La osteoporosis es un enemigo invisible: no duele, no da señales tempranas y, en la mayoría de los casos, la primera vez que se hace presente es hasta que sucede una fractura. A pesar de que afecta a 10 millones de personas en México, solo una mínima parte recibe diagnóstico y tratamiento oportuno o paga por él.
El doctor Alejandro Vázquez Alanís, ex presidente de la Asociación Mexicana de Metabolismo Óseo y Mineral, dio a La Silla Rota un diagnostico desalentador: una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura por osteoporosis. En los hombres, uno de cada cinco enfrenta este riesgo.
Algo que probablemente no se sabe "es que la mortalidad después de una fractura de cadera es similar a la que provoca el cáncer de mama y superior al cáncer de endometrio".
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Un problema de salud pública y de bolsillo
El especialista destacó que el costo de una fractura no termina en la cirugía. Dio como referencia que de acuerdo con estudios internacionales, una fractura de antebrazo puede costar hasta de 19,500 dólares, mientras que una fractura de cadera implica hospitalización, cirugía, prótesis y rehabilitación prolongada.
“Para el gobierno es un problema muy costoso, y para las familias representa un gasto devastador”, advierte Vázquez Alanís.
En hospitales públicos, las listas de espera para cirugía de cadera son largas y los pacientes pueden perder movilidad de manera irreversible, lo que puede tener como consecuencia mayor dependencia, deterioro de la calidad de vida y más carga económica en cuidados.
La raíz del problema viene desde la infancia
En palabras del especialista, la osteoporosis es “una enfermedad que tiene su origen en la infancia, pero refleja en la vida adulta”. La falta de buena alimentación, deficiencia de vitamina D y la obesidad infantil son factores que afectan la salud ósea.
“Llevar una dieta rica en calcio, proteínas y vitamina D desde niños, evitar el sobrepeso y fomentar el ejercicio físico es la medicina más barata"; destacó.
Prevención y tratamiento
El doctor Vázquez Alanís, quien actualmente es director de la Clínica Displasias en el Centro de Alta Especialidad para la Salud, dijo que la única manera de diagnosticar osteoporosis antes de que cause estragos es mediante una densitometría central de cadera y columna, un estudio cuyo costo ha disminuido en los últimos años.
A pesar de ello, la cultura de la prevención es uno de los grandes retos, así como la atención del problema, pues sólo una de cada nueve mujeres diagnosticadas recibe tratamiento.
Hay medicamentos antirresortivos efectivos- que pueden genéricos de calidad- y cuyo costo va desde los 300 pesos al mes. “Si se compara con los cientos de miles que cuesta una cirugía de cadera, invertir en prevención y tratamiento temprano es mínimo”.
El especialista destacó que, durante la menopausia los tratamientos hormonales y el cuidado especializado son clave para frenar la pérdida acelerada de masa ósea.
Un país de viejos
México vive un acelerado envejecimiento poblacional: cada vez habrá más adultos mayores y, por lo tanto, más casos de osteoporosis. De acuerdo con el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, una de cada cuatro personas adultas mayores ya padece osteoporosis u osteopenia.
Por lo que si no hay un cambio en la prevención y la detección temprana, el país enfrentará un doble costo, humano y financiero.
¿Por qué importa?
Porque la expectativa de vida cambió y hoy los mexicanos viven más años, pero vivir enfermos puede ser más que un tema de salud y/o emocional, es una complicación financiera que puede mermar aún más la situación de las personas. La osteoporosis no duele, a diferencia de otras enfermedades en las que se puede medir la eficacia de un medicamento, en este caso la gente no se da cuenta que lo tiene hasta que se presenta una fractura.
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