe que para tener un sueldo digno como médico debe de estudiar una especialidad, pero también sabe que para hacerlo deberá realizar otros seis años extras de estudios, que serán complicados de pagar y con muy poca demanda laboral.

El joven de 24 años está a punto de egresar como médico cirujano, admite que el campo laboral para los profesionales de la salud en Veracruz es complicado, pero sobre todo poco redituable.

“Es un tanto desolador, porque los salarios y trabajos que normalmente se les dan a los médicos deja mucho que desear”, menciona.

De acuerdo con el tabulador de salarios de la Secretaría de Salud de Veracruz, el sueldo asignado a un médico especialista oscila entre los 595 y 783 pesos diarios, esta cantidad la puede cobrar en una sola consulta en el sector particular.

México ocupa el segundo lugar de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con el salario promedio anual más bajo al personal médico especializado.

Por esto, algunos médicos que cuentan con la solvencia económica, prefieren poner sus propios consultorios.

Otros trabajan en farmacias donde cobran 25 pesos la consulta, sin prestaciones de ley y contratos poco favorables, pues las ofertas de trabajo que hay en hospitales de gobierno son pocas y en ocasiones mal pagadas y hasta peligrosas.

Para Bernardo ninguna de las tres opciones es viable, pues en todas se enfrentan a problemas de precariedad laborar.

“Hay ciertos trabajos que da el gobierno, pero las plazas se encuentran en sitios muy lejanos. Digamos que hay trabajo, pero el problema es la accesibilidad y la seguridad que hay en esos lugares”, comenta.

Estas precariedades las empezó a notar en el primer año de internado en los hospitales públicos, donde la mayor carga se la llevan los estudiantes que apenas inician.

En ocasiones hacen guardias que van desde 24 hasta 48 horas; además, la poca infraestructura y falta de medicamentos hace que la atención para sus pacientes sea complicada.

A esto se le suma el servicio social que tienen que hacer, donde la mayoría son enviados a comunidades lejanas, con poca infraestructura médica y en ocasiones con alta inseguridad, lo que pone en peligro sus vidas.

Pese a que en ambos casos existe una gratificación por el trabajo que hacen durante el internado y el servicio, esta cifra es de 2 mil pesos quincenales, algo que apenas y les alcanza para pagar sus transportes a las comunidades y su comida.

Una carrera que lleva años de esfuerzo y gasto económico

Bernardo decidió estudiar medicina para ayudar a las personas, eso es lo que hasta ahora lo mantiene en la carrera, pues existen factores que lo desaniman.

Hubo momento durante la carrera que lo hicieron dudar, sí estudiaba algo que realmente valía la pena por el esfuerzo económico, físico y mental que se requiere.

Realizó su internado en un hospital público del puerto de Veracruz durante la época más fuerte de la pandemia de la covid-19, esos días fueron los más demandantes para el joven, pues, aunque no atendía pacientes infectados con el virus, toda la carga de las consultas generales cayó sobre los internistas.

“Oficialmente, intentaban proteger la integridad de los médicos internos, pero la realidad es que al hospital llegaban pacientes que eran positivos a covid, en cualquier tipo de áreas, entonces no te sentías seguro, desde que iniciamos muchos compañeros se incapacitaron, entonces la carga aumentaba”, cuenta.

Aunque durante todo el internado no se enfermó, admite que quizás pudo ser asintomático. 

Otra de las cosas a los que se enfrentan los médicos es al alto costo de la carrera que dura siete años.

Al año, en una escuela privada se gasta en promedio 120 mil pesos, a eso se le suma la titulación y el internado médico, por lo que para estudiar una especialidad significa hacer el doble de tiempo y dinero.

Bernardo desea estudiar la especialidad en infectología, sin embargo, en la ciudad de Veracruz no hay la infraestructura para estudiarla ni para ejercerla, por lo que tendría que migrar.

“Está la opción de estudiar una especialidad, que es otro reto completamente distinto y trabajar de lo que se pueda durante un tiempo para poder generar ciertos recursos estables, o tratar de poner un consultorio o un trabajo de planta en algún hospital”.

No solo son las plazas, es la seguridad y el sueldo: presidente de médicos

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció el pasado 9 de mayo en su conferencia mañanera la contratación de más de 500 médicos cubanos, esto debido a que había un déficit de especialistas.

Esto causó críticas del sector médico mexicano, quienes respondieron que en el país había personal calificado sin una oportunidad laboral.

En respuesta, el 24 de mayo, en la conferencia mañanera, director nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo Aburto, señaló que se abriría la Jornada Nacional de Reclutamiento y Contratación de Médicas y Médicos Especialistas.

Durante dos semanas se ofertarían 13 mil 765 plazas para médicos especialistas en todo el país.

El estado de Veracruz es la segunda entidad con mayor necesidad de médicos especialistas con mil 641. Por lo que los médicos podrían postularse para estas ofertas de empleo.

No obstante, el presidente del Colegio de Medicina Interna del Estado de Veracruz, Alejandro Quintín Barrat Hernández, señaló que el abrir plazas para los médicos no son suficientes, sino que hay que asegurar las condiciones de seguridad e infraestructura con las cuales trabajaran.

“Las plazas es una parte de lo que se debe solucionar, sin embargo, no es todo falta que los hospitales tengan sus insumos completos, que no haya retrasos en las cirugías, que haya medicamentos suficientes, una seguridad de un trabajo en ambiente laboral adecuado, en las poblaciones lejanas”, indica.

De acuerdo con el especialista no solo, en las zonas rurales se enfrentan a inseguridad, sino también en las ciudades, en las cuales se afrontan a demandas por familiares inconformes y por falta de medicamentos que complica el trato a los pacientes.

Barrat Hernández lamenta que desde la presidencia se denigre a los médicos del país por únicamente exigir un trabajo seguro y digno.


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