Cuando Argentina ganó el partido contra Polonia en el Mudial de Qatar y pasó a octavos como primero de su grupo, María Cristina, vecina del barrio argentino de Liniers, salió a celebrar a la calle. Ahí, su vecino cantaba con colegas el que parecía sería el himno mundialista no oficial de la selección sudamericana, una adaptación de “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar” de la Mosca Tse-Tse pero al ver a la mujer de 76 años salir con una bandera argentina, los muchachos la rodearon entusiasmados. Una usuaria en redes captó el momento en que la alababan, cantándole, y que rápidamente se volvió viral, convirtiendo a María Cristina, quien no tiene hijos ni nietos, en la abuela de toda Argentina.
Ahora, en cada partido que juega la selección argentina, el cántico de “abuela la la la” al ritmo de Go West de los Pet Shop Boys suena más y más fuerte, y en las calles del país la gente busca a sus abuelos y abuelas, visita centros geriátricos, llama a sus vecinos adultos mayores, para celebrar con ellas y ellos las victorias de su equipo y de Messi.
Lita, como le dicen sus amigos, se ha convertido en un símbolo para Argentina y el mundo, del fervor mundialista, del cariño por su equipo, y del amor y cuidados que como sociedad debemos dar y ofrecer a nuestros adultos mayores. En la cuenta de twitter que le hizo su sobrina, donde ya cuenta con casi 30mil seguidores, María Cristina intercala mensajes de apoyo a la selección, a Messi, de agradecimiento y aquellos en los que impulsa a sus seguidores a que el cariño que le ofrecen a ella sea dado a todas las abuelas y abuelos del país.
“Gracias por tan lindos mensajes, la vida no me dio la oportunidad de tener nietos. Un mensaje amoroso de esta mañana decía que soy la abuela de muchos argentinos. Estoy muy emocionada”
Maria Cristina ha seguido y apoyado a la selección argentina desde siempre, incluso durante la victoria de 1978 y 1986, celebradas en Argentina y México, Lita salió a celebrar con las marejadas de gente al Obelisco de Buenos Aires. Sin embargo, insiste en que este año cuando Argentina gane, ya no lo aguantaría. De la misma manera, rechazó la invitación que una agencia le hizo de llevarla hasta Qatar para ver los últimos partidos de su selección. A pesar de esto, María Cristina celebrará la copa, en la esquina de su casa, con sus vecinos y miles de otras abuelitas y abuelitos porteños, al grito de Abuela la la la.
