Main logo

Tres años de paridad de género; la mitad de la población, la mitad del poder

A Kenia y a Malu. ¡Gracias por su lucha! | Ana Villagrán

Por
Escrito en OPINIÓN el

Decir tres años de paridad puede ser fácil. Hoy, el concepto de paridad aún es algo que todavía no se entiende. La paridad como medida de justicia histórica de todo lo que se nos ha negado a las mujeres mexicanas a lo largo de los años. La paridad como muestra de la realidad que enfrentamos todos los días y en todos los sitios, el acoso, el dolor, el silencio y lo peor, la falta de justicia del sistema legal.

La paridad es algo que se critica, pero no se estudia, a pesar de ser un concepto impulsado ya desde hace muchas generaciones de mujeres valientes. Hoy, a tres años de la publicación de la reforma Constitucional que logró que en México haya 9 Gobernadoras y que el 50/50 en los legislativos ya sea una realidad, hay mucho que señalar.

La paridad se tiene que volver un pilar de la democracia interna partidista. Tenemos que aspirar a que haya representación de mujeres, de manera justa en todos los niveles de gobierno, y en todas las instituciones públicas.

Y esto para nada es discriminar a los hombres, sino abrir espacios de manera equilibrada para el sector de la población más amenazado y vulnerado. En el país más feminicida y violento como el nuestro, esto es lo menos que debemos hacer.

Porque a nosotras siempre nos cuestionan si estamos guapas, si estamos preparadas, si podemos tener vida personal y tener cargos. Hasta el día que el hombre mexicano deje de pensar esto, la paridad y las más llamadas cuotas, seguirán siendo un instrumento para que las mujeres lleguen al poder.

Aspiramos a fortalecer nuestro sistema educativo para que hoy cada pequeña niña mexicana sepa que puede prepararse y llegar a los cargos más altos de esta nación. Y sobre todo, vivir sin miedo. Mi papel como legisladora joven de Acción Nacional es sin duda alguna seguir impulsando cambios para que hoy te sientas segura, fuerte y capaz de buscar en las instituciones la justicia que por años se nos ha negado.

Sin un Estado de derecho que realmente entienda lo que las mujeres viven, necesitan y exigen, México no será el país que puede y debe llegar a ser.

La mitad de la población, la mitad del poder. Sigamos impulsando la paridad y vayamos por más y más cambios positivos en nuestra normatividad.