Los productos que más encarecieron la canasta alimentaria en octubre fueron el bistec de res, la leche pasteurizada y comer fuera del hogar, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el ámbito rural, el bistec aumentó 19.4%, mientras que comer fuera de casa subió un 7.5%, que representa un 54.7% del incremento total en el valor de la canasta alimentaria.
En zonas urbanas, comer fuera del hogar representa un 52.5% del alza en la canasta, seguido del bistec con el 20.6% y la leche 12.2%.
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Contexto: desde julio de 2025, el INEGI asumió la generación y actualización mensual de las Líneas de Pobreza (LP), una tarea que anteriormente realizaba el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Una canasta que crece más lento, pero no deja de subir
El informe Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI) ubica el costo mensual de la canasta alimentaria en 1,844.15 pesos en el ámbito rural y en 2,450 en el urbano.
Esto significa un aumento del 2.9% y del 4.3% anual, respectivamente.
A pesar de que los incrementos fueron menores a los reportados en 2024, el INEGI advierte que los alimentos siguen presionando más que otros bienes.
Datos del LPEI que el mínimo mensual que una persona necesita para ser considerada en situación de pobreza por ingresos alcanzó los 3,411.88 para la zona rural y 4,759.91 para la urbana.
El bolsillo urbano, el más afectado
En las zonas urbanas, la canasta alimentaria subió 4.3%, encima de la inflación general anual de 3.6%.
Los servicios educativos, culturales y de vivienda aumentaron hasta un 5.7%, representando un 10.1% de la variación total de la canasta no alimentaria.
Junto con ella, los servicios de vivienda y conservación del hogar subieron 4.1% anual, con una incidencia del 9.5% en la variación total urbana.
El INEGI concluye que la canasta no alimentaria urbana es uno de los factores que más presionan las líneas de pobreza, junto con el aumento en los precios de la carne, la leche y los productos fuera del hogar.
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En el campo, el costo de cuidarse y estudiar también sube
En las áreas rurales, la subida en la canasta alimentaria fue del 2.9% aunque el aumento en la carne impulsó su valor.
En la canasta no alimentaria del ámbito rural, los cuidados personales tuvieron un incremento del 6% anual, mientras que los gastos en educación, cultura y recreación tuvieron una variación del 5.6%.
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Estos dos rubros representan más de una quinta parte del incremento total en la canasta no alimentaria rural.
¿Por qué esto es importante?
La información del INEGI muestra que la pobreza no solo depende del ingreso, sino también del costo real de vivir.
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Además, nos permite ver cómo la inflación afecta de manera desigual a la población mexicana, dependiendo de su entorno y su nivel de ingreso.
JL