XALAPA, VER.- Sandra Ixmatlahua, directora de Obras del Ayuntamiento de Atlahuilco, fue hallada tapada con una cobija en la vivienda de Ausencio “N”, su feminicida.
De acuerdo con testigos, la mujer había intentado separarse de él en una ocasión, pero habían regresado hacía poco.
Durante el proceso penal, conocidos de la víctima señalaron que la funcionaria quiso separarse del trabajador de la Universidad Veracruzana Intercultural.
Este mes la Tercera Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado confirmó la sentencia condenatoria en contra de Ausencio “N” que consiste en 40 años de prisión por el crimen perpetrado el 26 de agosto de 2019.
La defensa de Ausencio “N” impugnó el fallo al que llegó el juez a cargo del caso en 2021, sin embargo, los magistrados señalaron que en el caso la Fiscalía acreditó su plena responsabilidad.
Sandra laboraba en la dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Atlahuilco y fue asfixiada por su agresor.
Un día después del crimen, el entonces fiscal general, Jorge Winckler, anunció la detención de Ausencio “N”, reportando que el cadáver presentaba lesiones producidas por anoxia por estrangulamiento.
La Sala resolvió el toca penal 197/2021-S, con motivo del recurso de apelación interpuesto por la condena, que también implica la reparación del daño, amonestación y la suspensión de los derechos civiles y políticos del detenido.
De acuerdo con la acusación de la Fiscalía, el sentenciado fue por Sandra al Ayuntamiento y la llevó a su casa, en donde privó de la vida a la mujer con la que llevaba tres años de relación.
En el proceso testigos informaron que en algún tiempo Sandra intentó dejar a Ausencio “porque era muy celoso”, pero después de un tiempo volvieron a ser novios.
Horas después del crimen se solicitó el auxilio de los cuerpos de emergencia y estos trataron de atender Sandra y llevarla a un hospital, pero en el traslado se acreditó el deceso de la mujer tiempo antes del hallazgo de su cuerpo que hicieron familiares de Ausencio “N”.
De acuerdo con los reportes forenses, la mujer de profesión arquitecta se encontraba en un cuarto de la vivienda acostada y “tapada con una cobija”.
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