POZA RICA, VER.- Yaridaith Quintero Aranda, originaria de Xicotepec de Juárez, Puebla, tenía 16 años cuando fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda tipo "T", una anomalía con las células del timo, muy difíciles de combatir dada su agresividad y que desde hace más de 25 años no se había combatido en el hospital regional de Poza Rica, municipio donde acudió en busca de atención.
Ella y su familia se mudaron a Poza Rica para poder atender su enfermedad, misma que la tuvo más de 3 años y medio bajo tratamiento. Las esperanzas eran muy pocas, tenía el 99.8 por ciento de su cuerpo infestado de células cancerígenas, con infiltración en el cerebro y estómago, sin embargo, este viernes 28 de junio, sus estudios revelaron que logró erradicarlas de su organismo.
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Yaridaith ahora tiene 20 años y con alegría explicó ante medios de comunicación que a pesar de los problemas que se presentaron durante el proceso y que complicaban su estado de salud, hoy se siente muy feliz de haber vencido a esta enfermedad.
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"Tuve muchos problemas batallé muchísimo, me quemaba con las quimioterapias, se me complicaba mi estado de salud, me contagié de Covid, luché mucho, pero estoy muy feliz, siento que he vuelto a nacer, valoro más las cosas y la vida, ahora se ven diferentes, cuando estaba internada quería hacer de todo, pero no podía ni levantarme, estando así aprendes a valorar a quienes te aman, a quienes te apoyan y están contigo", dijo la joven.
De acuerdo con lo relatado por la joven, en un principio el diagnóstico no era alentador para ella y su familia, pues el cáncer había avanzado demasiado. Debido a las radiaciones que recibió, su cabello lo perdió y su familia se rapó para ayudarla durante el proceso.
"Al principio me dijeron que estaba muy avanzado y que ya no había nada que hacer, pero no quise rendirme, ya cuando estaba en el tratamiento las radiaciones provocaron que perdiera mi cabello cuatro veces y mi familia se rapó para apoyarme. La lucha ha sido de todos y hoy queremos celebrar, porque con Dios todo se puede, aferrándose a Dios y a la fe, pero sobre todo tener actitud", dijo.
Jesús Quintero, padre de Yaridaith, reconoció que los más de tres años y medio que estuvieron luchando contra la enfermedad de su hija fueron un proceso terrible de sufrimiento, con muchos desvelos, que calificó de una odisea completa, sin embargo, agradeció a quienes hicieron lo posible para que su hija se curara y alentó a las familias que son víctimas de esta enfermedad que no se dejen caer.
"Tenemos agradecimiento infinito a Dios y a los doctores, y hago un llamado a familias con pacientes que tienen cáncer, para que no se dejen decaer", señaló.
Por su parte, Ingrid Roxana Aranda, quien es mamá de la joven sobreviviente de cáncer, también alentó a las familias que están pasando por este proceso, de no perder la fe.
"Es una enfermedad muy difícil y traicionera, por ahora vamos a seguir disfrutando de la vida. Ahí adentro hay muchos papás que están pasando por lo que nosotros vivimos, desde aquí les digo, no se rindan, es muy difícil, pero no pierdan la fe en Dios, con su ayuda si hay forma de salir", finalizó.
Luego de concluir sus últimos estudios, Yaridaith tocó la campana que hace referencia a que ganó la batalla contra el cáncer y sus familiares, así como amigos, organizaron una caravana por las calles de la ciudad de Poza Rica para realizar una celebración por los resultados, mismos que son muy satisfactorios y que llevaban mucho tiempo esperando.
ch