COATZACOALCOS, VER. – Con menos de un año de llegar a vivir a la colonia Playa Azul en Villa Allende, municipio de Coatzacoalcos, Germán construyó una vivienda con dos cuartos y un baño en menos de 20 metros cuadrados. En ese hogar, el pasado domingo 18 de junio, cuando se celebraba el Día del Padre, murió intoxicado junto a su hija Suemy Natalia, de doce años.
La familia Rivera estaba integrada por Germán y Lidia como esposos, quienes procrearon a tres hijos, entre ellos Suemy. Los otros dos menores se encuentran internados en un hospital, debido a que también inhalaron monóxido de carbono.
Mientras camina hacia la vivienda que hoy se encuentra cerrada, Edith recuerda que fue de las primeras en ayudar a la familia, pues escucho los gritos y corrió a auxiliarlos.
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“Yo llegué con mi hermano, cuando vimos don Germán ya estaba muerto; pero mi hermano, como estudió en la Naval, logró dar los primeros auxilios de los niños, logramos rescatar, gracias a Dios, a los niños más chicos, aunque uno de ellos vomitaba sangre”, dice con lágrimas Edith.
En la colonia Playa Azul, donde vivían ellos y 80 familias más, no hay energía eléctrica, por lo que usaban una planta que funciona a base de gasolina, acababan de comprar un aire acondicionado para afrontar las altas temperaturas, pero su generador falló y se ahogaron con el humo.
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En el patio de la vivienda, que no está repellada, se observan las mangueras de la instalación del Minisplit; además, hay cintas y el cartón del equipo que fue instalado antes de que la familia muriera. Todo apunta que el generado no soporto el nivel de carga y ahogó a los cinco integrantes de la familia. Aunque Germán y Suemy fueron los más afectados y murieron.
Afuera hay un viejo sillón, que presenta algunos huecos, ahí descansaba Germán y su hija. Sobre el sillón yacen dos bolsas de totopos y platos con vasos desechables, que usarían este domingo para celebrar a Germán en el Día del Padre.
En una de las ventanas, también hay envases de refrescos, por lo que la familia planeaba un festín para su padre.
Suemy y Germán planeaban la fiesta de graduación de la niña
Suemy cursaba el sexto grado en la escuela primaria “Francisco V. López” en Villa Allende. Una niña dedicada al estudio con promedio de nueve, que sus compañeritos recuerdan con mucho cariño y aprecio. Este lunes 19 de junio acudieron a su velorio y se postraron frente a su ataúd para despedirla.
Una caja blanca para Suemy y una gris para su padre, fueron colocadas en un pequeño cuarto de la colonia El Faro, hay pocos asistentes al velorio, por lo que resalta la presencia de los pequeños uniformados, que por más de una hora dejaron las clases y levantaron una cooperación para la familia de Suemy.
Entre los menores, hay pequeños ramos de flores rojas y blancas; algunos se ponen nerviosos, pues no creen que su compañera está muerta.
Son guiados por Jesús Carrasco, director del plantel, quien les pide que se protejan del incesante sol, pues el sepelio solo cuenta con dos carpas pequeñas para los asistentes.
“Suemy era una niña muy aplicada, muy tranquila que ya estaba emocionada por su graduación, porque estamos a pocos días de que terminen las clases, lamentablemente ella ya no llegará”, dice el director.
Los alumnos llevaron una colecta de dinero para la familia de Suemy y, mientras la entregan, el director recuerda que apenas la semana pasada tuvieron la primera reunión con los padres de los demás alumnos, Germán estaba emocionado y se había integrado al patronato de organización para la fiesta de graduación a la que ya no llegará ni podrá bailar con su hija.
Familias de colonias irregulares, se exponen diariamente por falta de energía eléctrica
Junto a la colonia Playa Azul hay otras cinco en asentamientos irregulares, son más de 200 familias que no cuentan con servicios básicos como agua potable, drenaje y energía eléctrica. Las calles de estos asentamientos son de terracería.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) se niega a brindar el servicio; en la calle se observa un solo poste de concreto que colocó el ayuntamiento hace varios años, pero nunca se concretó la introducción de la red eléctrica.
“No nos hacen caso, hemos andado por todos lados tocando puertas y la CFE nos dice que mientras no nos regularicemos no nos brindarán el servicio”, expresa Carmita, habitante de la colonia.
Las familias se abastecen con plantas generadoras, paneles solares o cables que traen de otras colonias donde si hay energía. Por ello, todos los días se exponen a instalaciones mal colocadas o riesgos de cortocircuitos, que son un riesgo a morir ahogados por el humo de las plantas.
La autoridad municipal no los voltea a ver, es una zona olvidada aun cuando los predios fueron adquiridos con varios miles de pesos por sus habitantes. Incluso están bien delimitados a escasos kilómetros de la playa.
Con la muerte de Germán y Natalia, de nueva cuenta alzaron la voz para exigir a las autoridades que les ayuden con el servicio, pues no quieren presenciar o ser víctimas de otra tragedia.
“Nosotros hemos llorado y le hemos pedido a todos en Allende y en el municipio, en eso de la luz, porque ya ven, se nos fue una niña, se nos fue un vecino por eso de la luz”, finaliza Edith.
mb