Jenna Marie Ortega es una actriz estadounidense de ascendencia mexicana, comenzó su carrera como actriz infantil y, actualmente da vida a Miércoles Addams en la nueva serie de Tim Burton en Netflix; así mismo, Jenna ha destacado por su activismo en contra del racismo y a favor de la comunidad LGBTIQ+.

Debido a su ascendencia mexicana, Jenna ha sido invitada a interpretar papeles en donde se continúa estereotipando a las personas latinas, por lo que decidió rechazarlos para contribuir a eliminar los estereotipos que existen aún contra la comunidad latina, declarando que busca que haya más representación en las pantallas, pero sin caer en papeles prejuiciosos y llenos de estereotipos racistas.

El problema no se encontraba simplemente en el hecho de interpretar a una persona latina, sino que se utilizaban prejuicios, situaciones y personas en situaciones vulnerables, fomentando de esta forma los pensamientos despectivos que hay sobre los latinos, representándolos como personas agresivas, o encasillándoles como sirvientes o narcotraficantes, afirma el portal Afroféminas.

El hecho de que Jenna esté interpretando a Miércoles Addams significa un momento muy grande de representación para las niñas y niños latinos, ya que al ver sus rasgos en la pantalla pueden saber que los estereotipos que se han difundido a lo largo de muchos años sobre la comunidad latina no son reales ya que el color de piel no es un determinante para realizar ciertas tareas.

Porque ser latino no significa tener más probabilidades de ser narcotraficante, de robar, de ser agresivo, de trabajar como sirviente. Ser latino significa ser una persona creativa, risueña, alguien con todas las aptitudes para conseguir y ser lo que quiera, igual que una persona con cualquier otra descendencia, reafirma el portal Afroféminas.

La representación importa

De acuerdo con el portal Malvestida, la posibilidad que tienen las personas de verse reflejadas en personajes de ficción, en películas, libros e incluso en los próceres de la historia oficial de las naciones, es un privilegio. Las personas racializadas rara vez experimentan la sensación de ver en sí mismas heroínas, príncipes, princesas, reyes, reinas.

Si bien cierto que, actualmente, cada vez es más común ver diferentes corporalidades dentro de las diferentes pantallas, pero aún no existe la suficiente representación. De acuerdo con la colectiva Afroféminas, crecer sin las referencias correctas, ya sea en cuentos, muñecas, juegos de mesa o en los programas de televisión, puede generar un fuerte problema de identidad, que más adelante puede reflejarse como dismorfia corporal para replicar un estándar de belleza que considera a lo no blanco, como feo, poco estético y en el más común de los casos es solo tomado en cuenta como belleza “exótica”.

La falta de representación puede desencadenar un fuerte desarraigo en quienes no encajan, ni encajaran de manera sana y natural en el molde de belleza blanca que tanto nos vende la sociedad y aunque las formas de expresar el racismo cambian, la raíz es la misma, por lo que también es importante visibilizar que el racismo es un problema estructural que no se soluciona simplemente teniendo una representación más amplia en las pantallas.