#ENLAMIRA

Un instante, un dron y un ojo oportuno

Hacer un retrato como éste, en medio de cientos de miles de personas es un reto enorme, de diez oportunidades como éstas te sale una. | Ulises Castellanos

Créditos: Luis Antonio Rojas
Escrito en OPINIÓN el

Vivimos tiempos inéditos. Un presidente mexicano que marcha junto con más de un millón de ciudadanos. Un hombre que a los 68 años de edad, recorre los cincos kilómetros que separan al Ángel del Zócalo en poco más de cinco horas, entre empujones, abrazos, saludos y selfies. Una marcha en tiempo de redes sociales, un evento político en donde cada ciudadano es un “reportero” improvisado. Y en este contexto, sólo una foto sorprende, es la de Luis Antonio Rojas, fotógrafo mexicano que colabora para The New York Times y que es quién congeló un instante único de la marcha del pasado 27 de noviembre, a vuelo de dron.

Varios colegas nos dimos cita el pasado domingo sobre las calles de Reforma, y por ahí pude saludar a diversos fotoperiodistas de prácticamente todos los medios corporativos y también los que trabajan por su cuenta y experimentan en redes con video, audio e imágenes fijas. Hace 20 años, estas marchas solo se recordaban por fotógrafos de los diarios y revistas que las cubríamos a ras de suelo, durante todo el evento. Hoy eso es historia.

Sin embargo el buen ojo, el momento preciso y la combinación con un medio internacional, hicieron click desde el aire con la foto que aquí les presento de Luis Antonio. Primero la vi circulando en Twitter sin créditos y luego la vi en el portal del New York Times.

Al cierre de esta columna finalmente logré contactar a Luis Antonio y me confirmó que la foto es una toma directa desde el dron –es decir, no es un encuadre seleccionado de un clip de video– lo que convierte a esta imagen en candidata directa para múltiples premios, por su sentido de oportunidad, composición y calidad.

Se trata pues, de una foto impecable, el personaje al centro, con camisa blanca, viendo al cielo, mientras cientos o miles de personas, –en su mayoría vestidos de negro o gris–, lo rodean, al mismo tiempo que decenas de manos levantadas apuntan sus dispositivos celulares al político del momento, Andrés Manuel López Obrador. Luis Antonio usó un dron Mavic Air 2s, de la compañía JVC e hizo un tiro perfecto.

Más allá del significado político y social de esta marcha, sin entrar en matices ideológicos, cabe señalar que es la más grande en asistencia y tiempo de duración de la que hemos sido testigos los mexicanos en décadas. No es el primer presidente mexicano que convoca a una marcha en nuestro país, antes lo hicieron, López Portillo, López Mateos y Lázaro Cárdenas, pero sin duda es la mejor documentada, y la más polémica.

Ahí, entre empujones, con el sol a plomo, y caminando en medio de ese macramé de personas, conseguir sintetizar a ras de suelo ese momento, significó un reto enorme. Desde el principio pude contar cerca de seis drones sobre la avenida Reforma, pero evidentemente, las baterías iban agotando los recursos de varios de ellos, se necesitaba paciencia.

Hacer un retrato como éste, en medio de cientos de miles de personas es un reto enorme, de diez oportunidades como éstas te sale una. Recuerdo hace 25 años en La Habana, cuando la visita del Papa a la Isla. En medio de la Plaza de la Revolución, bajo el inclemente sol de la Isla, después de horas de espera y de 100 disparos, logré captar un retrato de Fidel en medio de la multitud, donde la precisión del enfoque y la maravilla óptica de un lente Nikon de 500mm, logró ese instante decisivo que hace que todo el esfuerzo valga la pena. Así debe haberse sentido Luis Antonio Rojas cuando vio esa foto en su computadora y la envió a Nueva York. Misión cumplida habrá pensado.

Busqué a Luis Antonio enseguida de identificar esta imagen, no tenía el gusto de conocerle ni tenía referencias de su trabajo, pero le mandé mensaje por Twitter e Instagram y por fin lo contacté mientras redactaba estas líneas. Es egresado de la Universidad Iberoamericana en 2017 y ahí estudió Ingeniería. Aunque el uso de dron no domina su trabajo, si tiene ya un ojo muy pulido y una serie de imágenes a ras de suelo muy interesantes. Aquí su sitio para que vean de qué les hablo: www.luisantoniorojas.com

Luis Antonio Rojas (según su bio pública) es un fotógrafo documental mexicano y explorador de National Geographic, que estudió Ingeniería Civil en la Ibero, como lo referí antes, y trabajó como asistente o fixer para varios fotoperiodistas internacionales. Publicó su primer trabajo centrado en la desigualdad social que sucedía a pocos kilómetros de su universidad, allá por el poniente de la Ciudad de México, dando lugar a su proyecto “Los últimos campesinos”. Ahí tiene imágenes y retratos de campesinos en un contexto urbano super contrastante, en una de ellas se aprecia a un hombre acariciando una vaca debajo de los tramos de concreto del tren México-Toluca y otros momentos muy bien resueltos.

En 2018, Rojas, se graduó del programa de Periodismo Visual y Prácticas Documentales del Centro Internacional de Fotografía con una Beca del Wall Street Journal, en la mejor escuela de fotografía documental del mundo el ICP. Luis Antonio ha sido seleccionado como uno de los 30 fotógrafos emergentes de PDN y para el programa de talentos World Press Photo de América del Norte y Central. Y no es para menos, su trabajo y edad son una combinación muy poderosa. Tiene un enorme futuro obviamente.

Luis Antonio nació en Aguascalientes en 1993, apenas tiene 29 años.

El año pasado obtuvo el 3er lugar como Fotógrafo del Año en el POY Latam y una mención honorífica en la XIX Bienal de Fotografía de México. Su trabajo ha sido publicado en The New York Times, The Washington Post, The New Yorker, The Wall Street Journal, The Guardian, Bloomberg News, entre otros.

Es obvio que es un profesional de su generación, y que hoy aprovecha perfectamente las herramientas contemporáneas con las que ha crecido, redes y contactos internacionales como debe ser.

Me llena de esperanza conocer sobre estos casos, porque nos generan un espacio de esperanza para la fotografía documental y su continuidad en medio de la debacle y reacomodo del modelo de trabajo y negocio con el que nos desarrollamos una generación distinta a la de Luis Antonio. Así que no me resta nada más que celebrar el trabajo de este fotógrafo mexicano y compartir con ustedes su foto y sus redes sociales para que desde ya lo sigan en su estupenda trayectoria visual. En Instagram está como @luis.antonio.rojas y en Twitter como @LuisAntonioR_mx No lo pierdan de vista.