XALAPA, VER.- Por primera vez desde 1951, en la comunidad de El Viejón, perteneciente al municipio de Actopan, se logró el hallazgo de vestigios probables de las culturas prehispánicas totonaca y olmeca. El “tesoro” encontrado por estudiantes de la facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV) es de valor pues da idea de cómo era la vida entre los años uno y 900 d.C en Veracruz.
La información fue difundida desde Universo, periódico oficial de la UV, y se detalló que el hallazgo fue parte de una investigación de campo que requirió trabajo de tres semanas en la zona de El Viejón. El trabajo responde a una investigación iniciada en 1951 por Alfonso Medellín Zenil, reconocido arqueólogo y fundador Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
Medellín trazó una primera ruta de investigación con La Estela del Viejón, en la que aportó grandes datos sobre la presencia de los olmecas entre los años 400 y 900 d.C. La investigación rindió frutos: este viernes 10 de febrero del 2023, estudiantes de la licenciatura en Arqueología fueron reconocidos en Universo por la UV por sus aportes a la continuación de la “semilla” iniciada por Alfonso Medellín.
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El nuevo hallazgo consta de entre 45 y 50 montículos en una extensión de dos kilómetros por tres, terreno investigado como parte de la asignatura Seminario de Investigación, impartida por el profesor Rodolfo Parra Ramírez, quien aseguró que el sitio fue un asentamiento de gran importancia, aunque no todos pertenecen al mismo periodo o cultura.
Los materiales de los vestigios y la forma en la que fueron trabajados, dan una idea para los especialistas de la época y cultura a la que pertenecieron. Ahora es difícil tener certeza, pero estiman que podrían datar de entre el año uno y 900 d.C.
“Podemos hablar de una presencia humana culturalmente olmeca, teotihuacana, coexistiendo en un mismo periodo y tiempo nahuas, mexicas, aztecas y totonacos.”, dijo el profesor Rodolfo Parra para el periódico Universo.
Para las labores de investigación con arduos trabajos de tres semana, se requirió primero contar con los permisos legales y después fue de gran importancia los testimonios de los habitantes de la zona, que incluso, algunos habían conocido a Alfonso Medellín.
Tras el descubrimiento, ahora será la tarea de analizar los vestigios, información que sumará a lo que se sabe sobre los asentamientos prehispánicos con presencia en Veracruz, y que son parte de las raíces de la sociedad actual.