PACHUCA.- Este 14 de febrero seguro planeas subir a tus redes sociales todas las fotos de los lugares visitados, regalos recibidos y compartir el recuerdo de los mejores momentos con tus amigos o tu pareja. Esta fecha resulta especial y si no quieres que pase desapercibida te invitamos a descubrir algunos de los lugares emblemáticos donde tomarte una selfie para guardar un momento único.
En Hidalgo encontrarás múltiples opciones que combinan el romanticismo, la aventura, arquitectura y naturaleza. Siendo un destino favorito para crear los momentos inolvidables en pareja, familia y con amigos para vivir experiencias únicas. Las opciones van desde Pueblos Mágicos, como Huasca de Ocampo, Mineral del Chico y Real del Monte hasta las aguas termales, haciendas y paisajes de montaña.
Aprovecha este 14 de febrero es viernes y festeja todo el fin de semana. En la entidad disfrutarás de buena gastronomía con la variedad de restaurantes con paquetes para los enamorados, amigos y familias. Pregunta por los hospedajes, spas, cenas temáticas y recorridos nocturnos, ideales para una escapada romántica. Para la aventura encontrarás paseos en globo aerostático, caminatas en los Prismas Basálticos y rutas de senderismo. Algunos de nuestros lugares favoritos son:
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1.-Gigantes de piedra
Los monumentales Gigantes de Tula, o Atlantes, son majestuosas edificaciones de piedra con la representación de Quetzalcóatl. Estos se encuentran en la Zona Arqueológica de Tula de Allende. Miden más de 4 metros de altura y emergen como eternos guardianes de la antigua capital tolteca. Representan unos guerreros mirando hacia el horizonte y crean un espectacular fondo para crear una foto emblemática. Incluso hasta para ser el escenario perfecto para pedir matrimonio.
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2.-Prismas basálticos
Este es el escenario favorito para las selfies. Los prismas basálticos se encuentran en el municipio Huasca de Ocampo. Ahí, podrás admirar estas formaciones rocosas hechas por la misma naturaleza, y se ubican a tan sólo 30 minutos de Pachuca. Estas columnas geométricas de basalto, formadas hace millones de años por el enfriamiento lento de la lava, se elevan majestuosamente, creando un espectáculo visual inigualable. El plus, lo hace la caída de agua formando cascadas y arcoíris para crear el entorno ideal para los amantes de la fotografía y la naturaleza. Si visitas Huasca, no dejes de pasar por las antiguas haciendas como San Miguel Regla o Santa María Regla, un lugar lleno de historia donde se pueden explorar túneles, patios y antiguas construcciones que evocan la época colonial.
3.- Reloj Monumental de Pachuca
Un imperdible es el monumental Reloj de Pachuca. Esta edificación es representativa no solo de la ciudad sino del estado se encuentra en la Plaza Independencia en el Centro Histórico de Pachuca y fue inaugurado el 15 de septiembre de 1910, con motivo de la Independencia de México. Su historia destaca por contar con el mismo equipo de ingenieros que diseñó el mecanismo del Big Ben en Londres. Este reloj neoclásico destaca por su imponente arquitectura y las vistas que lo rodean, con las montañas como telón de fondo. Si te atreves puedes subir hasta el campanario para admirar la vista de la capital hidalguense.
4.- Grutas de Tolantongo
Las Grutas de Tolantongo cuentan con el servicio de hospedaje y campamento. Es un centro turístico de aguas termales que ofrece atractivos y paisajes naturales ideales para pasar en familia, con amigos o tu pareja. Sus aguas termales y color turquesa en las piscinas naturales crea un paisaje de ensueño. Sin duda este es un lugar digno de fotografiar y presumir. Aquí puedes relajarte, practicar senderismo, admirar las vistas panorámicas del valle, cruzar el río y hasta acampar para una velada inigualable.
5.- Acueducto del Padre Tembleque
Si eres más del gusto arquitectónico no puede faltar en tu Instagram la selfie con esta gran obra de ingeniería hidráulica, que fue de gran importancia durante el Virreinato de la Nueva España. Cuenta con 68 arcos de medio punto a lo largo de 904 y se encuentra en el municipio Zempoala. Este acueducto, declarado Patrimonio de la Humanidad, impresiona con sus arcos que se elevan hasta 39 metros y se extienden a lo largo de más de 48 kilómetros. Construido en el siglo XVI bajo la dirección del fraile franciscano Francisco de Tembleque fue diseñado para abastecer de agua a diversas comunidades locales, combinando conocimientos indígenas y europeos.
jgp