En la Ciudad de México miles de cables que cuelgan en postes, edificios y hasta árboles y esto no solo afecta la estética urbana, sino que representan un riesgo para la seguridad pública.
De acuerdo con el Colegio de Urbanistas de México, en la capital del país existen más de 30,000 toneladas de cableado aéreo, de los cuales 24,000 toneladas (80%) están en desuso. Para dimensionar, la cifra triplica el peso de la Torre Eiffel, que alcanza 10,100 toneladas de hierro.
El exceso de cableado obedece a la práctica común de las empresas de telecomunicaciones, pues cada vez que un usuario contrata un servicio de internet, telefonía o televisión, el técnico de la empresa instala un nuevo tendido, pero no se retira el anterior, lo que ha derivado en telarañas infinitas de alambres.
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Según cálculos del Colegio de Urbanistas, en promedio se instalan de 3 a 6 cables de electricidad en una red de 25 kilómetros en vías primarias y secundarias, del cual se estima que aproximadamente se deja el 25% de residuos de cable, durante la instalación.
Cielo libre de cables
La reciente reforma de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, publicada el 16 de julio de 2025, obliga a los concesionarios a retirar el cableado aéreo en desuso y enterrarlo de manera progresiva. Esta disposición, plasmada en el artículo 126, busca poner orden tras años de acumulación sin control y fortalecer la capacidad tecnológica del país.
Dicha Ley establece que los concesionarios deberán retirar cables inactivos y a soterrar gradualmente la infraestructura activa.
Al respecto Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) dijo a La Silla Rota que si bien es positivo poner orden en el cableado, debe ser una medida que surja desde el dialogo entre las empresas y las autoridades municipales o estatales, y no mediante una imposición que emana desde el Ejecutivo.
Destacó que "a la industria se le pretender a obligar a ciertos procedimientos sin que haya incentivos de por medio. Colocar infraestructura cuesta, pero quitarla también y debe hacer un dialogo".
Una vez instalada la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones- organismo que sustituye al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ésta deberá expedir los lineamientos para el retiro y soterramiento de cableado aéreo. Los concesionarios tendrán un periodo para entregar a la CRT:
- Diagnóstico técnico y financiero de su red de cableado aéreo.
- Programa de retiro de cable inactivo.
- Plan de obra para soterrar el cableado activo.
¿Qué es el soterramiento de cable aéreo?
El soterramiento de cable aéreo consiste en desplazar y enterrar los conductos y cables que antes se tendían en postes y estructuras elevadas hacia el subsuelo. Este proceso implica la instalación de ductos subterráneos, cámaras de inspección y sellado de empalmes para garantizar la integridad de la infraestructura de telecomunicaciones bajo tierra, de acuerdo con Incom, empresa dedicada a este servicio.
El proceso será progresivo, con el fin de no generar cargas financieras excesivas a las compañías, según dijo José Antonio Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital, en una de las conferencias matutinas de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Beneficios urbanos y tecnológicos
El soterramiento de cables traerá consigo múltiples beneficios:
- Seguridad: menor riesgo de accidentes y cortocircuitos.
- Resiliencia: mayor protección de la infraestructura frente a lluvias, sismos y vientos.
- Eficiencia: mejor desempeño de las redes de fibra óptica y servicios digitales.
- Imagen urbana: reducción de la contaminación visual y mejora de la estética de la ciudad.
Del 1 de septiembre al 15 de diciembre de 2023, de acuerdo con datos del gobierno capitalino, se retiraron 626,286 metros de cable de telefonía, internet y televisión en desuso, que equivale a siete toneladas de material, como parte del Convenio de Colaboración firmado Gobierno de la Ciudad de México y la industria de telecomunicaciones.
¿Por qué importa?
Porque esta nueva normativa no solo redefine el paisaje urbano, sino que también impulsa a la industria a adoptar mejores prácticas de ingeniería y planeación y entonces México podría avanzar hacia ciudades más seguras, limpias y tecnológicamente competitivas.
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